Recuerdo haber ido al cine a ver por primera vez esta película. Luego, un día, la echaron por la tele y la grabé, pero desde que el vídeo había sido sustituido por el dvd en el salón de mi casa, hará unos cinco o seis años, no se me había ocurrido volver a echarle un vistazo hasta ayer por la tarde.
Siempre he tenido en cuenta La Comunidad, al igual que siempre he tenido en cuenta a Alex de La Iglesia, pero ha sido en este último visionado (como suele pasar siempre) cuando más jugo he conseguido sacarle. Primero, porque ya me acerco a ella con cierta madurez y con algún conocimiento sobre cine que antes no tenía, y segundo porque tengo la edición especial coleccionista que viene cargada con un montón de extras muy interesantes.
La Comunidad es una película que nos presenta una (a)típica comunidad de vecinos. En el centro de Madrid, y acompañados por Julia, la de la agencia, vamos a ver un impresionante pisazo lleno de superventajas: la primera, tendrás un cadáver en el piso de arriba de un hombre que guardaba en su casa seiscientos millones de pesetas; la segunda: tendrás que luchar a muerte contra una comunidad de vecinos que llevaba años esperando a que ese vecino muriera para hacerse con el dinero.
¿Quién no se ha hecho alguna vez la pregunta “qué haría yo si ahora mismo me encuentro un millón de euros” y quién no ha fantaseado alguna vez con la idea de hacerse rico de repente? Lo que para todos nosotros sería un sueño, para Julia, la protagonista de esta historia, se convierte en una auténtica pesadilla.
Alex de la Iglesia presenta su película, en mi opinión, más perfecta. Tiene todos sus ingredientes: humor negro, atmósfera cargante, personajes tan realistas como exagerados y surrealistas, Madrid, acción, terror… y además tiene un reparto de lujo, unos grandes efectos especiales, una estupenda banda sonora y un guión muy potente.
Película costumbrista que plasma perfectamente a la sociedad española sin pretensiones de hacer una crítica sobre ella. Eso es lo bueno de La Comunidad, que no pretende nada, es lo que es, un ejercicio casi teatral sobre un tema con el que cualquiera podría sentirse identificado, con la fuerza de unos personajes cargados de buenas razones y la magia de un director de cine que se mueve ya con una soltura a la altura de los más grandes.
Si ya la habéis visto, os recomiendo que le echéis otro vistazo, porque esta es una de esas películas que gana muchísimo con cada visionado, que gana al descubrir tantos nuevos detalles. Y si no la habéis visto, de verdad, dadle una oportunidad. Después de este último visionado, La Comunidad ha ascendido a la categoría de recopetín de película, creo que es una obra fantástica y muy original, aunque está plagada de referencias, homenajes y es fácil encontrar sus inlfuencias.
Por cierto, y hablando de influencias. Al volver a verla me han sorprendido muchísimo dos detalles. El primero, lo que se parece la banda sonora de esta película a la de Bitelchús, y el segundo, lo que se parece Rec a esta película. Lo que más me gustaba de Rec era el puntito costumbrista y español que tenían sus personajes, y está claro que esta película tuvo algo que ver.