Anda que no es mítica ni ná esta película... Me acuerdo perfectamente de cuando la fui a ver al cine, porque una compañera mía de clase la había visto y nos la había puesto de peliculón para arriba, y salí flipando de la sala, con tanto animalico suelto y tanta aventura junta. Después me la regalaron en VHS y me pasé muchos años de mi infancia entreteniéndome con esta película, pero ya sabéis, una se hace mayor y ya hacía mucho mucho tiempo que no la veía, aunque la recordaba perfectamente. Tan perfectamente que ahora que la he vuelto a ver he visto que aún me sabía algunos diálogos.
Jumanji es una película que supongo y espero todos conocéis, al menos de oídas. Es bastante simple: Jumanji es un juego milenario que un joven chico estadounidense encuentra casi por casualidad. Decide jugar con su amiga del barrio pero resulta que Jumanji no es un juego convencional, y ambos amigos empiezan a sufrir los tormentos de la selva. Vamos, que lo que ocurre es que si el juego te dice que un león te ha mordido el culo, aparece el león y te lo muerde. Una locura.
La película está protagonizada por Robin Williams, señor al que yo odio especialmente porque ahora mismo ni me hace puta gracia ni lo veo buen actor ni nada. Me parece un señor realmente raro y no consigo cogerle el punto. De pequeña me gustaba, la verdad, vi bastantes películas suyas, pero es que ahora me resulta imposible ver una película suya. Le tengo una manía terrible. No obstante, ya me veis, la nostalgia ha podido con el odio ciego y he acabado volviendo a ver Jumanji. La verdad es que si me entró el gusanillo de volver a verla fue ni más ni menos porque yo guardaba un recuerdo impresionante de la peli y quería comprobar si hoy en día la película seguía siendo tan molona. Y decepcionada no quedé, las cosas como son.
He de reconocer que la película no ha envejecido tan mal. Vista más de quince años después sigue cumpliendo su cometido, y es que la película entretiene bastante, sobre todo a los más pequeños, pero los efectos especiales cantan un poquito, aunque bueno, esos monos mal hechos forman parte del encanto de esta película.
He oído que estaban pensando en hacer un remake o un reboot de estos que se llevan ahora de Jumanji. No me parece tan descabellada idea puesto que como el argumento sigue funcionando, una mejora de los efectos especiales sería todo un acierto. No obstante, miedo me dan a mí los remakes del siglo XXI, que se centran mucho más en lo visual que en la miga del asunto.
Jumanji es, a fin de cuentas, un juego, y en la gran pantalla funciona como tal, con sus sobresaltos, sus sorpresas, sus intrigas y su emoción por llegar al final. No obstante tiene un prólogo y un epílogo tan acaramelizado que termina recordándote que esto no es más que una película infantil y pastelosa, pero con momentos muy divertidos. Se la recomendaría a cualquier niño, pero no a cualquier adulto, pues, vista ya con una edad, la película pierde bastante gracia. Ojete de monico (de monico cutre de Jumanji) para una de mis películas favoritas de la infancia que afortunadamente, vista con ojos de señora, no se ha convertido en una mierda.
30 jul 2012
Jumanji
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27 jul 2012
Preestreno de Impávido en Madrid
He de confesar que no hay nada que más me guste en el mundo que conocer a gente del mundillo del cine. Desde que tengo conocimiento he admirado a un montón de actores y tener a algunos de ellos cerca y poder hablar con ellos sigue siendo una de las mayores alegrías para mí. Por otro lado, me encanta ir al cine, pero al cine de verdad, de sala y pantalla enorme, y el hecho de que te inviten a ir de gratis, y encima, compartiendo sesión con famosos, me parece el plan de mi vida. Así que antes de nada, como es de buen nacidos ser agradecidos, mil gracias a Antonio y Carlos por colarme en tal eventillo.
Mi vida se liga a Impávido hace un par de añitos y desde entonces he guardado un gran recuerdo de lo que por aquel entonces solo era un cortometraje y ahora ya es todo un largo, así que la noche ya pintaba especial desde el principio. Pero dejémonos de mamoneo y vamos a lo que importa: los famosos.
Según íbamos llegando a los cines Palafox de Madrid ya se veía el jaleíllo en la puerta. Lo primero que vi, por supuesto, fue a Nacho Vidal. Y a su increíble mujer, que le acompañaba. La chica es un pibón de estos que te quitan las ganas de hacerte fotos con su marido, pero viendo que el vulgo se acercaba sin problema, me fui pensando un plan de aproximación.
Poco a poco fui reconociendo a otros actores que trabajan en esta película como Julián Villagrán, con quien también tengo foto, por supuesto, ya que me parece un actorazo, Marta Torné, que, por cierto, tiene un culazo increíble, o Carolina Bona. A mí me hacía especial ilusión ver de cerca a Manolo Solo, otro de los eternos secundarios con verdadero talento, pero por allí todavía no se le veía el pelo.
Mientras hablaba con unos y con otros y saludaba a viejos amigos y profes el hall del cine se fue llenando y… ¡¡menos mal!! ¡¡Menos mal que aparecieron más actores y actrices!! ¡¡Y qué actores y actrices!!El que más ilusión me hizo, por supuesto, fue Adrián Lastra. Aunque he de confesar que cuando le vi, lo primero que pensé fue: “¡¡¡¡¡Coño, Adrián Lastra!!!!!” Y lo segundo: “¡¡¡Por favor que haya venido con Quim Gutiérrez!!!!” Pero mis sueños no se hicieron realidad y por allí no se vio rastro de Quim, así me tuve que conformar con un tercio del reparto de una de mis comedias favoritas, Primos.
Cuando ya estaba aquello a rebosar comenzaron las entrevistas para la prensa y los posados en el photocall:
Y por fin accedimos a la sala y nos sentamos para empezar a hacer lo que verdaderamente veníamos a hacer, que era ver la película. Me gustaría comentar una pequeña anécdota que hizo que mi corazón diera un brinco. Y no, Nacho Vidal no se bajó los pantalones, pero un señor del público, sentado en las primeras filas, se levantó, se giró hacia el resto del patio de butacas, ¡y comenzó a apuntarnos con una pistola! Yo me vi muerta totalmente cual fan de Batman durante unas milésimas de segundo, porque afortunadamente enseguida pude comprobar que la pistola era de mentira y el tío, un cachondo.
Antes de que comenzase la película el elenco de actores principales y el señor director, Carlos Therón, se subieron al escenario para dedicar unas palabras a los asistentes y al equipo que había trabajado en la película y entonces sí, fue cuando empezó Impávido.
No quiero decir mucho sobre el argumento de la película porque a mí no me gusta destripar. Yo soy más de insinuar que de mostrar, así que os insinuaré que es una película realmente divertida, con momentos brillantes que rozan el surrealismo, con escenas-monólogo divertidísimas que aseguran la carcajada, y bueno, con Nacho Vidal. ¿Qué más queréis?
Si me tengo que quedar con una sola cosa de la película, sin duda alguna es el reparto, a destacar los actores secundarios. El dúo Manolo Solo y Selu Nieto, absolutamente increíbles. Se comentaba a la salida que se quiere un spin-off de sus personajes. Y la aparición de Pepón Nieto, corta, pero muy intensa, irrepetible.
En definitiva, una noche muy especial para mí y una noche muy importante para el cine español, que hoy recibe a Impávido en las salas, a la que le deseo una buena acogida y mucho éxito, pues, como comentaba con Pepo Oliva (sí, ¡¡¡el padre de Valle!!!) es muy difícil hacer cine en España hoy en día y que un grupo de personas haya trabajado con tantas ganas y tan pocos medios es digno de admirar.
Como tenemos costumbre en este blog, aunque os haya hablado poco de la película os diré que es todo un Copón de película.
Pincha aquí para ver este artículo en Frikarte (con alguna sorpresa más)
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25 jul 2012
El Dictador
Soy fan incondicional de Sacha Baron Cohen y su gusto por los personajes-denuncia-social desde hace unos cuantos años, y aunque a Ali G todavía no acabo de pillarle la gracia reconozco que Borat y Bruno me resultan verdaderas maravillas. Por eso he esperado con muchas ganas el esterno de El Dictador, primero porque tenía muchas ganas de volver a ver a Baron Cohen haciendo de las suyas y segundo porque, con un tema como ese, se podían hacer verdaderas barbaridades.
Muy pocas veces voy al cine el día del estreno de una película pero esta vez eran tantas tantas las ganas de verla que me planté en la sala en la primera sesión del viernes preparada para pasar un rato divertido, aunque también predispuesta a sentir que el mundo en el que vivimos es una puta mierda, y que, aunque no nos demos cuenta y vivamos felices y en democracia, comprender que seguimos siendo dominados por regímenes dictatoriales.
¿Y qué me encontré? Una película sobre un dictador más pintoresco que caricaturesco que tiene que hacerse pasar por una persona normal para conseguir lo que quiere, con gags que se basan en el choque cultural y en el choque ideológico, pero nada que ver con Borat, por supuesto, más bien con Ali G, cosa que, como habréis podido deducir, no me ha gustado un pelo.
En esta ocasión tengo que decir que casi han sido más escandalosas las aventuras de este personaje para promocionar la película que la propia película en sí misma, cosa que a mí no me parece nada bien. Mi sensación después de haber visto El Dictador es que el resultado es bastante banal para todo lo que podía haber sido, mucho más comercial que las anteriores películas de Sacha Baron Cohen, lo cual a mí me parece una puta mierda.
Así que por mi parte la decepción ha sido máxima. Y el disgustazo también, por supuesto. Solo decir que en ningún momento de la película me he sentido incómoda y que solamente he esbozado una sonrisa en un par de ocasiones. Por eso se queda con el ojete de dromedario y os advierto que, si no os han gustado las anteriores películas de este chavalico, le deis una oportunidad, pero si os encantó Borat y Bruno, como a mí, paséis por completo de El Dictador, porque el tipo de humor es completamente diferente, pareciéndose más a American Pie que a lo que tenía que ser.
Muy pocas veces voy al cine el día del estreno de una película pero esta vez eran tantas tantas las ganas de verla que me planté en la sala en la primera sesión del viernes preparada para pasar un rato divertido, aunque también predispuesta a sentir que el mundo en el que vivimos es una puta mierda, y que, aunque no nos demos cuenta y vivamos felices y en democracia, comprender que seguimos siendo dominados por regímenes dictatoriales.
¿Y qué me encontré? Una película sobre un dictador más pintoresco que caricaturesco que tiene que hacerse pasar por una persona normal para conseguir lo que quiere, con gags que se basan en el choque cultural y en el choque ideológico, pero nada que ver con Borat, por supuesto, más bien con Ali G, cosa que, como habréis podido deducir, no me ha gustado un pelo.
En esta ocasión tengo que decir que casi han sido más escandalosas las aventuras de este personaje para promocionar la película que la propia película en sí misma, cosa que a mí no me parece nada bien. Mi sensación después de haber visto El Dictador es que el resultado es bastante banal para todo lo que podía haber sido, mucho más comercial que las anteriores películas de Sacha Baron Cohen, lo cual a mí me parece una puta mierda.
Así que por mi parte la decepción ha sido máxima. Y el disgustazo también, por supuesto. Solo decir que en ningún momento de la película me he sentido incómoda y que solamente he esbozado una sonrisa en un par de ocasiones. Por eso se queda con el ojete de dromedario y os advierto que, si no os han gustado las anteriores películas de este chavalico, le deis una oportunidad, pero si os encantó Borat y Bruno, como a mí, paséis por completo de El Dictador, porque el tipo de humor es completamente diferente, pareciéndose más a American Pie que a lo que tenía que ser.
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23 jul 2012
Carmina o Revienta
Paco León, conocido por ser una de las caras más famosas de la televisión en España ahora mismo, se ha subido al carro del cine proponiéndonos lo que él ha llamado un experimento con su primera película, Carmina o Revienta, un falso documental sobre una madre de estas de armas tomar que siempre consigue sacar a su familia de mierda adelante.
Si os soy sincera, me daba un poco igual de qué fuera esta película, aunque se le había dado tanto bombo que era imposible no saber nada sobre ella antes de ir al cine. Solo el hecho de que alguien intente cambiar un poquito el consumo de cine en España ya me parece digno de admirar, así que desde que me enteré del proyecto de Paco León supe que le apoyaría yendo al cine a ver su película.
Hay quien dirá: "pues por el mismo precio te compras el DVD, o por muchísimo menos podías verla en filmin", pero a mí es que me gusta el hecho de ir al cine, el meterte en una enorme sala oscura con una pantalla gigante, y me daba lo mismo pagar un poco de más aunque era consciente de que esta tampoco es una de esas películas que merece la pena ver en la gran pantalla por su despliegue de medios técnicos.
Carmina o Revienta es la historia de Carmina, madre de Paco León en la vida real y madre de una buena choni en la ficción. Su vida no es nada fácil, y ahora lo es un poquito menos porque le acaban de robar una partida de jamones con la que pensaba mantener su bar durante todo el verano. El seguro se niega a pagarle dicha partida y Carmina sabe que eso será la ruina para su familia, así que tendrá que ingeniárselas para solucionar ese gran problema.
Mientras ella traza su plan vamos conociendo al resto de la familia, nada admirable, por cierto. En esta película se retrata un aspecto de la sociedad española que provoca tanta gracia como pena, justo lo que Paco León estaría buscando, pero que acaba ganándose un hueco en tu corazoncito. No creo que haya una sola persona que no termine de ver esta película sin adorar a la protagonista. Paco logra con su historia crear una pequeña línea que separa lo real de lo ficticio (¿es su madre realmente así?) y la comedia del drama, pues aunque no puedes parar de reírte con la tremenda Carmina, dentro de ti sientes cierta angustia porque sabes que, al fin y al cabo, se está retratando una realidad de la España de nuestros días.
Creo que este primer intento de Paco León le ha salido bastante bien. La película demuestra la inteligencia de su creador, y aunque pueda parecer demasiado simplona, realmente cumple su cometido, que es hacer reír al espectador. Por otro lado, el hecho de contar con tan buenas actrices para dar vida a sus personajes es un punto totalmente a favor de la película. María León, hermana del director, vuelve a dejar patente su talento para la interpretación, pero es que Carmina revienta la pantalla con su personalidad y su salero y hace entender al espectador de dónde le puede venir el talento a la pareja de hermanos.
Enhorabuena a Paco León por su experimento, que ha resultado bastante satisfactorio. Yo le doy un copón de película y os animo a echarle un vistazo. Creo que cualquier podría divertirse con una película como esta. Por cierto, hace una semana le escribí una carta a Paco León para la web Frikarte, si queréis echarle un vistazo podéis hacerlo pinchando aquí.
Si os soy sincera, me daba un poco igual de qué fuera esta película, aunque se le había dado tanto bombo que era imposible no saber nada sobre ella antes de ir al cine. Solo el hecho de que alguien intente cambiar un poquito el consumo de cine en España ya me parece digno de admirar, así que desde que me enteré del proyecto de Paco León supe que le apoyaría yendo al cine a ver su película.
Hay quien dirá: "pues por el mismo precio te compras el DVD, o por muchísimo menos podías verla en filmin", pero a mí es que me gusta el hecho de ir al cine, el meterte en una enorme sala oscura con una pantalla gigante, y me daba lo mismo pagar un poco de más aunque era consciente de que esta tampoco es una de esas películas que merece la pena ver en la gran pantalla por su despliegue de medios técnicos.
Carmina o Revienta es la historia de Carmina, madre de Paco León en la vida real y madre de una buena choni en la ficción. Su vida no es nada fácil, y ahora lo es un poquito menos porque le acaban de robar una partida de jamones con la que pensaba mantener su bar durante todo el verano. El seguro se niega a pagarle dicha partida y Carmina sabe que eso será la ruina para su familia, así que tendrá que ingeniárselas para solucionar ese gran problema.
Mientras ella traza su plan vamos conociendo al resto de la familia, nada admirable, por cierto. En esta película se retrata un aspecto de la sociedad española que provoca tanta gracia como pena, justo lo que Paco León estaría buscando, pero que acaba ganándose un hueco en tu corazoncito. No creo que haya una sola persona que no termine de ver esta película sin adorar a la protagonista. Paco logra con su historia crear una pequeña línea que separa lo real de lo ficticio (¿es su madre realmente así?) y la comedia del drama, pues aunque no puedes parar de reírte con la tremenda Carmina, dentro de ti sientes cierta angustia porque sabes que, al fin y al cabo, se está retratando una realidad de la España de nuestros días.
Creo que este primer intento de Paco León le ha salido bastante bien. La película demuestra la inteligencia de su creador, y aunque pueda parecer demasiado simplona, realmente cumple su cometido, que es hacer reír al espectador. Por otro lado, el hecho de contar con tan buenas actrices para dar vida a sus personajes es un punto totalmente a favor de la película. María León, hermana del director, vuelve a dejar patente su talento para la interpretación, pero es que Carmina revienta la pantalla con su personalidad y su salero y hace entender al espectador de dónde le puede venir el talento a la pareja de hermanos.
Enhorabuena a Paco León por su experimento, que ha resultado bastante satisfactorio. Yo le doy un copón de película y os animo a echarle un vistazo. Creo que cualquier podría divertirse con una película como esta. Por cierto, hace una semana le escribí una carta a Paco León para la web Frikarte, si queréis echarle un vistazo podéis hacerlo pinchando aquí.
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21 jul 2012
Spiderman
No os confundáis, que ni he visto The Amazing Spiderman ni pienso verla. Simplemente quería saber de lo que hablaba cuando decía "odio a Spiderman a muerte" y decidí, en una de estas tardes aburridas de verano, que vería la trilogía de Spiderman, pero la verdad, con la primera ya he tenido suficiente y abandono del todo la saga.
Me da pena porque yo soy muy fan de Sam Reimi (aunque esta no es su primera cagada, las cosas como son), pero la verdad es que a este señor se le da mejor hacer otro tipo de cosas frikis, más encaminadas al terror que es lo suyo, porque con el superhéroe del Barça nos ha dejado un poco... picuets.
Eso sí, no todo es malo en esta adaptación cinematográfica y es que desde el primer segundo de la película se puede disfrutar de una banda sonora bastante elegante a manos de Danny Elfman, que me parece un gran compositor, aunque creo firmemente que la de Batman de Burton le quedó mucho más chula.
Si es que Batman gana en todo a Spiderman. Dicen sus defensores, que los hay, que es que se adaptó el personaje al cine dejando de lado el aspecto más cómico del superhéroe-insecto, que el Spiderman de la gran pantalla no se corresponde demasiado con el Spiderman de los cómics. Ya, lo de siempre.
Hombre, voy a ser sincera. Yo creo que en mi vida me he leído ni una sola viñeta de Spiderman, pero lo que he visto en esta película no me ha gustado nada. Me recuerda mucho más a un melodrama de Antena 3 de sábado por la tarde que a la historia de cómo nace uno de los superhéroes más famosos del siglo XX. Es todo tan... triste, pero en el peor sentido de la palabra triste, que a veces resulta casi vomitivo.
Eso para empezar, y para continuar, el guión de la primera película de Spiderman es una basura, la historia no tiene apenas fuerza, y el supervillano con el que se tiene que enfrentar el hombre araña es casi de chiste, historia de amor aparte, que también es de traca, por no decir SUPERCUTRE.
No me voy a meter ahora a criticar a Spiderman como personaje en sí mismo, aunque también tiene mucha telita, y no de araña concretamente, porque este señor de araña no tiene nada, el nombre, y de milagro. Para empezar se sienta como un sapo, y las arañas tienen ocho patas. Pero bueno, que no me voy a meter. Me voy a meter con la película, que aquí venimos a hablar de cine, y me meto hasta el punto de que le doy un ojete de dromedario porque es que no me ha gustado nada e incluso me ha dado un poquito de vergüencita.
Me da pena porque yo soy muy fan de Sam Reimi (aunque esta no es su primera cagada, las cosas como son), pero la verdad es que a este señor se le da mejor hacer otro tipo de cosas frikis, más encaminadas al terror que es lo suyo, porque con el superhéroe del Barça nos ha dejado un poco... picuets.
Eso sí, no todo es malo en esta adaptación cinematográfica y es que desde el primer segundo de la película se puede disfrutar de una banda sonora bastante elegante a manos de Danny Elfman, que me parece un gran compositor, aunque creo firmemente que la de Batman de Burton le quedó mucho más chula.
Si es que Batman gana en todo a Spiderman. Dicen sus defensores, que los hay, que es que se adaptó el personaje al cine dejando de lado el aspecto más cómico del superhéroe-insecto, que el Spiderman de la gran pantalla no se corresponde demasiado con el Spiderman de los cómics. Ya, lo de siempre.
Hombre, voy a ser sincera. Yo creo que en mi vida me he leído ni una sola viñeta de Spiderman, pero lo que he visto en esta película no me ha gustado nada. Me recuerda mucho más a un melodrama de Antena 3 de sábado por la tarde que a la historia de cómo nace uno de los superhéroes más famosos del siglo XX. Es todo tan... triste, pero en el peor sentido de la palabra triste, que a veces resulta casi vomitivo.
Eso para empezar, y para continuar, el guión de la primera película de Spiderman es una basura, la historia no tiene apenas fuerza, y el supervillano con el que se tiene que enfrentar el hombre araña es casi de chiste, historia de amor aparte, que también es de traca, por no decir SUPERCUTRE.
No me voy a meter ahora a criticar a Spiderman como personaje en sí mismo, aunque también tiene mucha telita, y no de araña concretamente, porque este señor de araña no tiene nada, el nombre, y de milagro. Para empezar se sienta como un sapo, y las arañas tienen ocho patas. Pero bueno, que no me voy a meter. Me voy a meter con la película, que aquí venimos a hablar de cine, y me meto hasta el punto de que le doy un ojete de dromedario porque es que no me ha gustado nada e incluso me ha dado un poquito de vergüencita.
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19 jul 2012
Palabras encadenadas
Una de las cosas que más me gusta hacer es bucear por las listas de películas de mis amigos o almas gemelas en Filmaffinity y ver qué es lo que más gusta a mis amigos. Un par de ellos puntuaba con una buena nota a esta película, y a mí enseguida ese hecho me llamó la atención porque me encanta el terror, pero realmente creo que es difícil encontrar buenas películas de terror en los últimos años. No quiero decir con esto que no las haya, que sí que las hay, lo que quiero decir es que la mayoría son chorradas, y para ver una buena tienes que tragarte unas cuatro malas.
Por eso pulsé sobre la pestañita de Palabras Encadenadas, porque era un thriller de terror y porque tenía una nota bastante aceptable. Bueno, y porque era española. Cualquier película española buena me interesa. Y no me decepcionó, aunque tampoco me ha parecido la mejor película hecha nunca, pero realmente creo que es una cinta muy interesante.
La película está basada en una obra de teatro, lo cual ya condiciona un poco lo que te vas a encontrar. Ya sabes de antemano que no habrá un alarde de medios técnicos y quizás tampoco de personajes, pero el hecho de que venga del teatro ya hace, por lo menos, que tenga un argumento sólido. Y Palabras Encadenadas lo tiene. La trama es un juego, al igual que su título, en el que constantemente estás dudando de los dos personajes protagonistas, que consiguen engañarte todo el rato y al final no sabes de quién fiarte, si del malo que a ratos parece bueno, o de la buena que resulta ser bastante mala.
Otra baza de la cinta es que cuenta con un actor protagonista increíble, Dario Grandinetti, que hace un trabajo espectacular y que consigue estremecerte. Frente a él tenemos a Goya Toledo, que la pobre no sé si lo hará bien o mal pero es que a mí no me gusta un pelo, le tengo una manía horrible y no puedo ser objetiva con esta señora. Reconozco que es guapísima y tiene tipazo pero no la soporto como actriz.
Me ha llamado mucho la atención la dirección, que es muy delicada (luego descubrí que estaba dirigida por una mujer, que no tiene nada que ver, pero que me sorprende) y también la fotografía, muy moderna pero muy minimalista, de colores fríos y potentes, como el argumento de la misma película. Todavía no os he contado que Palabras Encadenadas nos muestra a un psicópata que se jacta de haber matado a una mujer y de haber llevado a cabo el crimen perfecto, pues nadie podrá relacionar esa muerte con su persona. Desde entonces ha seguido matando a otras personas hasta llegar a secuestrar a su exmujer, a quien tiene delante atada a una silla y a quien le propone jugar a las palabras encadenadas para mantenerla con vida.
La hora y media que dura la película se te pasa volando si consigues meterte en la trama (que tampoco es que te lo pongan difícil) y entrar en el juego macabro de la película, que te mantiene en tensión y te genera preguntas desde el primer momento. Lo mejor de todo es, como mencionaba anteriormente, el juego de quién será el que lleva la razón en este duelo y quién será, al final, el mayor hijo de puta de los dos. Me ha gustado bastante aunque también es una de esas películas que se olvida pronto. Pero el copón de película se lo lleva porque se lo merece.
Por eso pulsé sobre la pestañita de Palabras Encadenadas, porque era un thriller de terror y porque tenía una nota bastante aceptable. Bueno, y porque era española. Cualquier película española buena me interesa. Y no me decepcionó, aunque tampoco me ha parecido la mejor película hecha nunca, pero realmente creo que es una cinta muy interesante.
La película está basada en una obra de teatro, lo cual ya condiciona un poco lo que te vas a encontrar. Ya sabes de antemano que no habrá un alarde de medios técnicos y quizás tampoco de personajes, pero el hecho de que venga del teatro ya hace, por lo menos, que tenga un argumento sólido. Y Palabras Encadenadas lo tiene. La trama es un juego, al igual que su título, en el que constantemente estás dudando de los dos personajes protagonistas, que consiguen engañarte todo el rato y al final no sabes de quién fiarte, si del malo que a ratos parece bueno, o de la buena que resulta ser bastante mala.
Otra baza de la cinta es que cuenta con un actor protagonista increíble, Dario Grandinetti, que hace un trabajo espectacular y que consigue estremecerte. Frente a él tenemos a Goya Toledo, que la pobre no sé si lo hará bien o mal pero es que a mí no me gusta un pelo, le tengo una manía horrible y no puedo ser objetiva con esta señora. Reconozco que es guapísima y tiene tipazo pero no la soporto como actriz.
Me ha llamado mucho la atención la dirección, que es muy delicada (luego descubrí que estaba dirigida por una mujer, que no tiene nada que ver, pero que me sorprende) y también la fotografía, muy moderna pero muy minimalista, de colores fríos y potentes, como el argumento de la misma película. Todavía no os he contado que Palabras Encadenadas nos muestra a un psicópata que se jacta de haber matado a una mujer y de haber llevado a cabo el crimen perfecto, pues nadie podrá relacionar esa muerte con su persona. Desde entonces ha seguido matando a otras personas hasta llegar a secuestrar a su exmujer, a quien tiene delante atada a una silla y a quien le propone jugar a las palabras encadenadas para mantenerla con vida.
La hora y media que dura la película se te pasa volando si consigues meterte en la trama (que tampoco es que te lo pongan difícil) y entrar en el juego macabro de la película, que te mantiene en tensión y te genera preguntas desde el primer momento. Lo mejor de todo es, como mencionaba anteriormente, el juego de quién será el que lleva la razón en este duelo y quién será, al final, el mayor hijo de puta de los dos. Me ha gustado bastante aunque también es una de esas películas que se olvida pronto. Pero el copón de película se lo lleva porque se lo merece.
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16 jul 2012
Weeds (6º temporada)
Vaya movidas más chungas se están montando los guionistas de Weeds. Aunque ya la serie empezaba bastante bien la verdad es que temporada tras temporada consiguen hacer un más difícil todavía y encima llevarlo a cabo con éxito. Si ya la cuarta y la quinta temporadas de esta serie se metían en camisas de once varas, aunque más o menos iban saliendo del paso, la sexta es el no va más, el triple salto mortal hacia atrás sobre la piscina de tiburones, y lo peor/mejor de todo es que la temporada funciona de lujo y te deja con unas ganas de más que casi te quitan las ganas de vivir.
Empecé a ver Weeds como suelo empezar a ver la mayoría de las series, por ver qué tal. Y hombre, la serie me pareció muy entretenida. Con el paso de los capítulos me fui enganchando a ella y la verdad es que en cuanto terminó la primera temporada me pude considerar oficialmente enganchada, porque si algo tiene Weeds es unos finales de temporada que te dejan toa loca.
Después de tooooodas las aventurillas que la familia Botwin ha tenido, después de la de kilómetros que han recorrido, de la de casas en las que han vivido, la sexta temporada consigue renovar nuevamente el repertorio de giros de guión de esta peculiar familia y los pone en la carretera, a la fuga, después de que Shane hiciera de las suyas y se convirtiera en un personaje totalmente nuevo y totalmente guay.
Esa es una de las cosas que más me gustan de Weeds, que todos sus personajes son alucinantes, y que todos los nuevos personajes también lo son. Aunque tengo que reconocer que por Nancy siento un verdadero amor-odio, porque en general la odio a muerte aunque luego de vez en cuando me doy cuenta de que la valoro y le tengo algo de cariño, el resto de personajes principales es de lo mejorcito, empezando por los hijos que cada vez están más follables, pasado por los mafiosillos que dan un repeluco del bueno y terminando por el cuñado, Andy, que es mi favorito.
Esta sexta temporada me ha parecido alucinante. Casi me atrevería a decir que es la mejor. Generalmente yo suelo ver las series mezlcadas, viendo cada día un episodio de cada una, no soy de sentarme y decir: hala, esta tarde, Weeds, y tragarme una temporada entera (que se podría hacer porque como los capítulos duran media hora y son temporadas de trece capítulos...). Y así la he ido viendo, alargándola en el tiempo, combinándola con otras series... pero con esta temporada me ha sido imposible llevar ese ritmo, y en tan solo tres días me la he ventilado, porque cada capítulo era todavía más fuerte que el anterior y cada vez las cosas se complicaban más, y yo moría por saber qué coño iba a ser de esta familia, que además, ha tenido un final de lo más inesperado y sorprendente.
Estoy deseando continuar con la séptima temporada, pero no lo haré. Porque yo soy así de masoca. Las series se conciben para tener sus parones, para crear su tensión, para dejarte con ganas de más, y a mí también me gusta disfrutar de eso. Así que aunque esta temporada me haya dejado con unas ganas locas de empezar con el primer capítulo de la séptima temporada ahora mismo, me esperaré y dedicaré mi tiempo a otras series que también se merecen mi atención.
Por si alguien no conocía Weeds o nunca le había llamado la atención, yo os voy a recomendar que la veáis. Me parece de las mejores series que yo he visto. En general es muy divertida pero también tiene mucha miga. Aunque hasta ahora solo había considerado a esta serie como una buena serie sin más ahora tengo que reconocer que con esta sexta temporada la serie sube hasta el recopetín de serie. A ver si la séptima se mantiene al mismo nivel.
Empecé a ver Weeds como suelo empezar a ver la mayoría de las series, por ver qué tal. Y hombre, la serie me pareció muy entretenida. Con el paso de los capítulos me fui enganchando a ella y la verdad es que en cuanto terminó la primera temporada me pude considerar oficialmente enganchada, porque si algo tiene Weeds es unos finales de temporada que te dejan toa loca.
Después de tooooodas las aventurillas que la familia Botwin ha tenido, después de la de kilómetros que han recorrido, de la de casas en las que han vivido, la sexta temporada consigue renovar nuevamente el repertorio de giros de guión de esta peculiar familia y los pone en la carretera, a la fuga, después de que Shane hiciera de las suyas y se convirtiera en un personaje totalmente nuevo y totalmente guay.
Esa es una de las cosas que más me gustan de Weeds, que todos sus personajes son alucinantes, y que todos los nuevos personajes también lo son. Aunque tengo que reconocer que por Nancy siento un verdadero amor-odio, porque en general la odio a muerte aunque luego de vez en cuando me doy cuenta de que la valoro y le tengo algo de cariño, el resto de personajes principales es de lo mejorcito, empezando por los hijos que cada vez están más follables, pasado por los mafiosillos que dan un repeluco del bueno y terminando por el cuñado, Andy, que es mi favorito.
Esta sexta temporada me ha parecido alucinante. Casi me atrevería a decir que es la mejor. Generalmente yo suelo ver las series mezlcadas, viendo cada día un episodio de cada una, no soy de sentarme y decir: hala, esta tarde, Weeds, y tragarme una temporada entera (que se podría hacer porque como los capítulos duran media hora y son temporadas de trece capítulos...). Y así la he ido viendo, alargándola en el tiempo, combinándola con otras series... pero con esta temporada me ha sido imposible llevar ese ritmo, y en tan solo tres días me la he ventilado, porque cada capítulo era todavía más fuerte que el anterior y cada vez las cosas se complicaban más, y yo moría por saber qué coño iba a ser de esta familia, que además, ha tenido un final de lo más inesperado y sorprendente.
Estoy deseando continuar con la séptima temporada, pero no lo haré. Porque yo soy así de masoca. Las series se conciben para tener sus parones, para crear su tensión, para dejarte con ganas de más, y a mí también me gusta disfrutar de eso. Así que aunque esta temporada me haya dejado con unas ganas locas de empezar con el primer capítulo de la séptima temporada ahora mismo, me esperaré y dedicaré mi tiempo a otras series que también se merecen mi atención.
Por si alguien no conocía Weeds o nunca le había llamado la atención, yo os voy a recomendar que la veáis. Me parece de las mejores series que yo he visto. En general es muy divertida pero también tiene mucha miga. Aunque hasta ahora solo había considerado a esta serie como una buena serie sin más ahora tengo que reconocer que con esta sexta temporada la serie sube hasta el recopetín de serie. A ver si la séptima se mantiene al mismo nivel.
14 jul 2012
Estamos de estreno: El twitter
Hay que ir modernizándose poco a poco, y últimamente me he fijado en que muchos de los blogs que sigo tienen su propia cuenta de twitter, en la que avisan de sus actualizaciones en el blog y comentan sobre cine. Yo misma llevaba unos días dándole vueltas a esta idea, ya que si hay algo sobre lo que me gusta hablar y nunca me canso es sobre cine, y he decidido llevar también a twitter el tono de este blog: una manera de comentar cine mucho más desenfadada, diciendo ojete siempre que sea necesario.
Para todos los que tengáis cuenta en Twitter, no dudéis en seguirme, prometo ser diverida. Pinchad aquí y apareceréis en el perfil de OjeteFilms en twitter.
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13 jul 2012
Pactar con el diablo
Hay ciertas películas que todo el mundo ha
visto, incluso más de una vez, simplemente porque de vez en cuando suelen
recurrir a ellas en las parrillas televisivas. Ese es el caso de Pactar con el
Diablo, película noventera donde las haya que de vez en cuando aparece en nuestros televisores al
hacer zapping. Pero a mí me gusta ver las películas bien vistas, desde el
principio, hasta el final, y a poder ser sin anuncios, y aunque había visto ya
anteriormente varios fragmentos de esta, no consideraba que “la hubiera visto”, aunque ya sabía bastante bien de qué iba.
Eso sí, aunque no la había visto nunca sentía
en mi interior el instinto de que esta era una mala película, quizás por eso
nunca había decidido verla entera. Pero buceando por Filmaffinity, cosa que me
gusta mucho hacer, interesándome por las mejores películas de Al Pacino, uno de
los actores que más me gusta ver, porque realmente disfruto de sus
interpretaciones, pude ver que esta se encontraba entre las favoritas de mis
almas gemelas y no podía creérmelo, así que decidí ver para creer y ahora ya
puedo decir si realmente la película cumple o no.
Quizás en los años noventa, los locos años
noventa, esta película destacase, pero hoy en día, que una ya ha visto de todo,
el argumento de esta película, aunque no por ello menos interesante, está más
que visto y, si se me permite, se puede calificar incluso de predecible. Y
eso que la película se esfuerza en causar sorpresa constantemente, pero no, en
mi caso no lo consigue.
Por el título, más o menos nos podía quedar
claro de qué va la película. Resulta que hay un chico joven y muy prometedor en
la carrera de abogacía que es enviado a Nueva York para elegir un jurado, y
todo resulta tan bien (para los que tienen dineros) que termina siendo
contratado en un importantísimo buffet de abogados que funciona un poco como
una gran familia, ya que le regalan un piso en un edificio donde viven todos
los importantes de la empresa.
Según va pasando el tiempo, la mujer del
protagonista empieza a notar ciertas cosas raras, pero el señor abogado, como
suele pasar en este tipo de películas, está tan inmiscuido en sus asuntos que
ni cree ni se preocupa demasiado por ella. Y lo que le pasa a la pobre mujer es
que ve demonios y tiene alucinaciones que la atormentan y la hacen pensar que
el mundo en el que la ha metido su marido está algo podridillo. Por favor
señora, qué cosas tiene, ¿la justicia podrida?
¡Qué ideas tienen estos guionistas americanos!
Y es que al fin y al cabo la película funciona como una crítica a la sociedad,
con frases bastante acertadas, por cierto, aunque hayan pasado ya muchos años sobre esta película, y también podríamos decir que Pactar con el Diablo
pudiera estar orientada a hacer un poquito de examen de conciencia, que en el
mundo en el que vivimos parece que eso se lleva poco.
Moralinas aparte, la película, en principio,
no me ha parecido un peliculón para nada. ¿Interesante? Pues sí, eso sí, y
entretenida. Además Al Pacino, como siempre, está genial e incluso mete miedo,
con esa expresión tan demoníaca que consigue sacar. Pero según mi punto de
vista esos giros finales que intentan sorprender al espectador puede que en su
momento cumplieran y resultara flipante pero a fecha de hoy es una manera de
cerrar una película un tanto regulera. Se queda la pobre a las puertas del
éxito con un ojete de monico, aunque me gustaría destacar la gran banda sonora,
muy ecléctica pero muy bien elegida.
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11 jul 2012
SpiceWorld
Si eres de mi generación, tiene que haber una
serie de películas que todos hayamos visto, nos hayan gustado más o menos.
Títulos como Jurasic Park, Titanic, las películas que lo fueron petando según
íbamos creciendo y que nos impresionaron a todos. Y también las típicas
películas “malas” que tuvieron su fama durante nuestra adolescencia, como Sé lo
que Hicisteis el último verano, Austin Powers o la película sobre la que vengo
a hablar hoy.
Una película necesaria que impregnó a toda una
generación de niñas y niños maricas que imitaban a sus ídolos y querían ser,
según la personalidad que fuera despuntando en cada una, la inocente Emma, la
putilla Geri, la deportista Mel C, la todoterreno Mel B o la pija insípida
Victoria. Todas teníamos una Spice Girl favorita, y todas soñamos con ser como ellas.
Cuando las Spice Girls estaban en lo más alto
del mundo Dios nos bendijo con su película, Spiceworld, película que todas
deseamos ver simplemente para enterarnos de cómo era el día a día de una Spice Girl, cómo
eran ellas fuera de sus videoclips y programas de Sorpresa Sorpresa, que eran
los únicos sitios en los que las niñas de entonces podíamos disfrutar de ellas.
Así, alguien tuvo la magnífica idea de
explotar las personalidades inventadas de cada una (quizás en el caso de Victoria
no) y montarse una película sobre ellas en las que “las chicas” no tenían nada
más que hacer que vivir un poco la vida a tope, tener alguna aventurilla,
estresarse por no poder hacer lo que quieren y dar un concierto.
Es difícil resumir en un par de líneas de qué
trata SpiceWorld. Intentándolo un poco podríamos decir que se centra en la
leyenda de las chicas picantes, en las personalidades que querían transmitir y
en la idea de “todas unidas verás qué bien” y con esos pequeños apuntes se va
formando una historia bastante absurda que no es más que una sucesión de “cosas
que les pasa a la gente que lo peta” mientras, en otro plano, unos productores
quieren montar una película sobre ellas y un señor muy raruno quiere hacer un
documental del día a día de las Spice.
Por supuesto, no faltan los números musicales,
imprescindibles para que las fans cantaran en el cine mientras disfrutaban de
la película, y que, aunque han pasando ya tantos años, todavía se recuerdan con
gustico. El Wannabe está ahí, por supuesto, además en el momento más nostálgico
de la peli, pero no se lleva todo el protagonismo, porque las chicas ya no
estaban empezando y ya poseían un gran repertorio de éxitos.
Hace unos días me entró a mí la nostalgia y
decidí volver a ver SpiceWorld. Desde que era una adolescente amante de las
Spice no la había vuelto a ver, y me daba un poco de miedo lo que podría
encontrarme, pero la verdad es que ha sido una experiencia divertida. La
película en sí es bastante fuerte y tiene algunas escenas de irse la pinza por
completo, pero como forma parte de un recuerdo de la infancia, que tiñe de rosa
todas las mierdas que en un momento dado nos hicieron felices, tengo que decir
que me ha gustado mucho la experiencia de volver a verla y que incluso la
recomiendo, pero solo a aquellas personas que fueron fanses. Con unos ojos
totalmente subjetivos, le doy un ojete de monico a las chicas picantes.
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8 jul 2012
Community (1º Temporada)
Las mejores series y las mejores películas son aquellas que
te pones a ver casi por casualidad pero terminan sorprendiéndote. Yo empecé a
ver Community solamente porque me acaba de abrir una cuenta en Series.ly y si
quería aprovecharla debía empezar a ver una serie que no tuviera descargada y
decidí ver el episodio piloto simplemente porque la serie aparecía en la página
de portada.
Hombre, ya había oído hablar de Community, y sabía que era
una buena comedia, tenía mis referencias. Pero os diré que a mí lo de empezar a
ver una serie desde cero me cuesta, aunque sepa de antemano que es buena,
porque generalmente, más aún en las series de comedia, le cojo tanto cariño a
los personajes que prefiero seguir viendo otras, aunque sean peores, que
empezar con algo bueno.
Por otro lado, mis comienzos con Community no fueron
buenos. El primer capítulo no me dejó prendada, pero tampoco lo hicieron los
siguientes. Es verdad que la serie recoge un plantel de personajes bastante
interesantes, pero como me pasa siempre, hasta que no consigo tener un favorito
no consigo engancharme a una serie.
En esta serie tenemos a Jeff, el protagonista, que desde el
primer momento me pareció de más de guay para mí. A Brita, la tía buena que no
está buena en absoluto, a la negra, cuyos ojos me daban algo de miedo, al
negro, que… bueno, la verdad es que el negro y el moro desde el principio me cayeron en gracia, pero tampoco me parecía que salvasen la serie. Luego
estaba el señor mayor, al que me costaba bastante entender, y por último, la
niña inocente con la que, aunque parezca mentira, conseguí conectar en un
primer momento.
Afortunadamente, según pasaban los capítulos, comencé a
comprender a Jeff y en el momento justo en el que me cayó bien la serie cambió
por completo. Community me empezaba a gustar e incluso me resultaba bastante
graciosa. Eso fue como por el capítulo octavo o noveno. Mi punto de vista sobre
todos los personajes cambió y empecé a disfrutar de una “nueva” (para mí lo
era) serie en la que, aunque en principio todo parecía bastante normalito, pude
descubrir que escondía un increíble entramado de frikadas estupendas.
El hecho de que Abed, el moro, sea un friki de las series ha
hecho que en esta primera temporada de Community tengamos capítulos
absolutamente asombrosos y deliciosos que recuerdan a algunas de mis películas
favoritas. Sobre todo al final de la serie, el espíritu sobrefreak se ha ido
apoderando capítulo a capítulo de los personajes hasta culminar en unos cuatro
episodios finales increíbles.
Por supuesto que seguiré con ella y me alegro un montón de
haber encontrado otra serie de calidad que se ajusta a mis gustos, que
últimamente en el terreno de las series estaban algo perdidos. Copón de serie
para Jeff y sus amigos.
1 jul 2012
The Queen
Vaya vacaciones bloggeras me he pegado sin haberlo deseado. Resulta que mis vacaciones de verdad me las cojo el próximo miércoles, pero esta última semana he estado bastante liada y mi blog ha sufrido las consecuencias. Afortunadamente, y como siempre, no he dejado de ver cine, y hoy os vengo a hablar de una película que nunca pensé que me fuera a gustar especialmente pero que, mira como es la vida, al final sí me gustó.
Vi esta película una tarde en casa de una amiga porque la oferta de títulos era reducida y la mayoría ya las había visto. Vamos, que si por mí hubiera sido en mi casa no le habría yo dado nunca una oportunidad. Así que me alegro de tener amigos que me invitan a sus casa a ver películas porque así descubro otros títulos a los que yo me habría negado. ¿Y por qué me negaba a ver esta película? Porque la verdad es que la monarquía inglesa no me llama absolutamente nada la atención. No es un tema ni que me interese ni que conozca lo suficiente como para tener ganas de ver una película como esta, aunque The Queen trata un momento histórico tan mediático que era imposible no saber sobre qué iba.
Esta película se centra en lo que supuso para los diferentes miembros de la familia real inglesa la trágica e inesperada muerte de Lady Di. Supongo que los que sois más viejales recordaréis un poco todo el drama que se vivió con que si Lady Di debía ser tratada como miembro de la familia real o no o con que si Diana era querida o no por su suegra y familia. Yo era bastante pequeña y solo me acuerdo del accidente y el multitudinario entierro, con Elton John cantanto cancioncicas tristes al piano y poco más, y la verdad es que no sabía que se había armado tanto revuelo con la muerte de la pobre Diana.
Para el tema que trata, la película es bastante amena e incluso emocionante. Yo me la había imaginado como un truñaco bastante elegante, pero la película consiguió engancharme enseguida, con sus personajes tan cercanos, y eso que estamos hablando de la realeza británica, y con el tipo de situaciones que se le presentan a cada uno. En su momento, recuerdo, se le dio mucho bombo a la interpretación de Helen Mirren, que es quien interpreta a la reina de Inglaterra, hasta el punto de conseguir un Oscar por su interpretación, pero oye, a mí no me ha parecido tan del otro mundo, aunque bien es cierto que eso de imitar a personajes importantes gusta mucho en Hollywood. El que sí que me gustó, y casi podría decir que ha sido mi personaje favorito en esta película es Michael Sheen haciendo de Tony Blair. La evolución de ese personaje me pareció de lo más interesante.
Y como toda película inglesa o que tenga que ver con los ingleses, la película es correcta y elegante, sobria pero brillante, y eso siempre es apetecible. Por todo ello finalmente he decidido darle a The Queen un copón de película. Un buen ejemplo de que una historia bien contada, aunque de primeras pueda no interesarte, termina por atraparte.
Vi esta película una tarde en casa de una amiga porque la oferta de títulos era reducida y la mayoría ya las había visto. Vamos, que si por mí hubiera sido en mi casa no le habría yo dado nunca una oportunidad. Así que me alegro de tener amigos que me invitan a sus casa a ver películas porque así descubro otros títulos a los que yo me habría negado. ¿Y por qué me negaba a ver esta película? Porque la verdad es que la monarquía inglesa no me llama absolutamente nada la atención. No es un tema ni que me interese ni que conozca lo suficiente como para tener ganas de ver una película como esta, aunque The Queen trata un momento histórico tan mediático que era imposible no saber sobre qué iba.
Esta película se centra en lo que supuso para los diferentes miembros de la familia real inglesa la trágica e inesperada muerte de Lady Di. Supongo que los que sois más viejales recordaréis un poco todo el drama que se vivió con que si Lady Di debía ser tratada como miembro de la familia real o no o con que si Diana era querida o no por su suegra y familia. Yo era bastante pequeña y solo me acuerdo del accidente y el multitudinario entierro, con Elton John cantanto cancioncicas tristes al piano y poco más, y la verdad es que no sabía que se había armado tanto revuelo con la muerte de la pobre Diana.
Para el tema que trata, la película es bastante amena e incluso emocionante. Yo me la había imaginado como un truñaco bastante elegante, pero la película consiguió engancharme enseguida, con sus personajes tan cercanos, y eso que estamos hablando de la realeza británica, y con el tipo de situaciones que se le presentan a cada uno. En su momento, recuerdo, se le dio mucho bombo a la interpretación de Helen Mirren, que es quien interpreta a la reina de Inglaterra, hasta el punto de conseguir un Oscar por su interpretación, pero oye, a mí no me ha parecido tan del otro mundo, aunque bien es cierto que eso de imitar a personajes importantes gusta mucho en Hollywood. El que sí que me gustó, y casi podría decir que ha sido mi personaje favorito en esta película es Michael Sheen haciendo de Tony Blair. La evolución de ese personaje me pareció de lo más interesante.
Y como toda película inglesa o que tenga que ver con los ingleses, la película es correcta y elegante, sobria pero brillante, y eso siempre es apetecible. Por todo ello finalmente he decidido darle a The Queen un copón de película. Un buen ejemplo de que una historia bien contada, aunque de primeras pueda no interesarte, termina por atraparte.
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