Al final el ciclo de cine no dio para más noches y se traslada a la última semana de Julio, que es cuando volveré a estar sola en mi hogar y podré volver a tener la tele grande del salón a mi entera disposición.
Pero, como de costumbre, en mi ordenador, sigo viendo películas, y esta vez le ha tocado el turno a El Orfanato, porque tenía ganas de darle un repasito. Recordaba que cuando la había visto en el cine me había sorprendido, y para bien, y cuando hace unos días volví a ver Spanish Movie, que centra parte de su argumento en la parodia de esta película, me dije a mí misma que había llegado el momento de volver a verla.
Lo primero que quiero decir es que este es el tipo de terror que me gusta a mí. Dentro del terror ya hay muchos subgéneros: que si vampiros, que si zombies, que si fantasmas, que si asesinos... Y bueno, sí, se podía decir que El Orfanato es una historia de fantasmas, pero yo diría que es una historia de terror realista, ya que su premisa parte de una idea tan real como terrorífica: ¿qué haces si tu hijo desaparece? Luego sí, aparece todo el lado fantasioso de la película, pero El Orfanato consigue tener siempre los pies en la tierra porque es de lo real de lo que se nutre, y no de mitos inventados.
Porque si analizamos esta película tomándola solo como película de fantasmas, entonces no tiene mucha miga, porque todas estas películas suelen ser iguales: que si una familia llega a una casa, que si hay ruidos raros, que si alguien dice ver algo, que si al final le siguen el juego y acaba habiendo algo de verdad, que si alguien murió trágicamente, que si todo se resuelve... La parte buena de El Orfanato es que, repito, no se queda en la típica historia de fantasmas, sino que se sirve de ella para contarnos una historia mucho más real, más cercana, más apasionante y, por qué no, más original.
Me encanta que el cine español se haya abierto tan agradablemente a otros géneros y que ya no sea reconocido solamente por sus dramones. Bayona hizo una película tan digna que fue incluso presentada para los Oscars, aunque luego no tuvo suerte, lo cual empieza a demostrar que las películas de terror pueden estar a la altura, en cuanto al cuidado técnico y también al trabajo artístico, de cualquier otro género. Sí, lo sé, hay ejemplos como El Resplandor o Psicosis que ya dejaron claro que el terror puede ser de gran calidad, pero en España todavía no se habían dado muchos casos.
Pero bueno, vamos a lo que vamos, que al final esta crítica solo me va a servir a mí de excusa para contaros mis ideas. Con la base de un guión bastante decente arranca esta película, que ya consigue desde los primeros minutos captar la atención del espectador y llenarle la cabeza de preguntas, además de desconertarlo y hacerle dudar constantemente de si se encuentra en el mundo de lo real o en el de la imaginación. El ritmo de esta película es muy bueno, y hace que casi sin darte cuenta quedes atrapado en su juego, o más bien el juego de los niños que viven en el orfanato, y que ya no puedas despegar el culo de tu sillón hasta que no sepas qué ha pasado realmente. Otro gran acierto de esta película es la sorpresa final. Generalmente las películas de terror suelen ser predecibles, pero las que tienen un último giro que, a la vez que explica y completa la historia, da una vuelta de tuerca al argumento son mucho más molonas, no me lo negaréis.
En cuanto a las interpretaciones, qué poco amante soy yo de Belén Rueda. Le tengo un poco de manía, la verdad, aunque la mujer ya se ha ganado un buen puesto en el cine español. Pero manías aparte hay que reconocer que se mete de lleno en su papel y ayuda a transmitir al espectador esa sensación de desasosiego contínua que lleva esta película. Y la del niño, Roger Príncep, también es destacable. Este niño me gusta un montón, espero que no se quede en Baby Jane y siga con su carrera adelante porque creo que realmente tiene talento. A modo de anécdota os contaré que el que hace de Simeón (parodia de Simón, el niño de El Orfanato) en Spanish Movie también sale en El Orfanato, aunque en un papel muy pequeñito.
La dirección de Bayona está a la altura de otros directores más importantes, como el mismo Guillermo del Toro, quien quiso producir esta película. Se nota mucho que hasta el más mínimo detalle ha sido calculado para que todo estuviera perfecto. Y hombre, perfecta perfecta esta película no es, pero el resultado ha sido muy satisfactorio.
Finalmente he decidido asignarle el copón de película, sobre todo por la originalidad, que es una de las cosas que más valoro cuando hablamos del terror, pero también, claro, por todo lo que os he ido contando. No es una joya, no pasará a la historia del cine de terror, y además se parece bastante a otras películas, lo cual no es bueno, pero cumple con sus objetivos y con mis expectativas, así que eso me parece más que suficiente para considerarla una buena película.
Un espectador tiene expectativas, pero no encontrarás jamás un expectador ni una espectativa.
ResponderEliminarA mí esta peli me gusta mucho. De todos modos, tú fíjate que tampoco necesariamente es de fantasmas. Es decir, que el lado paranormal de la historia no es lo bastante explícito como para decantarse uno por esa interpretación de forma inequívoca. Es todo muy ambiguo.
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