Aunque solo cuenta con tres títulos en su filmografía, John Cameron Mitchell es ya uno de mis directores de cine favoritos por lo especiales que son sus dos primeras películas para mí. Esas dos primeras películas, Hedwig and The Angry Inch y Shortbus, que reflejan a la perfección el estilo de este autor, son dos películas realmente interesantes que cuentan vivencias en torno al amor y a la sexualidad, la primera en clave musical y la segunda en clave más dramática, pero preciosas ambas, al fin y al cabo. Son dos títulos que realmente os recomiendo.
El año pasado este director volvía a la gran pantalla con su útlimo trabajo, Rabbit Hole, algo que ya parecía más distinto al resto de su filmografía, pero por la que yo sentía, igualmente, curiosidad por ver. Sin duda alguna ya solo con el reparto te das cuenta de que esta película es "algo diferente" a sus trabajos anteriores, pero que fuera diferente no tenía por qué significar que fuera peor, así que hace unos días decidí por fin ver su última película.
Uno de las grandes llamadas de atención de esta película para mí, además de su director, era su protagonista, Nicole Kidman, quien en un tiempo fue mi actriz favorita. La verdad es que esa cara que se ha dejado y su falta de expresión e incluso su terrorífica cara de sufrimiento que la hace parecer una bruja malvada de cuento han hecho que la Kidman saliera de mi ranking de actrices, pero por otro lado sentía verdadera curiosidad por verla trabajar a las órdenes de un artista tan personal. Por supuesto, no me ha decepcionado. Ni ella ni el resto del reparto, en donde también destacan Aaron Eckhart, al que solo conocía por su trabajo como Dos Caras en El Caballero Oscuro, y Dianne West, que es una actriz que me gusta bastante también. Todo el plantel de actores está estupendo en esta película.
Lo que más y lo que menos me ha gustado es que, aunque cuenta una historia muy dramática, que es la pérdida de un hijo de cuatro años en un accidente por parte de una joven pareja que tiene que sobrevivir sabiendo que su pequeño ya nunca volverá, realmente no es una película que se recrea en el drama. Al contrario, en vez de contarnos el lado más amargo y de venga a llorar, es una película en la que sus protagonistas constantemente intentan buscar un atisbo de esperanza a superar la situación por la que están pasando, aunque, por supuesto, no siempre lo conseguirán, ya que superar un fuerte golpe como ese no es algo fácil ni que se consiga en tan solo unos meses.
Es una película que difiere bastante de lo que me esperaba, pero me ha gustado mucho. La verdad es que no soy muy amante del típico drama de "hay que ver qué vida la nuestra, qué habremos hecho para merecer esto, vamos a llorar durante media hora de metraje" y creía que esta película iría más encaminada hacia ese lado, pero me alegró muchísimo que no fuera así. Incluso hay momentos realmente divertidos en esta película en los que se te escapa una sonrisa, y creo que esa es la magia de Rabbit Hole, que es como la vida misma, en la que siempre hay nostalgia dentro de la alegría y siempre hay momentos de carcajadas dentro de la tristeza.
Una película que solo va de sentimientos, que parece no tener principio (cuando la película empieza el niño ya ha muerto unos meses atrás) y parece no tener final, es decir, que parece, realmente, simplemente un fragmento de unas vidas, pero que en el fondo nos está contando una preciosa y durísima historia de superación que esconde mucho más de lo que cuenta.
Realmente ha conseguido meterme dentro de la película sin tener que pasar un mal rato por ello, al contrario, enseñándome que siempre hay esperanza y que siempre es posible salir de la madriguera en la que a veces nos caemos, queriendo o sin querer, por eso le doy un copón de película.
Me encantan las películas que te cuentan simplemente un fragmento de la vida de los protagonista, así que me apunto ésta en mi lista de Filmaffinity.
ResponderEliminarPues tengo que verla!
ResponderEliminara mi tb me gusta mucho este director, a ver que me parece esta peli si es tan distinta a las otras!!
Peliculón. A mí me pilló por sorpresa y la disfruté como un enano. Preciosa, a pesar de la cara de la Kidman.
ResponderEliminarPues sólo he visto Hedwig, no puedo opinar...
ResponderEliminarEs estupenda, me encantó. Y concuerdo contigo en todo. Por cierto, Nicolasa (que sigue siendo una de mis actrices favoritas) está excelsa en la peli. De hecho, yo no le noto nada del botox.
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