Pasados unos meses, y preparándome para el estreno de la última parte, decidí volver a verla. Esta vez ya sabía lo que iba a ver y la vuelta al estilo Yates, que se puso de manifiesto en la quinta parte, Harry Potter y la Orden del Fénix, no me iba a sorprender, así que podría ponerle más atención a otros detalles que pasan siempre desapercibidos en los primeros visionados de las películas.
Aunque es una frase muy recurrente para hablar de estas películas, en esta última parte se nota que la saga ha llegado a su madurez y los personajes adolescentes también (unos más que otros). Harry Potter ya había dejado de ser una saga para niños y aquí se da buena cuenta de ello, pues la película ya arranca con una escena bastante dramática, y aunque nunca se olvida (cosa que me parece muy positiva) de que sus protagonistas son adolescentes y siempre tiene un toque de humor, realmente lo que aquí se va a ver ya no es un cuento de niños.
Como en esta séptima parte la acción se centra más en los tres amigos, que deciden salir detrás de los horrocruxes recorriendo un montón de parajes solitarios para no ser encontrados, la película llega a perder un poco del ritmo tan frenético que solía presentar. No obstante, la acción no deja de sucederse y en ningún momento llega a aburrir.

Me gustaría destacar la escena del cuento de Las Reliquias de La Muerte, que rompe por completo el estilo y la atmósfera de la película pero que me parece brillante. Se acerca a mucho a lo que los lectores nos imaginamos cuando lo leímos en las páginas de esta séptima novela. SPOILER A la mayoría de los fans también les ha encantado la escena de la muerte de Dobby. A mí no, la verdad. Dobby me parece un personaje entrañable que se ganó el cariño de los fans desde su primera aparición, pero sigo sin entender cómo un personaje como Dobby puede tener una dramática muerte y un digno entierro y a Dumbledore ni siquiera da tiempo a llorarlo.
Creo que esta primera parte del final de Harry Potter es bastante aceptable y prepara bastante bien el terreno para dejar todo (dentro de lo que cabe) lo más atado posible para la llegada del capítulo final, tan esperado. Un copón de película que a mí, al menos, me dejó con ganas de más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario