Después del disgustazo que me dio Alicia en el País de las Maravillas (hablo de la versión de Tim Burton) la verdad es que me esperaba cualquier cosa de Sombras Tenebrosas. Me esperaba desde la mierda más absoluta, es decir, algo peor todavía a la película que Tim hizo sobre Alicia, hasta la vuelta al humor mezclado con fantasmas de Bitelchús, por ejemplo, película que a mí me parece muy divertida.
El ir al cine esperándote lo peor de lo peor es algo, en el fondo, positivo, porque cualquier cosa que te pongan ya no te va a sentar tan mal. Si con Alicia me llevé disgusto fue porque soy muy fan de los libros de Carroll y del personaje de Alicia y bueno, creo que la película de Burton era bastante regulera desde el punto de vista del guión. Pero con Sombras Tenebrosas no tenía ese problema, porque aunque había leído que la película era una adaptación de una serie de televisión de los años 70, como no conocía dicha serie, no iba a poder enfadarme con el resultado.
La historia de esta nueva película de Tim Burton gira en torno al personaje de Barnabas Collins, un personaje, por cierto, muy carismático y divertido. Este señor fue convertido en vampiro por una bruja que le amaba locamente pero que no era correspondida, y doscientos años después sale de su tumba para volver al mundo, pero no al que él conocía, pues, como todos sabemos, en estos doscientos últimos años las cosas han cambiado bastante.
Como premisa no está nada mal. Eso de soltar a un ricachón del siglo XVIII en los años 70 parece bastante divertido, y la película se aprovecha de ello con infinidad de gags que van haciendo que la película vaya pasando sin mucha pena ni gloria, pero tampoco sin aburrir. El espectador enseguida se engancha a la historia y a los personajes, tan pintorescos y excéntricos, y se deja llevar por la aventurilla del centenario vampiro, que no es mucho más que una historia de celos, amor, venganzas y negocios. Lo malo es que la historia no empieza mal del todo, llega a un punto bastante interesante hacia la mitad de la película, pero luego se desmorona por completo con un final de WTF?
Los personajes secundarios no están muy bien aprovechados. Realmente están ahí "porque tienen que estar", porque saldrían en la serie, supongo, y algo tendrían que hacer con ellos, pero entre que algunos sobran y otros tienen giros totalmente inexplicables uno se vuelve un poco loco. Y esto ocurre, creo yo, por la misma razón que fallan algunas de las películas de Tim Burton: por la falta de un guión sólido.
Tim ha demostrado ya una y mil veces que es un gran director de cine, que tiene un estilo muy personal y que le encanta lo gótico, los colorindinguis, lo retro, lo fantástico y lo romántico. Sombras Tenebrosas tiene todas esas características, así que Tim se desenvuelve como pez en el agua, pero hasta donde un guión tan cogido con pinzas le deja. A esta película solo le falta eso, la potencia de un guión de más impacto, porque todo lo demás es casi perfecto, banda sonora incluida (de la mano, por supuesto, de Danny Elfman).
Entretenida y nada más, y a ratos ni eso. Pero tampoco aborrecible. Es una pena que una película con tantos puntos a favor se quede en la mediocridad, pero es lo que se merece. Por eso se queda en el ojete de monico, pudiendo haber llegado lejos, pues, repito, creo que tanto la premisa de esta película como los personajes principales son bastante divertidos. Ahora solo nos queda esperar a finales de año para ver Frankenweenie y tomar por fin la decisión de si Tim Burton es mierda o simplemente ha pasado por un bache. Mención especial al polvazo entre el vampiro y la bruja.
30 may 2012
22 may 2012
Encuentros en la tercera fase
¡Cuántos años han tenido que pasar para que una amante del misterio como yo por fin se pusiera a ver esta película! Aunque había oído hablar de ella montones de veces no fue hasta el pasado fin de semana que por fin me dije "es el momento de ver cómo eran las películas de extraterrestres en los años sententa". Esta película ya forma parte de la memoria colectiva, sobre todo sus cuatro notas principales que dan pie a una banda sonora (a cargo de John Williams ni más ni menos) inolvidable, y yo no podía dejarla pasar.
Encuentros en la tercera fase es una de las películas de extraterrestres más conocidas y valoradas todavía a día de hoy, y ahora que la he visto entiendo por qué. Pensé que trataría el tema de una manera completamente distinta, la verdad, me había formado en la cabeza una idea equivocada de la película, una mezcla de E.T. y Alien, no sé por qué, y como Alien no me gustó mucho (odiadme, pero no me gustó) se me habían quitado las ganas de ver más películas sobre marcianitos. Afortunadamente me decidí a ver la película y acabé disfrutándola.
Lo primero que llama la atención de esta película es que por ella no han pasado los años. El hecho de que las investigaciones con los encuentros alienígenas hayan caído en picado (aunque últimamente vuelven a estar más de moda, o eso me parece a mí) supongo que le ha venido bien, porque lo malo de las películas de ciencia ficción es que suelen perder credibilidad con el paso de los años por los avances de la humanidad. El gran acierto de esta película es tratar el tema del contacto con extraterrestres desde el plano más realista y humano posible.
En ese sentido, la historia me ha sorprendido bastante, no solo porque la llegada de la vida extraterrestre a La Tierra sea tan llamativa desde el principio sino por cómo afecta a la vida de las personas que logran tener comunicación con esos extraterrestres y cómo finalmente se produce el encuentro. Me ha parecido muy interesante el drama familiar que supone el contacto con los extraterrestres, y aunque creo que en algún momento al guión se le va un poco la pinza, en general me parece una película para nada excesiva, e incluso, como dije anteriormente, demasiado realista.
Si me dejáis hacer una crítica paranormal-friki, lo que menos me encaja de toda la película es el título. El título en español, quiero decir, porque mientras en inglés es bastante descriptivo: "Encuentros del tercer tipo", los encuentros esos en la tercera fase españoles a mí no me dejan nada claro y creo que alejan a la película de su contenido. Los encuentros del tercer tipo son aquellos encuentros en los que persona y marcianito se ven el uno al otro, pero encontrarse en una tercera fase no sé muy bien lo que es.
Pero bueno, no nos metamos en esos asuntos que no nos incumben, además de que yo ya debería haber aceptado que lo de la traducción de los títulos al español... es una tradición cuanto menos interesante de conocer. Lo que quiero dejar claro es que la película sigue funcionando incluso para los que la vemos por primera vez en el año 2012. Desde el primer momento la trama te atrapa, y, como le ocurre a sus protagonistas, cada vez queremos saber más y más hasta llegar al deslumbrante desenlace. Una película muy entretenida, pero que también, y casi sin quererlo, te invita a reflexionar y a fantasear con la idea de otros mundos. Copón de película para el joven Spielberg que ya tenía muy clara su pasión por el misterio y lo enigmático (Iker Jiménez style).
Encuentros en la tercera fase es una de las películas de extraterrestres más conocidas y valoradas todavía a día de hoy, y ahora que la he visto entiendo por qué. Pensé que trataría el tema de una manera completamente distinta, la verdad, me había formado en la cabeza una idea equivocada de la película, una mezcla de E.T. y Alien, no sé por qué, y como Alien no me gustó mucho (odiadme, pero no me gustó) se me habían quitado las ganas de ver más películas sobre marcianitos. Afortunadamente me decidí a ver la película y acabé disfrutándola.
Lo primero que llama la atención de esta película es que por ella no han pasado los años. El hecho de que las investigaciones con los encuentros alienígenas hayan caído en picado (aunque últimamente vuelven a estar más de moda, o eso me parece a mí) supongo que le ha venido bien, porque lo malo de las películas de ciencia ficción es que suelen perder credibilidad con el paso de los años por los avances de la humanidad. El gran acierto de esta película es tratar el tema del contacto con extraterrestres desde el plano más realista y humano posible.
En ese sentido, la historia me ha sorprendido bastante, no solo porque la llegada de la vida extraterrestre a La Tierra sea tan llamativa desde el principio sino por cómo afecta a la vida de las personas que logran tener comunicación con esos extraterrestres y cómo finalmente se produce el encuentro. Me ha parecido muy interesante el drama familiar que supone el contacto con los extraterrestres, y aunque creo que en algún momento al guión se le va un poco la pinza, en general me parece una película para nada excesiva, e incluso, como dije anteriormente, demasiado realista.
Si me dejáis hacer una crítica paranormal-friki, lo que menos me encaja de toda la película es el título. El título en español, quiero decir, porque mientras en inglés es bastante descriptivo: "Encuentros del tercer tipo", los encuentros esos en la tercera fase españoles a mí no me dejan nada claro y creo que alejan a la película de su contenido. Los encuentros del tercer tipo son aquellos encuentros en los que persona y marcianito se ven el uno al otro, pero encontrarse en una tercera fase no sé muy bien lo que es.
Pero bueno, no nos metamos en esos asuntos que no nos incumben, además de que yo ya debería haber aceptado que lo de la traducción de los títulos al español... es una tradición cuanto menos interesante de conocer. Lo que quiero dejar claro es que la película sigue funcionando incluso para los que la vemos por primera vez en el año 2012. Desde el primer momento la trama te atrapa, y, como le ocurre a sus protagonistas, cada vez queremos saber más y más hasta llegar al deslumbrante desenlace. Una película muy entretenida, pero que también, y casi sin quererlo, te invita a reflexionar y a fantasear con la idea de otros mundos. Copón de película para el joven Spielberg que ya tenía muy clara su pasión por el misterio y lo enigmático (Iker Jiménez style).
19 may 2012
American Pie: El reencuentro
Estos días atrás ya he dejado demostrado que soy fan de la saga de American Pie, aunque, vuelvo a especificar, solo de aquellas en las que salen Jim y Michelle. Por eso, cuando me enteré de la magnífica noticia de que estaban preparando una nueva película de la franquicia con el reparto original, no pude sino alegrarme, aunque luego, claro, me entraron los miedos de ¿y si es una mierda?. La única manera de enfrentarse a esos miedos era acudir al cine cuanto antes y... ¡que fuera lo que Dios quisiera!
Esta vez no fue como las demás. Generalmente procuro no ver trailers y demás adelantos para que no me quiten la sorpresa, pero esta vez no podía aguantar y ya sabía muchas de las cosas que me iba a encontrar. Además, por supuesto, las películas de American Pie tampoco destacan por sus rebuscados argumentos, así que incluso podía imaginar cómo iba a acabar, pero eso no impidió que disfrutase del momento.
Lo malo de esta película es que ves a los adultos protagonistas que la primera American Pie volviendo a hacer las mismas estupideces y dices... ¡virgencita! Pero lo bueno es que ves a los adultos protagonistas de la primera American Pie volviendo a hacer las mismas estupideces y empiezas a rescatar al adolescente que se partía con las bobadas típicas de esta saga dentro de ti y empiezas a ver la película con otros ojos. A excepción de Stifler. Stifler, a excepción de cuando le echó laxante a Culofino, nunca me había caído muy bien, pero en esta película ya es que ni me hace gracia. Creo que su personaje está completamente pasado de moda. Sin embargo queda compensado por la ternura y la inocencia... y la torpeza, sí, la torpeza también, de Jim, que sigue tan adorable como siempre... aunque en la peli tiene momentos de comportarse como un pequeño hijo de putilla... la verdad.
Este reencuentro es bonito porque te trae recuerdos, pero analizado fríamente, como una película independiente, la verdad es que es una peli bastante mierdaca. Pero claro, las hay que tenemos el corazón muy blandito y cualquier cosa nos conmueve, y a mí esta película realmente ha llegado a tocarme la fibra sensible, además de que me ha hecho pasar un buen rato y en algún que otro momento me he echado mis carcajadillas. Aunque sinceramente su gran atractivo y reclamo es la mera curiosidad, saber qué ha sido de aquellos adolescentes que ahora ya están casados, trabajando y comportándose como personas.
A ver si este ya es el fin de tan longeva saga, porque aunque se echará de menos ver al padre de Jim, a la madre de Stifler, a Sherminator y demás personajillos en la gran pantalla, yo creo que alguien ya debería decir "hasta aquí hemos llegado" y dejar que el recuerdo de estas películas sea lo único que las haga seguir vivas. Por mi parte esta última American Pie se lleva un copón de película absolutamente subjetivo y movido por la nostalgia, así que no es del todo real, pero... es lo que yo siento.
PD: Se me escapó alguna lagrimilla durante la película
Otra PD: Le escribí una carta a Jim Levenstein para Frikarte
Esta vez no fue como las demás. Generalmente procuro no ver trailers y demás adelantos para que no me quiten la sorpresa, pero esta vez no podía aguantar y ya sabía muchas de las cosas que me iba a encontrar. Además, por supuesto, las películas de American Pie tampoco destacan por sus rebuscados argumentos, así que incluso podía imaginar cómo iba a acabar, pero eso no impidió que disfrutase del momento.
Lo malo de esta película es que ves a los adultos protagonistas que la primera American Pie volviendo a hacer las mismas estupideces y dices... ¡virgencita! Pero lo bueno es que ves a los adultos protagonistas de la primera American Pie volviendo a hacer las mismas estupideces y empiezas a rescatar al adolescente que se partía con las bobadas típicas de esta saga dentro de ti y empiezas a ver la película con otros ojos. A excepción de Stifler. Stifler, a excepción de cuando le echó laxante a Culofino, nunca me había caído muy bien, pero en esta película ya es que ni me hace gracia. Creo que su personaje está completamente pasado de moda. Sin embargo queda compensado por la ternura y la inocencia... y la torpeza, sí, la torpeza también, de Jim, que sigue tan adorable como siempre... aunque en la peli tiene momentos de comportarse como un pequeño hijo de putilla... la verdad.
Este reencuentro es bonito porque te trae recuerdos, pero analizado fríamente, como una película independiente, la verdad es que es una peli bastante mierdaca. Pero claro, las hay que tenemos el corazón muy blandito y cualquier cosa nos conmueve, y a mí esta película realmente ha llegado a tocarme la fibra sensible, además de que me ha hecho pasar un buen rato y en algún que otro momento me he echado mis carcajadillas. Aunque sinceramente su gran atractivo y reclamo es la mera curiosidad, saber qué ha sido de aquellos adolescentes que ahora ya están casados, trabajando y comportándose como personas.
A ver si este ya es el fin de tan longeva saga, porque aunque se echará de menos ver al padre de Jim, a la madre de Stifler, a Sherminator y demás personajillos en la gran pantalla, yo creo que alguien ya debería decir "hasta aquí hemos llegado" y dejar que el recuerdo de estas películas sea lo único que las haga seguir vivas. Por mi parte esta última American Pie se lleva un copón de película absolutamente subjetivo y movido por la nostalgia, así que no es del todo real, pero... es lo que yo siento.
PD: Se me escapó alguna lagrimilla durante la película
Otra PD: Le escribí una carta a Jim Levenstein para Frikarte
Etiquetas:
American Pie El Reencuentro,
copón de película,
películas
17 may 2012
El sexto sentido
Parece que a estas alturas de la vida ya nada se puede decir de esta película que no se haya dicho antes. No creo que exista una sola persona del mundo civilizado ("civilizado") que no sepa el famosísimo final (que no por ello originalísimo) de El sexto sentido, película que lo petó pero bien petado hace ya unos cuantos añitos, pero que sigue siendo una pequeña joyita del cine porque por ella pasan los años estupendamente.
Hacía muchísimos años que no había vuelto a ver esta película. Yo es que me hice superfan enseguida, en cuanto la vi en el cine, y luego me la compré en VHS y todo, y hubo un tiempo en el que, por lo menos cinco o seis veces, me la vi, pero de repente un día me aburrió y ya no quise volver a saber de ella nunca más. De hecho, cuando hice el cambio de películas originales en VHS a nuevas películas originales en DVD esta ni siquiera entró en mi lista de los deseos porque ya no me apetecía tenerla. Pero mira tú por donde, la semana pasada, en plan nostálgico, decidí recordarla, y nada más terminarla tuve que meterla en mi lista de "Películas que me quiero comprar", porque es una película estupenda.
Supongo que sobra contar de qué va la película, y sobra incluso decir que al final Bruce Willis está muerto, pero lo que sí me gustaría contar es que, aunque se ha calificado esta película como "terror", simplemente por el hecho de que en ella salen fantasmas, yo diría más bien que es un drama y de los gordos. Para empezar, yo creo que el tema principal de esta película no es que un pobre niño (un poco freak, las cosas como son) vea muertos, que ya me parece suficiente drama de por sí, sino que el tema principal de esta película es la frustración y la incomunicación. En numerosas ocasiones se ponen ante nuestros ojos escenas de seres frustrados (un hombre que no pudo ayudar a un paciente, una madre que no puede ayudar a su hijo, un niño que siente que nadie le creerá si cuenta lo que ve) y momentos en los que falla la comunicación entre las "personas", estén vivas o muertas. Por decirlo de alguna manera, el desenlace real de El sexto sentido no es que al final Bruce (pobre Bruce, ¡eres el mejor!) no sobreviviera al disparo, sino que consigue superar su problema y comunicarse con su mujer.
Por lo tanto, la historia de los fantasmas queda automáticamente relegada a un segundo plano. De hecho, los momentos de "pasar miedo" en esta película son muy puntuales. Eso sí, yo recuerdo la primera vez que vi esta película en el cine, y... ¡¡¡joder!!! No me acojoné ni nada. La escena de la niña bajo la tienda de campaña improvisada que tenía el protagonista a mí casi me mata de un infarto.
Sin duda alguna podemos decir que la base de esta gran película es que tiene un guión cojonudo. Pero así: cojonudo. Todas las escenas son alucinantes, y la evolución de la trama, tanto del terapeuta como del niño son perfectas. Además, por supuesto, del engaño al que nos vemos expuestos, en los que somos capaces de creernos que el resto de la gente sí está viendo a Bruce Willis. Y eso también es un punto a favor de lo bien escrita que está. Da igual que ya te sepas el final de la película, volverla a ver es volver a disfrutarla.
Si a ese guión tan maravilloso le sumas una dirección estupenda por parte de un desconocido hasta entonces director hindú (que hoy en día no sé qué coño le ha pasado pero solo hace mierda), una banda sonora escalofriante y unas actuaciones, sobre todo la del niño, Haley Joel Osment (que también cayó en picado, como el director de la cinta) y su madre, la grandiosa actriz Toni Collette, pues ¡para qué quieres más! (Y Bruce Willis, que es el puto amo).
Me alegro de haber vuelto a verla porque tenía en mi cabeza un recuerdo de ella bastante distorsionado. Además, ahora que soy todavía más freak del mundo paranormal, he podido comprobar que la película tiene una gran documentación para recrear experiencias con "los muertos", lo cual también es de agradecer. Se lleva un recopetín de película, y espero que no tarde mucho en entrar a formar parte de mi nueva colección de películas.
Hacía muchísimos años que no había vuelto a ver esta película. Yo es que me hice superfan enseguida, en cuanto la vi en el cine, y luego me la compré en VHS y todo, y hubo un tiempo en el que, por lo menos cinco o seis veces, me la vi, pero de repente un día me aburrió y ya no quise volver a saber de ella nunca más. De hecho, cuando hice el cambio de películas originales en VHS a nuevas películas originales en DVD esta ni siquiera entró en mi lista de los deseos porque ya no me apetecía tenerla. Pero mira tú por donde, la semana pasada, en plan nostálgico, decidí recordarla, y nada más terminarla tuve que meterla en mi lista de "Películas que me quiero comprar", porque es una película estupenda.
Supongo que sobra contar de qué va la película, y sobra incluso decir que al final Bruce Willis está muerto, pero lo que sí me gustaría contar es que, aunque se ha calificado esta película como "terror", simplemente por el hecho de que en ella salen fantasmas, yo diría más bien que es un drama y de los gordos. Para empezar, yo creo que el tema principal de esta película no es que un pobre niño (un poco freak, las cosas como son) vea muertos, que ya me parece suficiente drama de por sí, sino que el tema principal de esta película es la frustración y la incomunicación. En numerosas ocasiones se ponen ante nuestros ojos escenas de seres frustrados (un hombre que no pudo ayudar a un paciente, una madre que no puede ayudar a su hijo, un niño que siente que nadie le creerá si cuenta lo que ve) y momentos en los que falla la comunicación entre las "personas", estén vivas o muertas. Por decirlo de alguna manera, el desenlace real de El sexto sentido no es que al final Bruce (pobre Bruce, ¡eres el mejor!) no sobreviviera al disparo, sino que consigue superar su problema y comunicarse con su mujer.
Por lo tanto, la historia de los fantasmas queda automáticamente relegada a un segundo plano. De hecho, los momentos de "pasar miedo" en esta película son muy puntuales. Eso sí, yo recuerdo la primera vez que vi esta película en el cine, y... ¡¡¡joder!!! No me acojoné ni nada. La escena de la niña bajo la tienda de campaña improvisada que tenía el protagonista a mí casi me mata de un infarto.
Sin duda alguna podemos decir que la base de esta gran película es que tiene un guión cojonudo. Pero así: cojonudo. Todas las escenas son alucinantes, y la evolución de la trama, tanto del terapeuta como del niño son perfectas. Además, por supuesto, del engaño al que nos vemos expuestos, en los que somos capaces de creernos que el resto de la gente sí está viendo a Bruce Willis. Y eso también es un punto a favor de lo bien escrita que está. Da igual que ya te sepas el final de la película, volverla a ver es volver a disfrutarla.
Si a ese guión tan maravilloso le sumas una dirección estupenda por parte de un desconocido hasta entonces director hindú (que hoy en día no sé qué coño le ha pasado pero solo hace mierda), una banda sonora escalofriante y unas actuaciones, sobre todo la del niño, Haley Joel Osment (que también cayó en picado, como el director de la cinta) y su madre, la grandiosa actriz Toni Collette, pues ¡para qué quieres más! (Y Bruce Willis, que es el puto amo).
Me alegro de haber vuelto a verla porque tenía en mi cabeza un recuerdo de ella bastante distorsionado. Además, ahora que soy todavía más freak del mundo paranormal, he podido comprobar que la película tiene una gran documentación para recrear experiencias con "los muertos", lo cual también es de agradecer. Se lleva un recopetín de película, y espero que no tarde mucho en entrar a formar parte de mi nueva colección de películas.
Etiquetas:
El sexto sentido,
películas,
recopetín de película
14 may 2012
American Pie 2 & 3
Como suele pasar siempre que una saga estrena nueva película muchocientos años después, para prepararse para el estreno hay que echarle antes un vistazo a todas las películas anteriores, por recordar viejos tiempos y por tener más nítidos los recuerdos para luego poder sentirte realizado encontrando guiños en la nueva película. Por esta razón, preparándome para el estreno de American Pie: el reencuentro decidí volver a ver la segunda y tercera parte de la franquicia de los adolescentes salidos y fiesteros.
Lo que más llama la atención de las siguientes películas al boom de la primera American Pie, es, como suele pasar en estos casos, el bajón de calidad. Los personajes ya no nos pillan por sorpresa y ahora es mucho más difícil impresionar al espectador, y como es mejor hacer las cosas fáciles que difíciles, pues en vez de mostrarnos algo nuevamente original, estiramos las bromas de las tetas y las locuras sexuales hasta donde el espectador aguante. En la segunda entrega los amigos se van a una casa de la playa a pasar el verano, y por supuesto, en la playa siempre se ve alguna teta, y bueno, en la tercera, que va de una boda... tenemos una despedida de solteros (que podría calificarse de pornografía).
Eso sí, la esencia de los personajes sigue intacta, y eso siempre es de agradecer. En este caso no se conforman con seguir engordando el estereotipo y podemos seguir conociendo a los protagonistas de la saga, que, aunque vuelvan a emborracharse y a preocuparse solamente por el sexo, no resultan del todo repetitivos, ya que, cada uno en su estilo, siguen siendo divertidos.
Jim nos vuelve a sorprender con una nueva práctica masturbatoria al probar a untar su palito del amor con pegamento, escena de la segunda película totalmente a la altura de la tarta de manzana de la primera, Culofino vuelve a tener un encuentro con la madre de Stifler, (aunque esta vez demasiado forzado, no?) Oz sigue enamoradísimo (aunque desaparece, sin que sepamos por qué, en la tercera entrega) y Kevin sigue aprendiendo sobre el amor. Y, por supuesto, el padre de Jim sigue dando consejos a su hijo realmente incómodos. Además, en la segunda película vamos a conocer el famoso campamento de música en el que pasa los veranos Michelle, donde tendrán lugar escenas bastante divertidas.
Lo malo de la segunda parte es que vuelve a ser exactamente lo mismo, aunque con un final un poco más feliz. Y lo malo de la tercera parte, la película de la preparación de la boda entre Jim y Michelle, es que aun teniendo un punto de partida diferente al resto de películas (ya no solo es sexo sexo sexo, ahora estamos hablando de amor) vuelve a ser otra vez lo mismo, incluso algo más bestia.
Está claro que si te gustó la primera y encajaste con ese tipo de humor estas siguientes películas no pueden aburrirte, pero está claro también que la primera parte fue la original y estas solo han seguido su estela de éxito, aunque sin perder, todavía, (aunque casi casi casi) la frescura de la primera. Y digo todavía aunque casi casi casi porque a partir de la cuarta película de American Pie ya solo tenemos mierda y mierda y más mierda.
Pero bueno, como estas dos aún no son del todo mierda y mierda, vamos a dejarlas en un ojete de monico. Son películas que se recordarán por un par de escenas de divertidas pero por muy poco más, ya que solo sirven para demostrarnos que los chicos crecen pero siguen siendo los mismos y bla bla bla y qué importante es la amistad.
Lo que más llama la atención de las siguientes películas al boom de la primera American Pie, es, como suele pasar en estos casos, el bajón de calidad. Los personajes ya no nos pillan por sorpresa y ahora es mucho más difícil impresionar al espectador, y como es mejor hacer las cosas fáciles que difíciles, pues en vez de mostrarnos algo nuevamente original, estiramos las bromas de las tetas y las locuras sexuales hasta donde el espectador aguante. En la segunda entrega los amigos se van a una casa de la playa a pasar el verano, y por supuesto, en la playa siempre se ve alguna teta, y bueno, en la tercera, que va de una boda... tenemos una despedida de solteros (que podría calificarse de pornografía).
Eso sí, la esencia de los personajes sigue intacta, y eso siempre es de agradecer. En este caso no se conforman con seguir engordando el estereotipo y podemos seguir conociendo a los protagonistas de la saga, que, aunque vuelvan a emborracharse y a preocuparse solamente por el sexo, no resultan del todo repetitivos, ya que, cada uno en su estilo, siguen siendo divertidos.
Jim nos vuelve a sorprender con una nueva práctica masturbatoria al probar a untar su palito del amor con pegamento, escena de la segunda película totalmente a la altura de la tarta de manzana de la primera, Culofino vuelve a tener un encuentro con la madre de Stifler, (aunque esta vez demasiado forzado, no?) Oz sigue enamoradísimo (aunque desaparece, sin que sepamos por qué, en la tercera entrega) y Kevin sigue aprendiendo sobre el amor. Y, por supuesto, el padre de Jim sigue dando consejos a su hijo realmente incómodos. Además, en la segunda película vamos a conocer el famoso campamento de música en el que pasa los veranos Michelle, donde tendrán lugar escenas bastante divertidas.
Lo malo de la segunda parte es que vuelve a ser exactamente lo mismo, aunque con un final un poco más feliz. Y lo malo de la tercera parte, la película de la preparación de la boda entre Jim y Michelle, es que aun teniendo un punto de partida diferente al resto de películas (ya no solo es sexo sexo sexo, ahora estamos hablando de amor) vuelve a ser otra vez lo mismo, incluso algo más bestia.
Está claro que si te gustó la primera y encajaste con ese tipo de humor estas siguientes películas no pueden aburrirte, pero está claro también que la primera parte fue la original y estas solo han seguido su estela de éxito, aunque sin perder, todavía, (aunque casi casi casi) la frescura de la primera. Y digo todavía aunque casi casi casi porque a partir de la cuarta película de American Pie ya solo tenemos mierda y mierda y más mierda.
Pero bueno, como estas dos aún no son del todo mierda y mierda, vamos a dejarlas en un ojete de monico. Son películas que se recordarán por un par de escenas de divertidas pero por muy poco más, ya que solo sirven para demostrarnos que los chicos crecen pero siguen siendo los mismos y bla bla bla y qué importante es la amistad.
7 may 2012
Tenemos que hablar de Kevin
Primera vez en mi vida que sigo una recomendación de la Cuore (sí, sí, la revista esta de los ARGS y el no photoshop) a la hora de interesarme por una película. Sigo comprando la Cuore como revista de cagar y hace un par de semanas en dicha revista entrevistaban a Tilda Swinton, protagonista de esta película, con motivo del estreno de la misma. Evidentemente, en la entrevista se hablaba un poco del argumento de la película y enseguida me interesé por Tenemos que hablar de Kevin, que trataba sobre una madre cuyo hijo había cometido un horrible crimen en un instituto estadounidense.
Otra cosa no, pero a mí un adolescente trastornado me encanta, con lo cual el hecho de que en una película/serie/novela se toque el caso de un niño que mata ya me interesa desde el principio. Pero lo original de esta película es que estaba vista desde el punto de vista de la madre. Nunca me había parado a pensar en esas madres cuyos hijos cometen actos atroces. ¿Están locas esas madres y les trasmiten esa locura a sus hijos? ¿Crean ambientes tan agobiantes que hacen al hijo estallar de cualquier manera? ¿O son madres perfectamente normales que simplemente han tenido muy mala suerte?
En el caso de Tenemos que hablar de Kevin, Eva, la madre protagonista, es una mujer normal que ha esperado a tener ya unos añitos para ser madre, y aunque quiere mucho a su hijo, ella llega a sentir que su bebé ha sido un castigo del cielo, pues aunque se encarga de su cuidado y educación prácticamente al completo, no es capaz de llegar a entender del todo a su hijo, y eso la hace sentir mal.
Según va creciendo Kevin también nos vamos dando cuenta de que es que el niño es un poco cabroncete, y, por qué no decirlo, raro de cojones. Y claro, la madre, pues cada vez está más preocupada y cada vez se la ve más sufridora. Hasta que ¡pum! llega el día de la tragedia y bueno... ¡una pena! Qué os voy a contar yo que no os imaginéis.
No obstante, la película no está contada así tan lineal como os la cuento yo. La película es una retrospectiva, es decir, desde el presente, cuando el crimen ya ha sido cometido, la madre va retrocediendo hacia el pasado, mezclándose en su cabeza los recuerdos felices con los más duros, mientras vemos cómo es la vida de una madre meses después de que su hijo montase la fiesta que montó.
De hecho, uno de los puntos más atractivos que tiene esta película es que no está contada cronológicamente. Así, el guión es capaz de ir in crescendo y la intriga se apodera de ti, que estás deseando saber cómo se ha llegado a una situación tan terrible. Eso sí, aunque la historia es muy potente y sobrecogedora, el guión no es lo mejor. He de decir que lo mejor que tiene esta película es la magnífica interpretación de Tilda, que carga sobre sus hombros todo el peso de la película, que está presente en prácticamente todas las escenas y que te hace conectar con ella desde el primer minuto.
Sin duda alguna os recomiendo esta película. Creo que es una cinta muy interesante y que no dejará a nadie indiferente. Aunque su ritmo es muy lento no llega a aburrir en ningún momento por la fuerza de las imágenes y de la historia que se está contando. Yo le doy un copón de película y la coloco, por ahora, entre las mejores películas del 2012.
Otra cosa no, pero a mí un adolescente trastornado me encanta, con lo cual el hecho de que en una película/serie/novela se toque el caso de un niño que mata ya me interesa desde el principio. Pero lo original de esta película es que estaba vista desde el punto de vista de la madre. Nunca me había parado a pensar en esas madres cuyos hijos cometen actos atroces. ¿Están locas esas madres y les trasmiten esa locura a sus hijos? ¿Crean ambientes tan agobiantes que hacen al hijo estallar de cualquier manera? ¿O son madres perfectamente normales que simplemente han tenido muy mala suerte?
En el caso de Tenemos que hablar de Kevin, Eva, la madre protagonista, es una mujer normal que ha esperado a tener ya unos añitos para ser madre, y aunque quiere mucho a su hijo, ella llega a sentir que su bebé ha sido un castigo del cielo, pues aunque se encarga de su cuidado y educación prácticamente al completo, no es capaz de llegar a entender del todo a su hijo, y eso la hace sentir mal.
Según va creciendo Kevin también nos vamos dando cuenta de que es que el niño es un poco cabroncete, y, por qué no decirlo, raro de cojones. Y claro, la madre, pues cada vez está más preocupada y cada vez se la ve más sufridora. Hasta que ¡pum! llega el día de la tragedia y bueno... ¡una pena! Qué os voy a contar yo que no os imaginéis.
No obstante, la película no está contada así tan lineal como os la cuento yo. La película es una retrospectiva, es decir, desde el presente, cuando el crimen ya ha sido cometido, la madre va retrocediendo hacia el pasado, mezclándose en su cabeza los recuerdos felices con los más duros, mientras vemos cómo es la vida de una madre meses después de que su hijo montase la fiesta que montó.
De hecho, uno de los puntos más atractivos que tiene esta película es que no está contada cronológicamente. Así, el guión es capaz de ir in crescendo y la intriga se apodera de ti, que estás deseando saber cómo se ha llegado a una situación tan terrible. Eso sí, aunque la historia es muy potente y sobrecogedora, el guión no es lo mejor. He de decir que lo mejor que tiene esta película es la magnífica interpretación de Tilda, que carga sobre sus hombros todo el peso de la película, que está presente en prácticamente todas las escenas y que te hace conectar con ella desde el primer minuto.
Sin duda alguna os recomiendo esta película. Creo que es una cinta muy interesante y que no dejará a nadie indiferente. Aunque su ritmo es muy lento no llega a aburrir en ningún momento por la fuerza de las imágenes y de la historia que se está contando. Yo le doy un copón de película y la coloco, por ahora, entre las mejores películas del 2012.
5 may 2012
Cherry Falls
Hace unos días me pasé por la sección de audiovisuales de la biblioteca y decidí dejarme llevar. Me planté ante la estantería de terror y dejé que mis ojos se movieran en busca de un título del que nunca hubiera oído hablar. Ellos se detuvieron ante Cherry Falls, y mi mano se adelantó para coger la caja. Antes de llevármela, decidí leerme la sinopsis, y solamente con las tres líneas de argumento que estaban escritas en la parte de atrás de esa caja supe que tenía que ser esta la película que me llevase.
Decía la sinopsis algo más o menos así: en una tranquila ciudad en la que nunca pasa nada un asesino en serie comenzará a matar a jóvenes que aún no han perdido su virginidad. La única manera de librarse de la muerte es celebrar una gran orgía. ¡¡¡ME LA LLEVO!!!
Por supuesto sabía perfectamente lo que me llevaba. Una peli mala para pasar una tarde aburrida, así que desde el primer momento no esperé nada de Cherry Falls, y eso es lo que obtuve: absolutamente nada. Es verdad que la hora y media se me pasó sin mucho aburrimiento, pero... ¡madre mía, madre mía!
Casi podría decir que lo mejor de la película es ver a Brittany Murphy otra vez viva, porque el resto es bastante regulero. Es verdad que la película te entretiene, pero no tiene absolutamente nada bueno a lo que agarrarse. De hecho, me podía atrever a decir que el asesino de esta película es de lo peor que he visto en toda mi vida, y eso que me gusta bastante tragarme alguna mierdecilla de vez en cuando.
Eso sí, por si alguno de mis lectores se anima a echarle un ojo, por favor que lo haga desde un punto de vista totalmente humorístico, porque una cinta como esta es imposible tomársela en serio. Es mejor reírse de sus fallos que no volverse loco a contar desgracias cinematográficas.
Por supuesto, mi nota no podía ser otra que un ojete de dromedario. Sé que podría haberle dado el de ballena, que es el gran ojete, pero no sé por qué motivo o razón, aún sabiendo que de esta película no se salva nada, mi corazón me ha hecho darle algo más de nota porque en el fondo me lo he pasado bien viéndola. Eso sí, que quede claro, con estas palabras no estoy haciendo una recomendación. La película es mala, mala, pero conmigo cumplió su cometido.
Decía la sinopsis algo más o menos así: en una tranquila ciudad en la que nunca pasa nada un asesino en serie comenzará a matar a jóvenes que aún no han perdido su virginidad. La única manera de librarse de la muerte es celebrar una gran orgía. ¡¡¡ME LA LLEVO!!!
Por supuesto sabía perfectamente lo que me llevaba. Una peli mala para pasar una tarde aburrida, así que desde el primer momento no esperé nada de Cherry Falls, y eso es lo que obtuve: absolutamente nada. Es verdad que la hora y media se me pasó sin mucho aburrimiento, pero... ¡madre mía, madre mía!
Casi podría decir que lo mejor de la película es ver a Brittany Murphy otra vez viva, porque el resto es bastante regulero. Es verdad que la película te entretiene, pero no tiene absolutamente nada bueno a lo que agarrarse. De hecho, me podía atrever a decir que el asesino de esta película es de lo peor que he visto en toda mi vida, y eso que me gusta bastante tragarme alguna mierdecilla de vez en cuando.
Eso sí, por si alguno de mis lectores se anima a echarle un ojo, por favor que lo haga desde un punto de vista totalmente humorístico, porque una cinta como esta es imposible tomársela en serio. Es mejor reírse de sus fallos que no volverse loco a contar desgracias cinematográficas.
Por supuesto, mi nota no podía ser otra que un ojete de dromedario. Sé que podría haberle dado el de ballena, que es el gran ojete, pero no sé por qué motivo o razón, aún sabiendo que de esta película no se salva nada, mi corazón me ha hecho darle algo más de nota porque en el fondo me lo he pasado bien viéndola. Eso sí, que quede claro, con estas palabras no estoy haciendo una recomendación. La película es mala, mala, pero conmigo cumplió su cometido.
Etiquetas:
Cherry Falls,
ojete de dromedario,
películas
2 may 2012
Nadie conoce a Nadie
Aprovechando la festividad de mi comunidad, y que, por fin podía disfrutar de un día a mis anchas en casa, decidí darme un homenaje cinematográfico. Ese homenaje incluía el visionado de una película que cuando era más joven me gustaba bastante, Nadie conoce a nadie. Como sabéis, yo soy muy semanasantera, y ya solo el hecho de que se mezclara el thriller, uno de mis géneros cinematográficos preferidos, con la Semana Santa, me hacía ser muy feliz. No obstante, hacía muchos muchos años que no veía esta película, y sabía que podía correr el riesgo de desde estos ojos de adulta la película terminase pareciéndome una soberana mierda. Pero me arriesgué, y este fue el resultado.
Por si alguno de mis queridos lectores no tiene ni la más remota idea de qué película es esta, os contaré un poco su argumento, aunque ya he revelado las principales pistas. Nadie conoce a nadie surge en un momento en el que los juegos de rol eran un peligro para la sociedad puesto que incitaban a los jóvenes a matarse entre ellos. De ahí saca esta película su principal tema, y así nos presenta a un grupo de personas que quieren utilizar la ciudad de Sevilla como escenario para desarrollar su partida de rol. Eso supondrá que haya una serie de muertes que le vayan tocando cada vez más cerca al protagonista de la película, Simón, que terminará siendo picado por la curiosidad y comenzará a investigar el caso. Y lo de la Semana Santa no es más que un marco de la historia, marco muy bonito, por cierto, que viene justificado por el triunfo del anticristo (siempre dentro del juego de rol) durante la famosa madrugá sevillana.
La película es entretenida, eso está claro. Como película de "tengo un rato aburrido voy a ponerme algo que simplemente me entretenga y no me dé mucho que pensar" funciona a la perfección, aunque como thriller ya la he visto un poco regulera. Lo que de pequeña me llenaba de intriga y me metía por completo en la película ahora me ha parecido más bien una chorradaza como un piano. La verdad es que la historia está bastante cogida con pinzas. Supongo que en su momento funcionaría por el contexto en el que se movió la sociedad a finales de los noventa y principios del nuevo milenio, pero si algo está claro es que esta peli ha envejecido bastante mal, y vista en el año 2012 resulta bastante cutre.
Casi me atrevería a decir que lo mejor de la película es Eduardo Noriega, así que tú fíjate cómo estamos. No obstante, yo la sigo defendiendo. Todos tenemos varios títulos que sabemos que son malos pero nos encantan, porque nos recuerdan cosas, porque nos hacen pasar un buen rato o simplemente porque sí, y punto. Y mira, la verdad es que volver a ver Nadie conoce a nadie ha sido una grata experiencia. He disfrutado viéndola, aunque se me escapasen las risitas en algunos momentos.
La historia no arranca mal del todo, aunque llega un momento en el que se vuelve cutre, como ya he dicho anteriormente, y si aceptas el cambio a la cutrez, cambio que se produce en cuando el protagonista "entra en el juego", puedes pasártelo estupendamente también. Y, ¿qué me decís del final, aquellos que lo hayáis visto? El cúlmen del "válgame Dios", que a mí, por otra parte, me parece maravilloso.
Por eso tengo que decir que aunque puedo decir y digo que esta es una película bastante limitadita, yo me la volvería a ver dentro de un par de años para volver a sonreír pensando "cómo éramos". Se merece otra nota, y lo sé, pero como este es mi blog y hago lo que quiero, le voy a dar el copón de película.
Por cierto, untipofeliz me ha vuelto a agasajar con otro de sus gifs cinematográficos. Cuando le dije que estaba viendo esta película se animó a verla también y me mandó esta animación. ¿Qué os parece?
Por si alguno de mis queridos lectores no tiene ni la más remota idea de qué película es esta, os contaré un poco su argumento, aunque ya he revelado las principales pistas. Nadie conoce a nadie surge en un momento en el que los juegos de rol eran un peligro para la sociedad puesto que incitaban a los jóvenes a matarse entre ellos. De ahí saca esta película su principal tema, y así nos presenta a un grupo de personas que quieren utilizar la ciudad de Sevilla como escenario para desarrollar su partida de rol. Eso supondrá que haya una serie de muertes que le vayan tocando cada vez más cerca al protagonista de la película, Simón, que terminará siendo picado por la curiosidad y comenzará a investigar el caso. Y lo de la Semana Santa no es más que un marco de la historia, marco muy bonito, por cierto, que viene justificado por el triunfo del anticristo (siempre dentro del juego de rol) durante la famosa madrugá sevillana.
La película es entretenida, eso está claro. Como película de "tengo un rato aburrido voy a ponerme algo que simplemente me entretenga y no me dé mucho que pensar" funciona a la perfección, aunque como thriller ya la he visto un poco regulera. Lo que de pequeña me llenaba de intriga y me metía por completo en la película ahora me ha parecido más bien una chorradaza como un piano. La verdad es que la historia está bastante cogida con pinzas. Supongo que en su momento funcionaría por el contexto en el que se movió la sociedad a finales de los noventa y principios del nuevo milenio, pero si algo está claro es que esta peli ha envejecido bastante mal, y vista en el año 2012 resulta bastante cutre.
Casi me atrevería a decir que lo mejor de la película es Eduardo Noriega, así que tú fíjate cómo estamos. No obstante, yo la sigo defendiendo. Todos tenemos varios títulos que sabemos que son malos pero nos encantan, porque nos recuerdan cosas, porque nos hacen pasar un buen rato o simplemente porque sí, y punto. Y mira, la verdad es que volver a ver Nadie conoce a nadie ha sido una grata experiencia. He disfrutado viéndola, aunque se me escapasen las risitas en algunos momentos.
La historia no arranca mal del todo, aunque llega un momento en el que se vuelve cutre, como ya he dicho anteriormente, y si aceptas el cambio a la cutrez, cambio que se produce en cuando el protagonista "entra en el juego", puedes pasártelo estupendamente también. Y, ¿qué me decís del final, aquellos que lo hayáis visto? El cúlmen del "válgame Dios", que a mí, por otra parte, me parece maravilloso.
Por eso tengo que decir que aunque puedo decir y digo que esta es una película bastante limitadita, yo me la volvería a ver dentro de un par de años para volver a sonreír pensando "cómo éramos". Se merece otra nota, y lo sé, pero como este es mi blog y hago lo que quiero, le voy a dar el copón de película.
Por cierto, untipofeliz me ha vuelto a agasajar con otro de sus gifs cinematográficos. Cuando le dije que estaba viendo esta película se animó a verla también y me mandó esta animación. ¿Qué os parece?
Etiquetas:
copón de película,
Nadie conoce a nadie,
películas
Suscribirse a:
Entradas (Atom)