Aunque me había propuesto pasar la noche de Nochevieja viendo una película antes de las doce de la noche y otra después, la verdad es que pasadas las doce ya tenía bastante sueño (y el puntillo que te da una cerveza tras otra) como para aguantar una película, así que me fui a dormir incumpliendo mi primer propósito de Año Nuevo. Eso sí, la suerte se puso de mi lado al día siguiente cuando mi familia americana me invitó a ir con ellos al cine la mañana de Año Nuevo a ver Monstruos S.A., película que, aunque fue estrenada hace un montón de años, ha vuelto a ser reestrenada en 3D por Navidad.
Cuando estrenaron Monsutros S.A. la primera vez yo no fui a verla al cine porque no me llamaba la atención. Me pilló en esos años adolescentes en los que ya había dejado de ver películas de niños para ver películas de las Spice Girls y de Josh Hartnett y tuvieron que pasar unos cuantos años para que al final, un día, la viera, y me diera cuenta de lo buena película es. Y no solo buena película. Es que, como le pasa a la mayoría de películas de Disney Pixar, son películas que se pueden disfrutar con cualquier edad.
Monstruos S.A. es una compañía eléctrica que abastece de energía a toda la comunidad de monstruos del mundo. Sí, resulta que en algún lugar viven los monstruos que salían de nuestros armarios cuando éramos pequeños y la mayoría de ellos trabajan en esta gran compañía, que es capaz de transformar los gritos de los pequeños humanos asustados en energía para su comunidad. Está claro que como ejemplo de energía renovable y ecológica es bastante bueno.
En esta central trabajan Mike y Sulley, una pareja de amigos que además son de lo más famoso en la fábrica pues Sulley es algo así como un genio en el arte de asustar niños, aunque su fama comienza a verse eclipsada por la de otro empleado que está consiguiendo tan buenos resultados como él... con otros medios. La cosa es que este bichejo que quiere convertirse en el mejor desencadena una serie de hechos que llevan a que una niña pequeña y muy mona se cuele por la central alterando la vida de los monstruos porque... resulta que los niños, en este mundo monstruoso, ¡¡¡son tóxicos!!!
Imaginación, la película, derrocha para rato, porque para montarse todo este mundo tan aparentemente sencillo pero tan complejo en el fondo hace falta muchas horas de darle a la cabeza. Y lo mejor de esta historia es que se sostiene perfectamente y te envuelve desde el primer momento gracias al carisma de sus personajes.
Los monstruos que tanto temimos de pequeños resultan ahora ser de lo más graciosos y molones, y verlos sufrir por la presencia de una pequeñita muy salada puede llegar a resultar de lo más divertido. El ritmo ágil de la película que se precipita al final, aderezado con varias sorpresas que cambian el transcurso de la historia por completo hacen de esta una película para sentarse y disfrutar, y si se es un poco más sensiblero, para enamorarse de todos sus personajes.
Copón de película, por supuesto, para ella. Disney Pixar ya es sinónimo de calidad, ya no solo en el nivel de sus magníficas historias, sino en la parte técnica. Si por algo destaca, creo yo, Monstruos S.A. es por su sobresaliente animación.
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