Queridos lectores: lo confieso. Wes Anderson nunca ha sido santo de mi devoción. Tanto es así, que he intentando ver sus pelícuals, he puesto de mi parte, pero no he conseguido acabar ninguna. Un día me dio por empezar Los Tenenbaums y la dejé a medias, otro día me dio por empezar Fantástico Sr. Fox y la dejé a medias, y otro día me dio por empezar Moonrise Kingdom y la dejé a medias.
Afortunadamente esta vez fui al cine a ver El gran hotel Budapest, y quizás eso ayudara a que no pudiera dejarla a medias (no soy de esas personas que suelen salirse de una sala de cine), pero sin duda alguna lo que más ayudó a que no dejase la sala es que es una película que no te da un respiro. Ritmo trepidante no solo en sus diálogos, magníficos, sino en cada una de sus escenas. El gran hotel Budapest puede gustarte o no, pero es imposible que te aburra.
Aunque me gustaría pensar que a mis distinguidos lectores además de entretenerles, esta película les maravillará, puesto que es tan meticulosamente preciosa que es imposible no quedar encantada con la magia que desprende este fantástico hotel cuyas paredes guardan miles y miles de historias.
El conserje de este hotel será el coprotagonista de la película y quien nos guiará por una disparatada aventura que se reduce a "su amante murió, le dejó herencia, y ahora la familia de esa viejísima amante está en contra de él". Así, de la mano de Gustave y Zero, su bonotes de confianza, recorreremos la historia (hacia atrás, hacia delante y en todas las direcciones) de este apasionante lugar.
Lo que más destaca de esta película, obviando el hotelazo, es su reparto. Anderson se ha hecho con un montón de caras conocidas y los ha caracterizado de una manera tan peculiar que solo por eso merece la pena. Ralph Fiennes, Tony Revolori, Saoirse Ronan, Bill Murray, Jude Law, Willem Dafoe, Tilda Swinton, Harvey Keitel, Edward Norton, Adrien Brody... todo actorazos y todos geniales a las órdenes de este director (con quien espero reconciliarme).
Os recomiendo encarecidamente que le deis una oportunidad (a poder ser en pantalla grande, porque cada uno de sus detalles merece la pena y cuando más grande sea la pantalla en la que la veáis, mejor). Por supuesto, se lleva el copón de película.
Película 18 reto 2014