Aunque vi esta película hace ya bastante tiempo (el día de Navidad, concretamente, día de su estreno en EEUU) os prometí que no hablaría de ella hasta que la fecha de estreno en España estuviera próxima para no poneros los dientes demasiados largos.
Pues bien, Django ya está a punto de estrenarse, aunque ya sé que sois muchos los que no habéis podido esperar a su estreno para verla y habéis hecho cosas ilegales. Yo no estoy aquí para juzgaros, sino para hablaros de esta maravilla, que ha sido, para mí, la mejor película del 2012.
Otra cosa no, pero esperadísima, esta película, ha sido. Después del cambio de tercio que dio el cine de Tarantino con Malditos Bastardos una no sabía qué esperarse de su nueva película. Ahora que a Tarantino le ha dado por las venganzas históricas, pensábamos que ya no podíamos ver nada mejor que un grupo de estadounidenses locos matando a Hitler, pero no, Tarantino quiso demostrar que podía volver a hacerlo y yo diría que lo ha conseguido, pues aunque puede que Django Desencadenado no sea mejor que Malditos Bastardos, peor sí que no es.
El protagonista de esta película es Django, un nombre que ya nos suena a western por ser el título de una vieja película muy admirada por Tarantino. Lo raro es que este western está protagonizado por un negro. Un negro que monta a caballo, así, como las personas normales.
Django es un esclavo negro, pues estamos en los años en los que la esclavitud era lo más normal del mundo en Estados Unidos, que es liberado por el cazarrecompensas King Schultz para que le ayude a matar a unos señores muy malos, pues al parecer el tal Django conoce sus caras pero Schultz no. Así comienza una película que es toda una aventura a través de América, de la historia del cine, y sobre todo a través del corazón de Django, pues conociéndole a él vamos conociendo que lo que realmente mueve a esta persona no es otra cosa que el amor. Precioso todo.
Lo mejor de la película ha sido verla en un cine en América. La película enseguida nos contagió a todo el público de su espíritu gamberro y daba gustico ver a la gente gritarle cosas a la pantalla, animar en las peleas, aplaudir las victorias y volverse loca cuando había que volverse loca, en uno de sus grandes momentos casi al final de la película.
La verdad es que Django Desencadenado es una gozada. Te lo pasas tan bien viéndola que las casi tres horas que dura se te pasan volando. Se lleva mucho mejor que Malditos Bastardos en cuando a que tiene un ritmo mucho más ágil, pero yo sigo prefiriendo la de Hitler ametralleado. Eso sí, no dejo de reconocer que Django es un peliculón peliculón.
Para empezar, el guión es magnífico, pero eso es algo que se le presupone a cualquier película de Tarantino. La dirección es más que elegante, por mucho que se le eche en cara a Tarantino que copia la mitad de los planos. Fotografía y banda sonora siempre cuidadísimas y perfectas. Y los actores... ¡¡los actores!! De nuevo Christoph Waltz vuelve a brillar bajo la dirección de Quentin. Aunque a muchos les ha encantando su interpretación (de hecho ya ha recibido un Globo de Oro por ella) yo, si tengo que elegir solamente una, me quedo con la de Samuel L. Jackson, primero porque Waltz, para mí, hace exactamente el mismo papel que hacía en Malditos Bastardos, y segundo porque Samuel está increíiiiiible haciendo de nigger. Increíble.
A veces desternillante, a veces muy desagradable, pero siempre brillante, Django Desencadenado es ya una joyita imprescindible del cine contemporáneo. Recopetín de película para ella. Estoy deseando volver a verla porque, como la vi en el cine, en versión original y sin subtítulos, he de reconocer que en algún que otro diálogo me perdí un poquito.
Pues sí que me dan ganas de verla, sí. Desde luego, tras la excelente Malditos Bastardos me quedé con ganas de más.
ResponderEliminarUna decepción 'Django', no me esperaba un clásico pero sí una película más divertida. Apenas aparecen esos diálogos crujientes marca de la casa, y como siempre, qué pena que sus pelis estén tan vacías. ¿Cuándo encontrará messieur Tarantino algo para lo que tan bien sabe hacer: contar? Un saludo!
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