Como ya os he dicho, ahora estoy en esa etapa de mi vida en la que idolatro a Steve Carell, así que, poco a poco, me estoy viendo su filmografía. Esta vez le ha tocado el turno a una comedia muy diferente de lo que Carell suele hacer: Como la vida misma.
Esta vez la comedia está mucho más contenida, y en vez de buscar la carcajada se busca la sonrisa. En esta película la comedia se va mezclando con el drama constantemente, pero ambos extremos están lo suficientemente bien entretejidos para que nada se pase de melancólico, para que todo sea natural, como la vida misma.
De hecho, es tan natural, que a mí al principio se me hacía un poco rara. Parecía que no pasaba nada, y bueno, mucho tampoco pasa. Realmente esta película cuenta la historia de una familia que se reune un fin de semana en la casa de los abuelos y lo que allí sucede no se sale de lo común en ningún sentido. Pero debajo de esa historia cotidiana se va fraguando una fuerte historia de amor que es el punto fuerte de esta película.
Esta vez la comedia está mucho más contenida, y en vez de buscar la carcajada se busca la sonrisa. En esta película la comedia se va mezclando con el drama constantemente, pero ambos extremos están lo suficientemente bien entretejidos para que nada se pase de melancólico, para que todo sea natural, como la vida misma.
De hecho, es tan natural, que a mí al principio se me hacía un poco rara. Parecía que no pasaba nada, y bueno, mucho tampoco pasa. Realmente esta película cuenta la historia de una familia que se reune un fin de semana en la casa de los abuelos y lo que allí sucede no se sale de lo común en ningún sentido. Pero debajo de esa historia cotidiana se va fraguando una fuerte historia de amor que es el punto fuerte de esta película.
Aunque lo mejor de esta película, desde mi punto de vista, no es la historia del protagonista y su mundo interior, si no la de su hija adolescente, que cree firmemente en el amor y lo demuestra estando completamente enamorada hasta la locura de un chico al que conoce... desde hace tres días. Los puntos fuertes de esta comedia están en el personaje de esta chica, mientras que los más románticos se los lleva Carell, que en esta película tiene que luchar entre lo que siente por una mujer y lo que siente por su hermano (amor fraternal, quiero decir) que, casualmente, es el novio de esa mujer.
Es de agradecer que por fin empiecen a llegar nuevas comedias románticas a las pantallas americanas, y, por consiguente, a las españolas. Yo, personalmente, ya estoy bastante cansada de los típicos títulos vomitivos protagonizados en su mayoría por Jennifer Aniston, y aunque parecía que la nueva corriente romanticona estadounidense se decantaba por el joven pringadete al que nunca el cine le había prestado atención, también se dan casos, como en esta película, en los que podemos ver al cuarentón pringadete, que tampoco está nada mal.
Una película muy sencilla, pero muy cuidada, cargada de pequeños detalles, que sin contarnos nada del otro mundo consigue aflorar nuestros sentimientos y recordarnos que las historias de amor aún siguen ahí, y, lo mejor de todo, aún queda alguna interesante que contar. Aunque he estado decidiéndome entre si darle el ojete o no, finalmente le voy a asignar un copón de película, primero, por estar protagonizada por Steve Carell, y segundo, por el buen rollo que desprende.
Qué buena pinta tiene, me la has vendido de maravilla... A mí estas que combinan comedia y drama, sin estridencias, sutilmente, me encantan.
ResponderEliminarPor cierto, ¿la actriz de la foto es Juliette Binoche?
Si estans en una etapa Steve Carell supongo que veras Pequeña Miss Sunshine que mas o menos es una comedia como la que hablas aqui solo que sin ser romantica
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