Sexo en Nueva York fue la primera serie que vi en condiciones... normales. Vamos, que hasta hace un tiempo a mí lo de ver series no me gustaba porque no era capaz de ajustarme a los horarios de la televisión, pero un día descubrí otros métodos para poderlas ver a mi aire, y fue cuando empecé a meterme en el maravilloso mundo de las series. No sé por qué me dio por empezar por esta, supongo que la relación de la serie con la moda me atrajo. La verdad es que fue una buena primera experiencia. Me enganché enseguida, lloré, reí, me encariñé de sus personajes y... se acabó.
Aunque... realmente parece que no se acaba. Primero vino la primera película, que me dejó bastante satisfecha, y ahora acaba de llegar Sexo en Nueva York 2, que, la verdad, me ha dejado bastante decepcionada. No sé si por su culpa, es decir, porque realmente es una mala película, o por la mía, porque mis tiempos de desear vestidores ya pasaron. Sospecho que es por la primera razón, porque aunque es verdad que mi amor por la moda ya se ha calmado bastante y que cosas que antes me volverían loca ahora mismo me dan un poco igual, realmente la película tiene ciertas cosas que son, hasta, si se me permite, vomitivas.
La verdad es que al final de la serie Carrie ya me resultaba algo pesadita, pero la primera película hizo que volviera a ser la tía guay que al principio de la serie era. No obstante, con esta segunda parte han dejado bien claro que Carrie ya no mola una mierda. Y sus preocupaciones, a mí, me importan otra mierda bien grande.
Esta vez, las cuatro amigas se enfrascan en un viaje de lujo al desierto, a Abu Dhabi, más concretamente, gracias a unos negocios de Samantha. Carrie tiene ciertos problemas con su matrimonio porque su marido le ha regalado una tele por su aniversario y cree que volver a estar solas, las cuatro amigas, lejos de su vida en la gran ciudad, será lo mejor que le puede pasar. Allá que se van, y desde el momento que ponen un pie en el avión que las llevará a la otra punta del mundo, las arcadas comienzan a dejarse notar en el espectador. La historia cambia por completo, y en vez de contarnos las aventuras de cuatro mujeres cultas, con buenos trabajos, con buenas familias y buenos zapatos, se nos empieza a contar la historia de cuatro superpijas asquerosas que no son capaces de ver más allá de su nariz y se van a otro país a reírse de la cultura de otros pueblos por considerarlos atrasados.
Llamadme insensible por no saber entender las crisis matrimoniales, pues no tengo ni remota idea sobre qué es el matrimonio ni qué problemas conlleva el convivir día a día con una persona, pero creo que el conflicto que presenta esta película es simplemente una excusa para mostrarnos a las cuatro señoras que luciendo modelazos esta vez muy lejos de Nueva York. Esta película no es más que una sucesión de escenas no muy divertidas y, por supuesto, lejanas al humor y a la ironía a la que esta serie nos tenía acostumbrados, que llegan a cansar y hasta a aburrir.
Eso sí, vamos a resaltar la única cosa que me ha parecido realmente maravillosa y que me ha hecho volver a sentir como cuando me gustaba de verdad esta serie: la boda gayer del principio. Que tampoco tiene absolutamente nada que ver con el resto del argumento, supongo que sería algo así como "mirad, no nos hemos olvidado de estos secundarios", pero el hecho de que cuando seas rico te pueda casar una persona tan famosísima y mitiquísima como Liza Minelli, me devolvió por unos minutos mis deseos de convertirme en una mujer rica de La Sexta.
En definitiva, una película muy mediocre que ha olvidado por completo la esencia de la serie, que aprovecha el tirón de la fama que un día tuvieron Carrie y sus amigas y que se aprovecha de los que todavía teníamos a estas cuatro chicas un cariño especial. Un ojete de dromedario, que, sinceramente, no os recomiendo.
Muy mal, Bea! La peli está bien (quizás no a la altura de la serie, pero muy aceptable).
ResponderEliminarA la boda del principio le di vueltas (destaco la actuación de Liza como lo mejor de la película), y sirve como excusa al planteamiento ¿general?, que son las normas en el matrimonio, aquello q más adelante traería de cabeza a Carrie (a la q nunca he aguantado pero según el test d Facebook más me parezco) y a Mr. Big.
Y sobre lo de q se "rían" de la cultura oriental, si fuese lo contrario traicionarían a sus personajes. Está en ellas que critican (con demasiada sutilidad) cosas como el burka.
He dicho.
como me alegro de no haber visto nunca la serie ni nada.. ^^
ResponderEliminarno entiendo como es tan hipocrita el feminismo que muestran
ResponderEliminarsi despues cambia toda su concepcion del matrimonio para que carajol se fue a la punta del mundo si le da la razon
y nos quedamos con que usan vestidos lindos en el mas alla y para ser civilizadas necesitamos eso, vestidos y no lo podemos ser de otra manera?
Yo es que no he visto ni la serie... No sé, nunca me llamó la atención (y una vez que empecé un capítulo, lo dejé a medias porque no me convencía; igual era uno de los últimos, por lo que dices). En cambio, ayer empezamos a ver "The L Word" y la verdad es que, así a botepronto, no pinta mal.
ResponderEliminarHola, Bea. Respondiendo a tu pregunta, te puedo decir que lo que es en el orgullo, los heterosexuales sí están bien recibidos y bien vistos. De hecho, te sorprendería ver las familias de corte tradicional (o sea, de padre y madre heterosexual) que acuden al evento.
ResponderEliminarOtra cosa es cómo sean recibidas las mujeres en determinadas discotecas gays muy específicas donde, de hecho, ni siquiera son recibidas, pues la entrada está restringida a hombres. Pero vamos, eso pasa en una minoría de ejemplos.
Se ma pasó: pues eso, que visto lo visto, a ver si te animas a venir algún año.
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