Desde que vi Fahrenheit 9/11 me he visto todos los documentales del famoso Michael Moore porque me parecía que tenía una manera muy didáctica de mostrarnos la realidad y sus puntos de vista, pero creo que con Capitalismo: una historia de amor, se le ha ido un poco la perola o, lo que es peor, se le ha subido su personaje a la cabeza y se ha vuelto un poco loco.
Llevaba ya un tiempito queriendo ver este documental, pero la verdad es que, al igual que tuve una temporada en la que vi un montón de documentales famosos, llevaba ya más de un año sin haber vuelto a este género, y, las cosas como son, me daba un poco de pereza, pero no podía dejar pasar una película como esta, además tratando un tema como el que trata, el capitalismo, tema que ya, por narices, nos interesa a todos.
Esta vez Michael Moore nos explica (más o menos) cómo está afectando el sistema capitalista al ciudadano medio estadounidense, que está empezando a perder sus posesiones y a empobrecerse gracias a los juegos de unos cuantos milmillonarios que quieren ser todavía más ricos, y cómo históricamente los gobiernos de EEUU se habían preocupado más por los derechos de las personas que por el dinero... y ahora ya no.
Está muy bien que se hagan documentales como estos para mostrar a la gente las consecuencias del sistema en el que vivimos, pero creo que en este caso la película parece más buscar las lágrimas del espectador que su reaccionismo. Un documental algo más demagogo de lo normal, dentro de lo que ya es un documental de Michael Moore, que sí, hace muy bien en denunciar las situaciones por las que muchas personas están pasando debido a esta crisis financiera, pero... en mi opinión, quizá otro punto de vista más objetivo hubiera ayudado mucho más a la verosimilitud de la película.
Aunque la película ya tiene un par de años, creo que trata un tema lo suficientemente importante como para tratarlo desde un punto de vista serio, al igual que hizo, por ejemplo, con las muertes del Columbine, y es que hay momentos en este último documental de Moore que uno no sabe si reír o llorar.
La película está demasiado dirigida al público norteamericano, cosa que por otra parte es normal, aunque el capitalismo, de un modo u otro, nos esté afectando a todos. Da a entender que la sociedad norteamericana está realmente manipulada y que los gobiernos tiran ya de cualquier cosa, incluso de Dios, para justificar sus acciones, lo cual me parece bastante triste.
Yo creo que vale la pena verla, pero no buscando en ella la solución o la forma de combatir el sistema que está acabando con nosotros, sino como mero "entretenimiento", como algo anecdótico. A ver si saco ganas y me veo Inside Job, documental que también aborda las causas de esta crisis económica, para enterarme realmente de qué es lo que está pasando. Capitalismo: una historia de amor no consigue el aprobado y se queda con un ojete de monico.
30 ene 2012
27 ene 2012
Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres (2011)
Aunque no me he leído los libros, que es que da pereza solo de ver lo grandes que son, sí vi en su momento la saga completa de Millennium, y ahora que ha vuelto a la gran pantalla, y además de la mano de David Fincher, uno de mis directores favoritos, no podía perdérmela. Eso sí, quiero dejar claro que me parece fatal esta costumbre americana de hacer remakes de todo lo que les gusta de fuera, en vez de sacarle jugo al producto original, pero bueno, aún con estas ideas me acerqué al cine a ver qué tal se le había dado al director de grandes peliculones como El Club de la Lucha o Zodiac (mi favorita) adaptar esta película.
Vi la película original en su momento y desde entonces no la había vuelto a ver, así que fresca lo que se dice fresca no la tenía, y eso habrá propiciado, seguramente, a que en un primer momento la versión americana no me haya cantado por ningún lado. Se parece bastante a la original, aunque quiero pensar que la versión de Fincher es algo menos sobrecogedora, se recrea menos en las escenas más violentas, a destacar las protagonizadas por Lisbeth, que me dejaron sin respiración en la película noruega y en esta, o bien porque ya sabía lo que iba a pasar o bien porque pasan más rápido, no me han llegado tanto al alma.
Ese es el único pero que le veo a la película, porque el resto creo que ha quedado bastante bien. Tan bien que hasta ha conseguido ni más ni menos que cinco nominaciones a los Oscars, que no sé yo si al final acabará llevándose alguno, porque la competencia este año está fuerte, pero que creo que sí merece porque tanto a nivel interpretativo, como a nivel de dirección, como a nivel técnico y artístico la película está más que correcta. Para que me guste a mí Daniel Craig... a quien no sé por qué pero le tengo un poquito de manía... muy bien tiene que estar.
Siempre he pensado que deberían hacer un Oscar o un premio especial, o algo, a los títulos de crédito de las películas, porque hay algunos que son verdaderas obras de arte por sí solos, y este es el caso de la versión americana de Los hombres que no amaban a las mujeres. Simplemente flipé, me encantaron. Para que vosotros también podáis flipar os voy a dejar el enlace al vídeo, a ver qué os parece. Pinchad aquí, y disfrutad.
Antes de terminar quiero volver a hablar del director, y es que creo que David Fincher es un gran director de thrillers, un hombre que sabe jugar muy bien con los ritmos y crear suspense. En mí siempre suele conseguir sacar ese gusanillo desasosegante de "¡ay que lo mata! ¡ay que lo coge!", pero no sólo eso le hace ser un gran director. También creo que utiliza las bandas sonoras en sus películas con un gran acierto y de nuevo en esta vuelve a demostrarlo. Todas sus películas suelen recordarse por una escena con una música en concreto y creo que en el caso de esta última la escena lleva la música de Enya. Genial.
Total, que una adaptación muy dencente, muy entretenida y de calidad. Las dos horas y media que dura la peliculita se te pasan volando entre tantas intrigas y tantos misterios. Me cuesta decidir cuál de las dos versiones, si la noruega o la americana es mejor, pero bueno, tampoco creo que sea una cuestión vital. Esta, al igual que la noruega, se lleva un copón de película, así que podemos decir que han quedado a empate.
Vi la película original en su momento y desde entonces no la había vuelto a ver, así que fresca lo que se dice fresca no la tenía, y eso habrá propiciado, seguramente, a que en un primer momento la versión americana no me haya cantado por ningún lado. Se parece bastante a la original, aunque quiero pensar que la versión de Fincher es algo menos sobrecogedora, se recrea menos en las escenas más violentas, a destacar las protagonizadas por Lisbeth, que me dejaron sin respiración en la película noruega y en esta, o bien porque ya sabía lo que iba a pasar o bien porque pasan más rápido, no me han llegado tanto al alma.
Ese es el único pero que le veo a la película, porque el resto creo que ha quedado bastante bien. Tan bien que hasta ha conseguido ni más ni menos que cinco nominaciones a los Oscars, que no sé yo si al final acabará llevándose alguno, porque la competencia este año está fuerte, pero que creo que sí merece porque tanto a nivel interpretativo, como a nivel de dirección, como a nivel técnico y artístico la película está más que correcta. Para que me guste a mí Daniel Craig... a quien no sé por qué pero le tengo un poquito de manía... muy bien tiene que estar.
Siempre he pensado que deberían hacer un Oscar o un premio especial, o algo, a los títulos de crédito de las películas, porque hay algunos que son verdaderas obras de arte por sí solos, y este es el caso de la versión americana de Los hombres que no amaban a las mujeres. Simplemente flipé, me encantaron. Para que vosotros también podáis flipar os voy a dejar el enlace al vídeo, a ver qué os parece. Pinchad aquí, y disfrutad.
Antes de terminar quiero volver a hablar del director, y es que creo que David Fincher es un gran director de thrillers, un hombre que sabe jugar muy bien con los ritmos y crear suspense. En mí siempre suele conseguir sacar ese gusanillo desasosegante de "¡ay que lo mata! ¡ay que lo coge!", pero no sólo eso le hace ser un gran director. También creo que utiliza las bandas sonoras en sus películas con un gran acierto y de nuevo en esta vuelve a demostrarlo. Todas sus películas suelen recordarse por una escena con una música en concreto y creo que en el caso de esta última la escena lleva la música de Enya. Genial.
Total, que una adaptación muy dencente, muy entretenida y de calidad. Las dos horas y media que dura la peliculita se te pasan volando entre tantas intrigas y tantos misterios. Me cuesta decidir cuál de las dos versiones, si la noruega o la americana es mejor, pero bueno, tampoco creo que sea una cuestión vital. Esta, al igual que la noruega, se lleva un copón de película, así que podemos decir que han quedado a empate.
25 ene 2012
Shutter Island
Estoy un poco apenada hoy. Resulta que ya ha empezado a estudiar como si no hubiera mañana para el examen de mis oposiciones, que será en Junio, si Rajoy quiere, y me estoy dando cuenta de que eso está repercutiendo notablemente sobre mi tiempo para ver cine, pero bueno, lo importante es que OjeteFilms no muera, y por ahora, oye, va sobreviviendo con mucha dignidad.
Hoy vengo a hablaros de la segunda oportunidad que le di a Shutter Island, la última película de Martin Scorsese, si no contamos La Invención de Hugo, que no ha sido estrenada aún, ni el documental de George Harrison. Martin Scorsese es un director que, aunque no me apasiona, nunca suele defraudarme, así que cuando no hay nada mejor que ver sus películas siempre me parecen una buena opción. Por eso, cuando esta película fue estrenada, acudí al cine a verla. Y no me gustó, la verdad. La primera impresión no fue buena.
Pero mira lo que es la vida, año y medio después me volvió a picar el gusanillo de volver a verla, porque al menos la película es interesante desde el punto de vista de la historia que cuenta, que es más complejo de lo que podría parecer. Y ahora sí que sí, esta segunda vez ya me ha gustado mucho más, aunque tampoco he enloquecido.
La verdad es que es una película bastante curiosa, que te mantiene constantemente alerta y te hace dudar todo el rato de si lo que estás viendo será real o no. Realmente yo terminé de verla todavía con la duda de qué partes de la película eran reales y cuales ficticias, o si todo era real o si todo era invención o qué coño pasaba ahí. El hecho de que una película juegue con el espectador de esta manera ya me parece lo suficientemente meritorio, así que en ese aspecto ya ha ganado bastante.
Pero luego, creo, es un relato que simplemente pasa, y ya está. La historia de un hombre y sus problemas personales, y contados desde un punto de vista o bien tan original o bien tan desapercibido que a mí no me llega del todo. Cuando se acaba, pues ya está, se acabó, la película no ha hecho más que entretenerte durante un ratito. Lo que sí me ha gustado es la atmósfera que Scorsese crea para situar su historia, tan kafkiana, que te atrapa por completo y llega a horrorizarte en algunos momentos. La isla de esta historia es realmente interesante.
Bueno, y lo que de verdad me gusta de esta película es Leonardo DiCaprio, uno de mis actores favoritos. La verdad es que todos los actores están bastante bien, destacando también el trabajo de Mark Ruffalo, un actor que también me gusta mucho. DiCaprio tendrá sus trabajos buenos y sus trabajos malos, pero en manos de Scorsese a mí siempre me resulta genial. A ver qué tal con Eastwood, que está J. Edgar a la vuelta de la esquina ya.
Muy interesante para todos aquellos a los que os guste el mundo de la mente humana y... los thrillers, porque al fin y al cabo esta película es un buen thriller. Eso sí, mi recomendación es que la veáis poniendo atención a todos los detalles, porque al final es el propio espectador el que tiene que montarse el puzzle. Un copón de película para pasar un buen rato.
Hoy vengo a hablaros de la segunda oportunidad que le di a Shutter Island, la última película de Martin Scorsese, si no contamos La Invención de Hugo, que no ha sido estrenada aún, ni el documental de George Harrison. Martin Scorsese es un director que, aunque no me apasiona, nunca suele defraudarme, así que cuando no hay nada mejor que ver sus películas siempre me parecen una buena opción. Por eso, cuando esta película fue estrenada, acudí al cine a verla. Y no me gustó, la verdad. La primera impresión no fue buena.
Pero mira lo que es la vida, año y medio después me volvió a picar el gusanillo de volver a verla, porque al menos la película es interesante desde el punto de vista de la historia que cuenta, que es más complejo de lo que podría parecer. Y ahora sí que sí, esta segunda vez ya me ha gustado mucho más, aunque tampoco he enloquecido.
La verdad es que es una película bastante curiosa, que te mantiene constantemente alerta y te hace dudar todo el rato de si lo que estás viendo será real o no. Realmente yo terminé de verla todavía con la duda de qué partes de la película eran reales y cuales ficticias, o si todo era real o si todo era invención o qué coño pasaba ahí. El hecho de que una película juegue con el espectador de esta manera ya me parece lo suficientemente meritorio, así que en ese aspecto ya ha ganado bastante.
Pero luego, creo, es un relato que simplemente pasa, y ya está. La historia de un hombre y sus problemas personales, y contados desde un punto de vista o bien tan original o bien tan desapercibido que a mí no me llega del todo. Cuando se acaba, pues ya está, se acabó, la película no ha hecho más que entretenerte durante un ratito. Lo que sí me ha gustado es la atmósfera que Scorsese crea para situar su historia, tan kafkiana, que te atrapa por completo y llega a horrorizarte en algunos momentos. La isla de esta historia es realmente interesante.
Bueno, y lo que de verdad me gusta de esta película es Leonardo DiCaprio, uno de mis actores favoritos. La verdad es que todos los actores están bastante bien, destacando también el trabajo de Mark Ruffalo, un actor que también me gusta mucho. DiCaprio tendrá sus trabajos buenos y sus trabajos malos, pero en manos de Scorsese a mí siempre me resulta genial. A ver qué tal con Eastwood, que está J. Edgar a la vuelta de la esquina ya.
Muy interesante para todos aquellos a los que os guste el mundo de la mente humana y... los thrillers, porque al fin y al cabo esta película es un buen thriller. Eso sí, mi recomendación es que la veáis poniendo atención a todos los detalles, porque al final es el propio espectador el que tiene que montarse el puzzle. Un copón de película para pasar un buen rato.
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21 ene 2012
Última llamada
Fíjate lo que es la vida que de repente una tarde de invierno estás aburrida y te pones la película, que, en principio, tiene menos puntos para gustarte y termina gustándote. La verdad es que podemos decir que Última Llamada es una película "famosa", tan original en su momento que prácticamente todo el mundo, aunque no la haya visto, sabe de qué va: una peli de un tío que tiene que estar pegado al teléfono de una cabina porque si no, lo matan.
Aunque en su momento esta película no me llamó mucho la atención, fue a partir del estreno de Buried, película que me gustó mucho, que me entró la curiosidad por verla. Pero tampoco ardía en deseos de tenerla, simplemente era pura y dura curiosidad de " a ver cómo se lo han montado". Y de repente una tarde te aburres, la ves ahí, sola, mirándote, diciéndote "venga, échame un ojo", y al final terminas viéndola. Y tengo que ser sincera: esta película me ha hecho pasar un buen rato.
Y eso que Colin Farrell está mucho más feo de lo que ahora es él. Colin es un tipo que ha mejorado con los años, porque en esta película tenía una cara tontico que no podía con ella, pero la película consigue hacer que te dé lo mismo cual sea el aspecto físico de su protagonista para empezar a preocuparte por si saldrá vivo de esa situación.
Bueno, he de decir que la película como metáfora del mundo de los negocios y de la sociedad neoyorkina y de la mezquindad del ser humano me parece bastante... regulera, pero como thriller creo que tiene su punto. Lo que sí está claro es que no es esta una película de grandes alardes a ningún nivel, que no destaca por nada, ni bueno, ni tampoco malo, que es puro entretenimiento y que no está a la altura de Buried, pero oye, le das al play, y ya no te despegas, o eso fue lo que me ocurrió a mí.
Si le tengo que poner un pero, se lo pongo al malo de la peli. A mí me ha parecido bastante evidente quién era desde el principio y además le dan un final que... le quita mucho intríngulis a la peli, y encima es un malo muy muy poco carismático al que yo no he temido en ningún momento.
Lo más bonito, siempre desde el sentido más irónico de la palabra, es la forma en la que el espectador se siente identificado con el protagonista y empieza a sufrir con él. Y digo lo más bonito porque se supone que el protagonista ha sido elegido para ese tormento por ser un cabroncete, un mentiroso, un vividor, vamos, que... si nos ponemos firmes podemos decir incluso que se lo merecía. Pero claro, ¿cómo se lo va a merecer? Sí...en esta sociedad de hoy en día... ¿quién no es un poco mentiroso, un poco malo? Pero bueno, tampoco es que la película haga una crítica social muy profunda que te deje marcado, como ya he dicho, supongo que fue un producto pensado exclusivamente para el recaude cuyo único propósito era hacer pasar un buen rato al espectador, y creo que su propósito se consigue.
Os tengo que confesar algo: yo soy mucho de ver las películas de dos veces, porque solo puedo ponérmelas por las noches y como las suelo ver ya desde la cama, tiendo a caer en los brazos de Morfeo siempre hacia la mitad, pero esta película me mantuvo pendiente durante todo su metraje, así que eso ya me parece lo suficientemente significativo. He decidido darle un copón de película, aunque de los justitos, las cosas como son, y os la recomiendo si no la habéis visto y un día tenéis un ratito muerto y no os apetece usar mucho la cabeza.
Aunque en su momento esta película no me llamó mucho la atención, fue a partir del estreno de Buried, película que me gustó mucho, que me entró la curiosidad por verla. Pero tampoco ardía en deseos de tenerla, simplemente era pura y dura curiosidad de " a ver cómo se lo han montado". Y de repente una tarde te aburres, la ves ahí, sola, mirándote, diciéndote "venga, échame un ojo", y al final terminas viéndola. Y tengo que ser sincera: esta película me ha hecho pasar un buen rato.
Y eso que Colin Farrell está mucho más feo de lo que ahora es él. Colin es un tipo que ha mejorado con los años, porque en esta película tenía una cara tontico que no podía con ella, pero la película consigue hacer que te dé lo mismo cual sea el aspecto físico de su protagonista para empezar a preocuparte por si saldrá vivo de esa situación.
Bueno, he de decir que la película como metáfora del mundo de los negocios y de la sociedad neoyorkina y de la mezquindad del ser humano me parece bastante... regulera, pero como thriller creo que tiene su punto. Lo que sí está claro es que no es esta una película de grandes alardes a ningún nivel, que no destaca por nada, ni bueno, ni tampoco malo, que es puro entretenimiento y que no está a la altura de Buried, pero oye, le das al play, y ya no te despegas, o eso fue lo que me ocurrió a mí.
Si le tengo que poner un pero, se lo pongo al malo de la peli. A mí me ha parecido bastante evidente quién era desde el principio y además le dan un final que... le quita mucho intríngulis a la peli, y encima es un malo muy muy poco carismático al que yo no he temido en ningún momento.
Lo más bonito, siempre desde el sentido más irónico de la palabra, es la forma en la que el espectador se siente identificado con el protagonista y empieza a sufrir con él. Y digo lo más bonito porque se supone que el protagonista ha sido elegido para ese tormento por ser un cabroncete, un mentiroso, un vividor, vamos, que... si nos ponemos firmes podemos decir incluso que se lo merecía. Pero claro, ¿cómo se lo va a merecer? Sí...en esta sociedad de hoy en día... ¿quién no es un poco mentiroso, un poco malo? Pero bueno, tampoco es que la película haga una crítica social muy profunda que te deje marcado, como ya he dicho, supongo que fue un producto pensado exclusivamente para el recaude cuyo único propósito era hacer pasar un buen rato al espectador, y creo que su propósito se consigue.
Os tengo que confesar algo: yo soy mucho de ver las películas de dos veces, porque solo puedo ponérmelas por las noches y como las suelo ver ya desde la cama, tiendo a caer en los brazos de Morfeo siempre hacia la mitad, pero esta película me mantuvo pendiente durante todo su metraje, así que eso ya me parece lo suficientemente significativo. He decidido darle un copón de película, aunque de los justitos, las cosas como son, y os la recomiendo si no la habéis visto y un día tenéis un ratito muerto y no os apetece usar mucho la cabeza.
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18 ene 2012
Drive
La película de moda. La película que a finales del 2011 todo el mundo recomendaba y describía como lo mejor del pasado año y la película que ahora, a principios del 2012 todo el mundo califica como "no es para tanto" e incluso "es una mierdaca".
Bueno, yo no pude resistirme, y aun sabiendo que el protagonista era Ryan Gosling al cual ODIO CON TODAS MIS FUERZAS, me fui a verla. Antes de hablar de la película quiero soltar una teoría. Creo que Ryan Gosling es el nuevo Nicolas Cage. Me da mucho repeluco y aunque a veces consigue papeles en peliculones va a acabar haciendo mierda comercial en menos de lo que canta un gallo, y si no, al tiempo. Y también va a acabar disimulando la calva. Llamadme visionaria, pero es algo que sé que pasará.
Bueno, vamos a hablar de Drive, que es la película que nos ocupa hoy. Una de las cosas que más me gusta hacer cuando voy al cine es intentar no saber absolutamente nada sobre las películas que voy a ir a ver, así la sorpresa, tanto para bien como para mal, eso sí, es todavía mayor. La verdad es que me gusta dejarme sorprender por las historias y por las películas, y no me gusta llevar perfectamente desmigada una película antes de verla, a no ser que sea porque voy a estudiarla o porque es tan sumamente famosa que ha sido imposible no saber nada de ella durante mi vida. Así, me fui a ver Drive sabiendo solamente que era una peli de un tío que conducía y que, al parecer, tenía una chaqueta guay.
A mí la chaqueta no me gustó nada, la verdad, y la película, al principio, tampoco. Aunque tiene un arranque absolutamente alucinante, luego tiene un rato, como de una media hora, insufrible. No os digo más que yo cerré un ratico los ojos y todo porque es que NO PODÍA CON LA PELÍCULA. Me incitaba constantemente al sueño. Me recordaba muchísimo al cine de Wong Kar Wai, señor al que yo no soporto. Diálogos lentos, planos eternos, y nada demasiado interesante que contar. Eso sí, enseguida mejora y luego ya es una película estupenda.
No sería capaz de decir qué es lo que más me ha gustado de esta película, si la frialdad con la que cuenta la historia, si su magnífico guión, si su estética tan de pelis de los 70-80, si su banda sonora... Es una película con mucho carácter y con mucha personalidad, que se va definiendo por sí misma a lo largo del metraje y que, aunque no te invita a formar parte de ella te mantiene completamente enganchado (después de esos tediosos veinte minutos) llegando incluso a sobrecogerte y a emocionarte.
Nunca he sido yo muy amante de este tipo de cine, y no conozco muy bien sus referencias, pero esta película me ha parecido lo suficientemente impactante como para llamar mi atención. No obstante, no creo que sea la película del 2011, aunque sí creo que será una película que se recordará durante mucho tiempo. Para mí es un copón de película. No me ha parecido de lo mejor, no se convertirá en mi película favorita, pero me ha hecho disfrutar, además de que me parece que es una película cuidadísima, diferente (aunque la vendan de producto comercial que les gustará a todos) y muy "de cine", quiero decir, que esta película huele al lado más artístico del cine; es capaz de ser bonita siendo a la vez brutal, muy lírica.
Bueno, yo no pude resistirme, y aun sabiendo que el protagonista era Ryan Gosling al cual ODIO CON TODAS MIS FUERZAS, me fui a verla. Antes de hablar de la película quiero soltar una teoría. Creo que Ryan Gosling es el nuevo Nicolas Cage. Me da mucho repeluco y aunque a veces consigue papeles en peliculones va a acabar haciendo mierda comercial en menos de lo que canta un gallo, y si no, al tiempo. Y también va a acabar disimulando la calva. Llamadme visionaria, pero es algo que sé que pasará.
Bueno, vamos a hablar de Drive, que es la película que nos ocupa hoy. Una de las cosas que más me gusta hacer cuando voy al cine es intentar no saber absolutamente nada sobre las películas que voy a ir a ver, así la sorpresa, tanto para bien como para mal, eso sí, es todavía mayor. La verdad es que me gusta dejarme sorprender por las historias y por las películas, y no me gusta llevar perfectamente desmigada una película antes de verla, a no ser que sea porque voy a estudiarla o porque es tan sumamente famosa que ha sido imposible no saber nada de ella durante mi vida. Así, me fui a ver Drive sabiendo solamente que era una peli de un tío que conducía y que, al parecer, tenía una chaqueta guay.
A mí la chaqueta no me gustó nada, la verdad, y la película, al principio, tampoco. Aunque tiene un arranque absolutamente alucinante, luego tiene un rato, como de una media hora, insufrible. No os digo más que yo cerré un ratico los ojos y todo porque es que NO PODÍA CON LA PELÍCULA. Me incitaba constantemente al sueño. Me recordaba muchísimo al cine de Wong Kar Wai, señor al que yo no soporto. Diálogos lentos, planos eternos, y nada demasiado interesante que contar. Eso sí, enseguida mejora y luego ya es una película estupenda.
No sería capaz de decir qué es lo que más me ha gustado de esta película, si la frialdad con la que cuenta la historia, si su magnífico guión, si su estética tan de pelis de los 70-80, si su banda sonora... Es una película con mucho carácter y con mucha personalidad, que se va definiendo por sí misma a lo largo del metraje y que, aunque no te invita a formar parte de ella te mantiene completamente enganchado (después de esos tediosos veinte minutos) llegando incluso a sobrecogerte y a emocionarte.
Nunca he sido yo muy amante de este tipo de cine, y no conozco muy bien sus referencias, pero esta película me ha parecido lo suficientemente impactante como para llamar mi atención. No obstante, no creo que sea la película del 2011, aunque sí creo que será una película que se recordará durante mucho tiempo. Para mí es un copón de película. No me ha parecido de lo mejor, no se convertirá en mi película favorita, pero me ha hecho disfrutar, además de que me parece que es una película cuidadísima, diferente (aunque la vendan de producto comercial que les gustará a todos) y muy "de cine", quiero decir, que esta película huele al lado más artístico del cine; es capaz de ser bonita siendo a la vez brutal, muy lírica.
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14 ene 2012
La Dama de Hierro
Esta película está provocando un montón de críticas, unas positivas, unas negativas, y otras que ni siquiera tienen que ver con la película en sí misma, sino con el personaje que la protagoniza. Yo voy a hablar de esta película desde la sinceridad, y para ser sincera, la verdad es que hasta que no vi la película y luego leí un poco sobre Margaret Tatcher yo no estaba muy enterada de qué era lo que había hecho esta buena/mala mujer. Sabía que había sido primera ministra, sabía que había sido un poco jevi, pero no sabía ni lo de la guerra de las Malvinas. Pero eso no es culpa mía, es culpa de la educación española...
Fui a ver la película sin ningún tipo de prejuicio hacia esta señora, fui simplemente a ver a Meryl Streep y a aprender un poco de historia. Pero a los diez minutos me di cuenta de que historia iba a aprender poca, porque la película está contada desde el punto de vista de una señora muy mayor, algo demente e incluso yo diría que con Alzheimer también, así que eso ya nos deja claro que lo que se cuente va a estar algo manipulado.
Si hacemos el ejercicio de olvidarnos de que la protagonista de esta película es quien es y pensamos solo en una pobre señora mayor que ha tenido una vida muy completita, la verdad es que la película se vuelve incluso entrañable. Así, tenemos aquí la historia de una pobre mujer que se debate entre la realidad y las ilusiones, que echa de menos a su marido, muerto unos cuantos años antes y que a veces es feliz recordando momentos del pasado pero a veces se da cuenta de su enfermedad y sufre queriendo escapar de ella. El dolor tan fuerte que siente por la pérdida de su marido la obliga a vivir en un mundo imaginario del que parece que quiere escapar, pero, por supuesto, no será tarea fácil.
Dentro de esta historia de superación se van intercalando recuerdos de la protagonista, que como resulta que fue primera ministra de Inglaterra, tiene unos recuerdos muy interesantes: su ascenso en el partido conservador luchando contra los prejuicios de su época, su llegada al gobierno de Inglaterra, atentados, protestas, manifestaciones, guerras...
Da la impresión de que esta mujer realmente fue una mujer fuerte, luchadora, que se preocupó por su país y que sufría por el estado de sus ciudadanos, que tenía las ideas muy claras y que no se dejaba manipular, que realmente disfrutaba de la política... lo malo es ponerse a comparar eso con la vida real y buscar entre las páginas de la historia si esa visión de Tatcher que ofrece la película se acerca o no a la realidad. Yo ahí no me voy a meter.
Cinematográficamente creo que la película es correcta. Con un guión bastante bueno, que te mantiene en todo momento pendiente de la historia y que incluso llega a emocionarte, una dirección muy digna, una banda sonora adecuada... Vamos, todo muy inglés, en su justa medida. Por eso yo le he dado un copón de película, porque realmente me ha gustado. Me ha gustado, y me ha asustado, la verdad, porque me recordaba constantemente a la situación por la que está pasando España ahora mismo, y me acojonaba un poco el hecho de pensar que algo así pudiera pasar también en mi país... pero bueno, habrá que ser optimistas.
Fui a ver la película sin ningún tipo de prejuicio hacia esta señora, fui simplemente a ver a Meryl Streep y a aprender un poco de historia. Pero a los diez minutos me di cuenta de que historia iba a aprender poca, porque la película está contada desde el punto de vista de una señora muy mayor, algo demente e incluso yo diría que con Alzheimer también, así que eso ya nos deja claro que lo que se cuente va a estar algo manipulado.
Si hacemos el ejercicio de olvidarnos de que la protagonista de esta película es quien es y pensamos solo en una pobre señora mayor que ha tenido una vida muy completita, la verdad es que la película se vuelve incluso entrañable. Así, tenemos aquí la historia de una pobre mujer que se debate entre la realidad y las ilusiones, que echa de menos a su marido, muerto unos cuantos años antes y que a veces es feliz recordando momentos del pasado pero a veces se da cuenta de su enfermedad y sufre queriendo escapar de ella. El dolor tan fuerte que siente por la pérdida de su marido la obliga a vivir en un mundo imaginario del que parece que quiere escapar, pero, por supuesto, no será tarea fácil.
Dentro de esta historia de superación se van intercalando recuerdos de la protagonista, que como resulta que fue primera ministra de Inglaterra, tiene unos recuerdos muy interesantes: su ascenso en el partido conservador luchando contra los prejuicios de su época, su llegada al gobierno de Inglaterra, atentados, protestas, manifestaciones, guerras...
Da la impresión de que esta mujer realmente fue una mujer fuerte, luchadora, que se preocupó por su país y que sufría por el estado de sus ciudadanos, que tenía las ideas muy claras y que no se dejaba manipular, que realmente disfrutaba de la política... lo malo es ponerse a comparar eso con la vida real y buscar entre las páginas de la historia si esa visión de Tatcher que ofrece la película se acerca o no a la realidad. Yo ahí no me voy a meter.
Cinematográficamente creo que la película es correcta. Con un guión bastante bueno, que te mantiene en todo momento pendiente de la historia y que incluso llega a emocionarte, una dirección muy digna, una banda sonora adecuada... Vamos, todo muy inglés, en su justa medida. Por eso yo le he dado un copón de película, porque realmente me ha gustado. Me ha gustado, y me ha asustado, la verdad, porque me recordaba constantemente a la situación por la que está pasando España ahora mismo, y me acojonaba un poco el hecho de pensar que algo así pudiera pasar también en mi país... pero bueno, habrá que ser optimistas.
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12 ene 2012
Lo que el viento se llevó
Os contaré una historia que tiene que ver con uno de los mayores traumas de mi infancia. Mi abuela era (y es, aunque ahora ya no tiene la vista tan aguda como antes) una gran modista, y siendo yo nieta única, uno de los mayores placeres para ella era hacerme vestiditos. Me pasé gran parte de mi infancia siendo un verdadero repollo, con vestidos llenos de volantes, puntillas y cuellos, y sin poder quejarme porque, aunque mis compañeros de clase no opinaban igual, para las madres y las abuelas mi ropa era una verdadera preciosidad. Parece que eso lo sobrellevé con bastante dignidad, pero cuando la perdía por completo era en las fiestas de carnavales. Desde mis tres años mi abuela se aprovechó de mi figura para disfrazarme de lo que a ella se le antojaba, convirtiendo esa fiesta, para mí, en un verdadero suplicio, pues mientras mis amigos iban vestidos de cosas tan guays como brujas, fantasmas, vampiros, princesas o vaqueros, yo tenía que ponerme disfraces de cosas que ni siquiera sabía lo que eran.
Uno de los disfraces que más furor causó entre los más mayores de mi pueblo y que más me traumatizó a mí pues, sinceramente, me daba bastante vergüenza llevar ese enorme sombrero, fue el de Escarlata O'Hara. Y para muestra, un botón:
Años más tarde me enteré de que esa famosa Escarlata era la protagonista de una película llamada Lo que el viento se llevó, que, como comprenderéis, a una niña de seis o siete años ni le sonaba ni le apetecía ver, y desde entonces siempre le he tenido una manía bastante especial a esa película y a su protagonista, resistiéndome a ver tan famosa película desde entonces, para no verme reflejada en alguno de los ostentosos vestidos con los que Escarlata se engalanaba.
Pero la curiosidad iba matándome poco a poco y cada vez eran más las personas que me decían que tenía que verla, y aunque en general las películas tan largas y sobre todo las películas de aristocracias me apetecen, así de primeras, bastante poco, finalmente decidí que este título fuera mi primera película del 2012. Y es que tengo por costumbre, desde hace unos tres o cuatro años, que mi primera película del 2012 sea un clásico de esos con mayúscula que yo siempre me he negado a ver, y la verdad es que es una tradición que me va gustando cada vez más, porque en general, esos clásicos que yo he rechazado durante mucho tiempo, luego terminan encantándome.
No sé qué puedo decir yo sobre Lo que el viento se llevó que no se haya dicho ya. Supongo que lo único novedoso que yo puedo añadir es mi opinión. Me llevé una gran sorpresa con esta película, primero, porque trataba de otra cosa bastante diferente a lo que yo pensaba. En mi cabeza me había imaginado miles de argumentos posibles, la mayoría cercanos a la crítica social, que, aunque están presentes en esta película, no son el tema principal, y que el argumento fuese simplemente el tema del amor y la supervivencia en una mujer tan especial como Scarlett, personaje que me ha parecido absolutamente fabuloso, me hizo cambiar de opinión a los quince minutos de película.
Sin duda alguna esta película ha sobrevivido con elegancia, y vista hoy en día, casi cien años después, puede ponerse a la altura de cualquier superproducción de época que se haga en la actualidad. Su gran baza es una historia muy potente, que viene dada de la novela homónima, pero son muchísimas las virtudes que hacen de esta película una joya del cine, entre las que destacan, para mí, la ostentosa puesta en escena.
Unos dieciocho años después por fin me siento orgullosa de haber sido, por un día, una pequeña Escarlata O'Hara, aunque sigo estando totalmente en contra de que se disfrace a una pobre niña de cosas como esas, porque desde el cinco de enero, fecha en que terminé, por fin, la película (la tuve que ver de veces, que más que una película ha sido para mí una serie), Escarlata ya es para mí uno de los personajes más impresionantes del cine. Un copón de película para Lo que el viento se llevó, película que espero volver a ver muchas más veces porque creo que hay todavía mucho por descubrir en ella.
Uno de los disfraces que más furor causó entre los más mayores de mi pueblo y que más me traumatizó a mí pues, sinceramente, me daba bastante vergüenza llevar ese enorme sombrero, fue el de Escarlata O'Hara. Y para muestra, un botón:
Años más tarde me enteré de que esa famosa Escarlata era la protagonista de una película llamada Lo que el viento se llevó, que, como comprenderéis, a una niña de seis o siete años ni le sonaba ni le apetecía ver, y desde entonces siempre le he tenido una manía bastante especial a esa película y a su protagonista, resistiéndome a ver tan famosa película desde entonces, para no verme reflejada en alguno de los ostentosos vestidos con los que Escarlata se engalanaba.
Pero la curiosidad iba matándome poco a poco y cada vez eran más las personas que me decían que tenía que verla, y aunque en general las películas tan largas y sobre todo las películas de aristocracias me apetecen, así de primeras, bastante poco, finalmente decidí que este título fuera mi primera película del 2012. Y es que tengo por costumbre, desde hace unos tres o cuatro años, que mi primera película del 2012 sea un clásico de esos con mayúscula que yo siempre me he negado a ver, y la verdad es que es una tradición que me va gustando cada vez más, porque en general, esos clásicos que yo he rechazado durante mucho tiempo, luego terminan encantándome.
No sé qué puedo decir yo sobre Lo que el viento se llevó que no se haya dicho ya. Supongo que lo único novedoso que yo puedo añadir es mi opinión. Me llevé una gran sorpresa con esta película, primero, porque trataba de otra cosa bastante diferente a lo que yo pensaba. En mi cabeza me había imaginado miles de argumentos posibles, la mayoría cercanos a la crítica social, que, aunque están presentes en esta película, no son el tema principal, y que el argumento fuese simplemente el tema del amor y la supervivencia en una mujer tan especial como Scarlett, personaje que me ha parecido absolutamente fabuloso, me hizo cambiar de opinión a los quince minutos de película.
Sin duda alguna esta película ha sobrevivido con elegancia, y vista hoy en día, casi cien años después, puede ponerse a la altura de cualquier superproducción de época que se haga en la actualidad. Su gran baza es una historia muy potente, que viene dada de la novela homónima, pero son muchísimas las virtudes que hacen de esta película una joya del cine, entre las que destacan, para mí, la ostentosa puesta en escena.
Unos dieciocho años después por fin me siento orgullosa de haber sido, por un día, una pequeña Escarlata O'Hara, aunque sigo estando totalmente en contra de que se disfrace a una pobre niña de cosas como esas, porque desde el cinco de enero, fecha en que terminé, por fin, la película (la tuve que ver de veces, que más que una película ha sido para mí una serie), Escarlata ya es para mí uno de los personajes más impresionantes del cine. Un copón de película para Lo que el viento se llevó, película que espero volver a ver muchas más veces porque creo que hay todavía mucho por descubrir en ella.
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8 ene 2012
Rabbit Hole
Aunque solo cuenta con tres títulos en su filmografía, John Cameron Mitchell es ya uno de mis directores de cine favoritos por lo especiales que son sus dos primeras películas para mí. Esas dos primeras películas, Hedwig and The Angry Inch y Shortbus, que reflejan a la perfección el estilo de este autor, son dos películas realmente interesantes que cuentan vivencias en torno al amor y a la sexualidad, la primera en clave musical y la segunda en clave más dramática, pero preciosas ambas, al fin y al cabo. Son dos títulos que realmente os recomiendo.
El año pasado este director volvía a la gran pantalla con su útlimo trabajo, Rabbit Hole, algo que ya parecía más distinto al resto de su filmografía, pero por la que yo sentía, igualmente, curiosidad por ver. Sin duda alguna ya solo con el reparto te das cuenta de que esta película es "algo diferente" a sus trabajos anteriores, pero que fuera diferente no tenía por qué significar que fuera peor, así que hace unos días decidí por fin ver su última película.
Uno de las grandes llamadas de atención de esta película para mí, además de su director, era su protagonista, Nicole Kidman, quien en un tiempo fue mi actriz favorita. La verdad es que esa cara que se ha dejado y su falta de expresión e incluso su terrorífica cara de sufrimiento que la hace parecer una bruja malvada de cuento han hecho que la Kidman saliera de mi ranking de actrices, pero por otro lado sentía verdadera curiosidad por verla trabajar a las órdenes de un artista tan personal. Por supuesto, no me ha decepcionado. Ni ella ni el resto del reparto, en donde también destacan Aaron Eckhart, al que solo conocía por su trabajo como Dos Caras en El Caballero Oscuro, y Dianne West, que es una actriz que me gusta bastante también. Todo el plantel de actores está estupendo en esta película.
Lo que más y lo que menos me ha gustado es que, aunque cuenta una historia muy dramática, que es la pérdida de un hijo de cuatro años en un accidente por parte de una joven pareja que tiene que sobrevivir sabiendo que su pequeño ya nunca volverá, realmente no es una película que se recrea en el drama. Al contrario, en vez de contarnos el lado más amargo y de venga a llorar, es una película en la que sus protagonistas constantemente intentan buscar un atisbo de esperanza a superar la situación por la que están pasando, aunque, por supuesto, no siempre lo conseguirán, ya que superar un fuerte golpe como ese no es algo fácil ni que se consiga en tan solo unos meses.
Es una película que difiere bastante de lo que me esperaba, pero me ha gustado mucho. La verdad es que no soy muy amante del típico drama de "hay que ver qué vida la nuestra, qué habremos hecho para merecer esto, vamos a llorar durante media hora de metraje" y creía que esta película iría más encaminada hacia ese lado, pero me alegró muchísimo que no fuera así. Incluso hay momentos realmente divertidos en esta película en los que se te escapa una sonrisa, y creo que esa es la magia de Rabbit Hole, que es como la vida misma, en la que siempre hay nostalgia dentro de la alegría y siempre hay momentos de carcajadas dentro de la tristeza.
Una película que solo va de sentimientos, que parece no tener principio (cuando la película empieza el niño ya ha muerto unos meses atrás) y parece no tener final, es decir, que parece, realmente, simplemente un fragmento de unas vidas, pero que en el fondo nos está contando una preciosa y durísima historia de superación que esconde mucho más de lo que cuenta.
Realmente ha conseguido meterme dentro de la película sin tener que pasar un mal rato por ello, al contrario, enseñándome que siempre hay esperanza y que siempre es posible salir de la madriguera en la que a veces nos caemos, queriendo o sin querer, por eso le doy un copón de película.
El año pasado este director volvía a la gran pantalla con su útlimo trabajo, Rabbit Hole, algo que ya parecía más distinto al resto de su filmografía, pero por la que yo sentía, igualmente, curiosidad por ver. Sin duda alguna ya solo con el reparto te das cuenta de que esta película es "algo diferente" a sus trabajos anteriores, pero que fuera diferente no tenía por qué significar que fuera peor, así que hace unos días decidí por fin ver su última película.
Uno de las grandes llamadas de atención de esta película para mí, además de su director, era su protagonista, Nicole Kidman, quien en un tiempo fue mi actriz favorita. La verdad es que esa cara que se ha dejado y su falta de expresión e incluso su terrorífica cara de sufrimiento que la hace parecer una bruja malvada de cuento han hecho que la Kidman saliera de mi ranking de actrices, pero por otro lado sentía verdadera curiosidad por verla trabajar a las órdenes de un artista tan personal. Por supuesto, no me ha decepcionado. Ni ella ni el resto del reparto, en donde también destacan Aaron Eckhart, al que solo conocía por su trabajo como Dos Caras en El Caballero Oscuro, y Dianne West, que es una actriz que me gusta bastante también. Todo el plantel de actores está estupendo en esta película.
Lo que más y lo que menos me ha gustado es que, aunque cuenta una historia muy dramática, que es la pérdida de un hijo de cuatro años en un accidente por parte de una joven pareja que tiene que sobrevivir sabiendo que su pequeño ya nunca volverá, realmente no es una película que se recrea en el drama. Al contrario, en vez de contarnos el lado más amargo y de venga a llorar, es una película en la que sus protagonistas constantemente intentan buscar un atisbo de esperanza a superar la situación por la que están pasando, aunque, por supuesto, no siempre lo conseguirán, ya que superar un fuerte golpe como ese no es algo fácil ni que se consiga en tan solo unos meses.
Es una película que difiere bastante de lo que me esperaba, pero me ha gustado mucho. La verdad es que no soy muy amante del típico drama de "hay que ver qué vida la nuestra, qué habremos hecho para merecer esto, vamos a llorar durante media hora de metraje" y creía que esta película iría más encaminada hacia ese lado, pero me alegró muchísimo que no fuera así. Incluso hay momentos realmente divertidos en esta película en los que se te escapa una sonrisa, y creo que esa es la magia de Rabbit Hole, que es como la vida misma, en la que siempre hay nostalgia dentro de la alegría y siempre hay momentos de carcajadas dentro de la tristeza.
Una película que solo va de sentimientos, que parece no tener principio (cuando la película empieza el niño ya ha muerto unos meses atrás) y parece no tener final, es decir, que parece, realmente, simplemente un fragmento de unas vidas, pero que en el fondo nos está contando una preciosa y durísima historia de superación que esconde mucho más de lo que cuenta.
Realmente ha conseguido meterme dentro de la película sin tener que pasar un mal rato por ello, al contrario, enseñándome que siempre hay esperanza y que siempre es posible salir de la madriguera en la que a veces nos caemos, queriendo o sin querer, por eso le doy un copón de película.
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5 ene 2012
El Rey León
Una no sabe si reír o llorar con esto de los reestrenos muchos años después que tan de moda se van a poner ahora. Porque sí, mola volver a ver ciertos peliculones en pantalla grande, pero no mola la idea de que estas vueltas a la gran pantalla sean, exclusivamente, para sacar dineros, ofreciendo unas mejoras técnicas casi imperceptibles.
En el caso de El Rey León yo no me quejo, porque no recuerdo haberla visto en el cine en su momento y la verdad es que haberla visto, después de tantos visionados en VHS cuando era pequeña, ha sido una magnífica experiencia.
Supongo que todos conocemos esta película y que no hay que hablar de su argumento o cosas así, porque la verdad es que a estas alturas de la vida ya podemos decir que El Rey León es un clásico, y no solo de Disney, sino del cine en general.
Una de las grandes bazas de esta película es su carácter más... vamos a llamarlo maduro. Sin duda alguna dentro de la larga lista de películas Disney hay algunos títulos más infantiles y otros más adultos, y la verdad es que esta película, sobre todo desde que aparecen Timón y Pumba, sin duda divertirá a los más pequeños, pero creo que para poder apreciarla en todo su esplendor hay que verla desde una perspectiva más adulta.
Para empezar, el tema que trata, aunque a los niños les encanta ser vengativos y tener mil peleítas, es un tema que solo un espectador adulto podría entender, aunque esté ya un poco chapado a la antigua. Desde que me enteré de que esta película era una revisión de Hamlet la he tragado mejor, pero si os dais cuenta, la película tiene telita en este aspecto, ya que viene a contar la historia de un joven de una corte que escapa de su casa herido por un sentimiento de culpabilidad y se da a la vida contemplativa, vida que le encanta por otra parte, pero que comprende, y ahí es donde hay que agarrarse los machos, que comprende que su lugar en la vida es el que es y por eso tiene que volver y vengar a su padre. Yo, personalmente, no estoy nada de acuerdo con estos ideales, de que cada uno tiene marcado desde el nacimiento un sitio en el ciclo de la vida y debe cumplir con lo que le toca, pienso más bien todo lo contrario, que cada uno debería encontrar su sitio, que puede ser cualquiera, y cualquiera podría ser bueno para él, y dudo muy mucho que un niño pueda comprender todo esto.
Pero claro, para eso están los secundarios. Aunque esta película no se caracteriza por ser la más divertida de toda la factoría Disney, tiene grandes momentos, protagonizados, en su mayoría, por Timón y Pumba, que son prácticamente los personajes más recordados de esta película. También Zazú y por supuesto, el raro de Rafiki, al que nadie comprende pero todo el mundo adora.
Por otro lado, y sin entrar en la magnífica animación de esta película, me gustaría hacer mención a otro de los puntos fuertes de El Rey León, que es su asombrosa banda sonora. Compuesta en su mayoría por el famoso músico Elton John, la banda sonora acompaña a la perfección a este peliculón y logra ponerte los pelos de punta. Hakuna Matata ya es no solo una expresión cotidiana sino una canción que ya casi forma parte de la cultura musical, y poca gente hay que no sepa cantarla. Pero no solo las canciones, sino también los temas musicales hacen de esta banda sonora una composición inolvidable.
Es un gustazo, realmente, ver una película como esta en pantalla grande, una experiencia que os recomiendo a todos, aunque haya que pagar el sablazo de la entrada de cine (que como la película ahora es en 3D, es más cara todavía). El Rey León sigue siendo un copón de película para mí, y aunque no está entre mis preferidas de Disney, reconozco que es un pilar básico de esta casa, y un pilar muy digno. Una película, además, que jamás envejecerá, pues su historia y sus personajes nunca pasarán de moda.
En el caso de El Rey León yo no me quejo, porque no recuerdo haberla visto en el cine en su momento y la verdad es que haberla visto, después de tantos visionados en VHS cuando era pequeña, ha sido una magnífica experiencia.
Supongo que todos conocemos esta película y que no hay que hablar de su argumento o cosas así, porque la verdad es que a estas alturas de la vida ya podemos decir que El Rey León es un clásico, y no solo de Disney, sino del cine en general.
Una de las grandes bazas de esta película es su carácter más... vamos a llamarlo maduro. Sin duda alguna dentro de la larga lista de películas Disney hay algunos títulos más infantiles y otros más adultos, y la verdad es que esta película, sobre todo desde que aparecen Timón y Pumba, sin duda divertirá a los más pequeños, pero creo que para poder apreciarla en todo su esplendor hay que verla desde una perspectiva más adulta.
Para empezar, el tema que trata, aunque a los niños les encanta ser vengativos y tener mil peleítas, es un tema que solo un espectador adulto podría entender, aunque esté ya un poco chapado a la antigua. Desde que me enteré de que esta película era una revisión de Hamlet la he tragado mejor, pero si os dais cuenta, la película tiene telita en este aspecto, ya que viene a contar la historia de un joven de una corte que escapa de su casa herido por un sentimiento de culpabilidad y se da a la vida contemplativa, vida que le encanta por otra parte, pero que comprende, y ahí es donde hay que agarrarse los machos, que comprende que su lugar en la vida es el que es y por eso tiene que volver y vengar a su padre. Yo, personalmente, no estoy nada de acuerdo con estos ideales, de que cada uno tiene marcado desde el nacimiento un sitio en el ciclo de la vida y debe cumplir con lo que le toca, pienso más bien todo lo contrario, que cada uno debería encontrar su sitio, que puede ser cualquiera, y cualquiera podría ser bueno para él, y dudo muy mucho que un niño pueda comprender todo esto.
Pero claro, para eso están los secundarios. Aunque esta película no se caracteriza por ser la más divertida de toda la factoría Disney, tiene grandes momentos, protagonizados, en su mayoría, por Timón y Pumba, que son prácticamente los personajes más recordados de esta película. También Zazú y por supuesto, el raro de Rafiki, al que nadie comprende pero todo el mundo adora.
Por otro lado, y sin entrar en la magnífica animación de esta película, me gustaría hacer mención a otro de los puntos fuertes de El Rey León, que es su asombrosa banda sonora. Compuesta en su mayoría por el famoso músico Elton John, la banda sonora acompaña a la perfección a este peliculón y logra ponerte los pelos de punta. Hakuna Matata ya es no solo una expresión cotidiana sino una canción que ya casi forma parte de la cultura musical, y poca gente hay que no sepa cantarla. Pero no solo las canciones, sino también los temas musicales hacen de esta banda sonora una composición inolvidable.
Es un gustazo, realmente, ver una película como esta en pantalla grande, una experiencia que os recomiendo a todos, aunque haya que pagar el sablazo de la entrada de cine (que como la película ahora es en 3D, es más cara todavía). El Rey León sigue siendo un copón de película para mí, y aunque no está entre mis preferidas de Disney, reconozco que es un pilar básico de esta casa, y un pilar muy digno. Una película, además, que jamás envejecerá, pues su historia y sus personajes nunca pasarán de moda.
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3 ene 2012
Black Mirror
¡Feliz año queridos cinéfilos! ¿Cómo ha arrancado el 2012? El mío bastante bien, aunque ha venido cargado de pereza y de muy pocas ganas de estudiar, cosa que no me gusta un pelo, pero también viene cargado de nuevas ganas de ver películas de las que toda la vida llevaba renegando, como Lo que el viento se llevó, que la estoy viendo ahora mismo y pronto aparecerá por aquí.
Estamos en un año cinematográficamente muy interesante en el que podremos de disfrutar de peliculones que ya están a la vuelta de la esquina como La dama de hierro, la segunda parte de Sherlock Holmes o el remake de Millennium, aunque este también será el año de J. Edgar, Extraterrestre, Rec3, Los Muppets, El caballero oscuro: la leyenda renace y American Pie: El reencuentro, películas que con más ganas yo espero. Y como está tan de moda esto de volver a estrenar películas que ya lo petaron en su momento, parece que en este 2012 también volveremos a ver el episodio I de la Guerra de las Galaxias y Titanic, películas que yo no pienso volver a ver en el cine.
Pero dejemos de hablar del cine que vendrá, y digo más, dejemos de hablar de cine porque hoy vengo a hablaros de una estupenda producción televisiva. Se trata de la miniserie inglesa Black Mirror, que consta de tres capítulos que han hecho las delicias de mi paladar gustoso de buenas historias en los pasados días. Los tres capítulos son totalmente independientes, no comparten ni actores, ni directores, ni trama, ni nada, solamente el tono de sátira a la hora de narrar nuestra realidad y el comportamiento humano.
El primer capítulo, The National Anthem, es sin duda alguna mi favorito. En este capítulo se cuenta la horrible experiencia por la que tiene que pasar un supuesto primer ministro británico quien recibe la amenaza terrorista de que tiene que hacer algo (muy chungo) si no quiere que la vida de la princesa, a quien ha secuestrado, corra peligro. El capítulo logra envolverte desde el minuto uno y te convierte en parte de él, haciéndote sentir en tus propias carnes la tensión de un secuestro tan importante para el pueblo británico. Este capítulo satiriza sobre la era "twitter" y la repercusión de los medios de comunicación como youtube y las redes sociales en las decisiones políticas de un país.
El segundo capítulo, 15 Million Merits, es el que menos me gustó. Nos traslada hasta un lugar totalmente nuevo en el que muchas personas pedalean diariamente dentro de una especie de caja para conseguir una oportunidad para ser estrellas de la televisión. La verdad es que desde mi punto de vista es la historia más rara de comprender, aunque también ofrece una mordaz crítica sobre el ansia de fama y el precio al que una persona está dispuesta a venderse.
El tercer capítulo, The Entire History of you, está asentado en un futuro no muy lejano en el que la mayoría de las personas llevan un chip en su cabeza donde almacenan todos sus recuerdos y pueden volver a revivirlos, prestando atención a los detalles, siempre que quieran. Vendría a ejemplificar algo así como que es mejor que el ser humano no tenga acceso a ciertos recuerdos aparentemente olvidados para poder seguir adelante con su vida.
Esta miniserie fue creada por la misma persona que hizo hace unos años Dead Set, una miniserie de temática zombie con una de las mejores premisas que yo he visto dentro del género: un ataque zombie arrasa con Inglaterra... pero los concursantes de Gran Hermano no se enteran porque viven aislados del exterior. Si Dead Set era buena yo creo que Black Mirror es todavía mejor, pues ya no pretende simplemente divertirnos sino mostrarnos ciertos aspectos del ser humano que todos conocemos y escondemos, pero sobre los que conviene reflexionar de vez en cuando. Os recomiendo la serie puesto que creo que, además de ser muy interesante, no puede dejar indiferente a nadie. Otro copón de serie para los británicos, que, a mi modo de ver, saben perfectamente como aprovechar la televisión.
Estamos en un año cinematográficamente muy interesante en el que podremos de disfrutar de peliculones que ya están a la vuelta de la esquina como La dama de hierro, la segunda parte de Sherlock Holmes o el remake de Millennium, aunque este también será el año de J. Edgar, Extraterrestre, Rec3, Los Muppets, El caballero oscuro: la leyenda renace y American Pie: El reencuentro, películas que con más ganas yo espero. Y como está tan de moda esto de volver a estrenar películas que ya lo petaron en su momento, parece que en este 2012 también volveremos a ver el episodio I de la Guerra de las Galaxias y Titanic, películas que yo no pienso volver a ver en el cine.
Pero dejemos de hablar del cine que vendrá, y digo más, dejemos de hablar de cine porque hoy vengo a hablaros de una estupenda producción televisiva. Se trata de la miniserie inglesa Black Mirror, que consta de tres capítulos que han hecho las delicias de mi paladar gustoso de buenas historias en los pasados días. Los tres capítulos son totalmente independientes, no comparten ni actores, ni directores, ni trama, ni nada, solamente el tono de sátira a la hora de narrar nuestra realidad y el comportamiento humano.
El primer capítulo, The National Anthem, es sin duda alguna mi favorito. En este capítulo se cuenta la horrible experiencia por la que tiene que pasar un supuesto primer ministro británico quien recibe la amenaza terrorista de que tiene que hacer algo (muy chungo) si no quiere que la vida de la princesa, a quien ha secuestrado, corra peligro. El capítulo logra envolverte desde el minuto uno y te convierte en parte de él, haciéndote sentir en tus propias carnes la tensión de un secuestro tan importante para el pueblo británico. Este capítulo satiriza sobre la era "twitter" y la repercusión de los medios de comunicación como youtube y las redes sociales en las decisiones políticas de un país.
El segundo capítulo, 15 Million Merits, es el que menos me gustó. Nos traslada hasta un lugar totalmente nuevo en el que muchas personas pedalean diariamente dentro de una especie de caja para conseguir una oportunidad para ser estrellas de la televisión. La verdad es que desde mi punto de vista es la historia más rara de comprender, aunque también ofrece una mordaz crítica sobre el ansia de fama y el precio al que una persona está dispuesta a venderse.
El tercer capítulo, The Entire History of you, está asentado en un futuro no muy lejano en el que la mayoría de las personas llevan un chip en su cabeza donde almacenan todos sus recuerdos y pueden volver a revivirlos, prestando atención a los detalles, siempre que quieran. Vendría a ejemplificar algo así como que es mejor que el ser humano no tenga acceso a ciertos recuerdos aparentemente olvidados para poder seguir adelante con su vida.
Esta miniserie fue creada por la misma persona que hizo hace unos años Dead Set, una miniserie de temática zombie con una de las mejores premisas que yo he visto dentro del género: un ataque zombie arrasa con Inglaterra... pero los concursantes de Gran Hermano no se enteran porque viven aislados del exterior. Si Dead Set era buena yo creo que Black Mirror es todavía mejor, pues ya no pretende simplemente divertirnos sino mostrarnos ciertos aspectos del ser humano que todos conocemos y escondemos, pero sobre los que conviene reflexionar de vez en cuando. Os recomiendo la serie puesto que creo que, además de ser muy interesante, no puede dejar indiferente a nadie. Otro copón de serie para los británicos, que, a mi modo de ver, saben perfectamente como aprovechar la televisión.
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