Nunca he sido muy fan de esta saga. De hecho, de pequeña, a mi mejor amiga de entonces le encantaba Toy Story y yo no le veía la gracia. Ha sido gracias al máster de guión que cursé cuando mi afición por estos muñecos tan divertidos ha aparecido. Cuando he vuelto a ver con otros ojos las películas de Toy Story me he dado cuenta de que realmente son películas muy trabajadas que merecen muchísimo la pena. Por eso, desde hace unos meses, estaba esperando el día a que estrenaran, por fin, Toy Story 3. Peor habrá sido para los que llevaban esperándola diez años, aunque supongo que también la habrán disfrutado más.
La verdad es que estas películas de Toy Story siempre van un poco de lo mismo. Pero mira, da igual, porque lo hacen de una manera tan bonita, tan divertida y tan entrañable... que como si te explican el debate del estado de la nación. Como supongo que ya todos sabréis, las películas de Toy Story siempre tienen como tema principal la amistad. Luego, alrededor de esa base, se construyen otros argumentos: amor, aventuras... pero, como bien dice la canción insignia de estas películas, aquí se trata de buscar el amigo que puede haber en cada persona, o en cada juguete. Y sobre todo, saber que siempre podrás contar con él y que nunca te abandonará.
Los protagonistas inolvidables de esta trilogía, Woody y Buzz, esta vez tienen que afrontar uno de los problemas más gordos que deben de tener los juguetes: su dueño ya es mayor, se traslada a la universidad, y ya no siente nada por sus juguetes porque ahora le preocupan otras cosas. No obstante, no quiere tirarlos, y aunque decide guardarlos en el desván, por estas cosas que pasan en las películas acaban siendo donados a una guardería repleta de juguetes y de niños deseosos de tenerlos como nuevos amigos.
En esta tercera entrega aparecen un montón de personajes nuevos, todos ellos a la altura de los ya tan queridos por los fans Jeesie la vaquera, el matrimonio Mr. Potato, el cerdito, o mi favorito, el dinosaurio Rex. Los nuevos juguetes que conocerán nuestros protagonistas son de lo más sorprendentes, algunos en plan terrorífico y todo, y otros en plan hortera, como Ken, aunque también tiene su punto. Mi nuevo juguete favorito, sin duda alguna, son los guisantes. Quiero esos guisantes.
Lo que más me ha gustado de esta película, ha sido la experiencia de verla. Al igual que Andy, el niño que es propietario de todos los juguetes protagonistas, nosotros también hemos crecido, y podemos sentirnos totalmente identificados con él. Quizá para otro tipo de público no haya sido tan emotivo, pero a mí me ha llegado al corazoncito, y supongo que a aquellos que visteis la primera entrega de Toy Story más todavía, pues tanto Woody como Buzz formaron parte de vuestra infancia. He sentido hasta pena por mis juguetes y he recordado dónde habrán quedado todos aquellos muñecos que tan buenos ratos me hicieron pasar.
La película me ha parecido más adulta que las anteriores. Al igual que Andy alcanza su madurez, parece que la saga ya la ha alcanzado también, aunque no deja de tener esos toques de humor tan característicos de los personajes de Toy Story. Bueno, hay una "gracieta" que a mí me ha parecido algo excesiva en cuanto a "no sé si reir o estremecerme con esto", pero bueno.
De nuevo, Toy Story 3 no falla en el guión, sino que vuelve a mostrar una historia que parece bastante simple pero que está cargada de miniaventurillas y pequeños detalles y que funciona perfectamente. La película te atrapa enseguida y te introduce de lleno en la acción de la película. De nuevo nos presenta a unos personajes muy bien definidos y muy divertidos. De nuevo nos ofrece unos giros que hacen que se te escape algún ¡ay! en el cine y de nuevo hace que volvamos a desear con todas nuestras fuerzas que los juguetes consigan llegar a su destino. Lo mejor de esta tercera parte, a mi parecer, es todo aquello que apela directamente a nuestros sentimientos, y que busca en el espectador encontrando el niño que todos llevamos dentro y que se muere por jugar de nuevo con sus juguetes favoritos.
Seguro que los más fans están encantadísimos con este final, porque a mí la película me ha dejado más que satisfecha. He decidido ponerle un copón de película, y también aprovecho para recomendárosla, porque antes que ser una tercera parte de una entrañable saga, antes de ser una película de niños, es una buena película, y merece la pena verla.
Soy Chanante_python
ResponderEliminarYo si he sido fan de la saga, quizás la tengo aprecio por que fue la primera peli que vi en el cine allá cuando yo tenia 4 años de hay mi cariño. Y 15 años después volví para ver esta otra. Y fue la que mas me gusto e las 3 quizás sea por lo que dijistes que ha madurado la saga al igual que lo ha echo Pixar. Los últimos 10 minutos entre el basurero y la escena en la que Andy esta apunto de marcharse son las que mas pueden destacar.
Por cierto a parte del muñeco de Totoro también se puede volver a ver el personaje de Sid siendo basurero.
Por cierto ¿Cual e la gracieta en la que no sabias si reír o estremecerte?¿Es una en la que un muñeco se vuelve flamenco?
¡¡¡Sí!!!
ResponderEliminarAl principio me pareció horrible xD
Teniendo en cuenta que la version original hablaba en la lengua de Cervantes, tendrian que hacerle algun cambio aqui asi que tubo de doblarlo el Cigala
ResponderEliminar