Almodóvar tiene la fama en este país, y hombre, yo creo que merecida. (Para ver lo mucho que me gusta Almodóvar pincha aquí). Pero en este país hay otros cineastas que también han sabido crear su propio universo y que nos regalan a los amantes del cine cada joyita que ya quisieran muchos. Es el caso de Alex de la Iglesia. A Alex lo conocí siendo también bastante pequeña, gracias a su peliculón El día de la Bestia. La verdad es que me pareció una película divertida, y me llamó la atención lo suficiente como para quedarme con el nombre del director. Esto hizo que me empezara a interesar por la filmografía de de la Iglesia, y así, me acerqué al cine (lo recuerdo como si fuera hoy) a ver La Comunidad, película con la que este director me ganó para siempre. Desde entonces no me pierdo una, y por eso esperaba con tantas ganas la llegada de Balada Triste de Trompeta a la gran pantalla.
Balada Triste de Trompeta prometía ya mucho antes de saber incluso de qué iba. Bueno, es que realmente no he querido saber de qué iba hasta que me he sentado en la butaca del cine, para que la película me sorprendiera, aunque claro, al final todo se acaba sabiendo y llegaron a mí comentarios de que si "es la mejor película sobre la guerra civil" de que si "payasos locos" de que si "la abuela fuma" y demás. Prometía, primero, por ser de Alex de la Iglesia. Prometía también por ser una visión de la guerra civil española y la dictadura franquista (tema taaan trallado en este nuestro país) desde los ojos (y las gafas) de Alex de la Iglesia. Prometía porque estaba protagonizada por Carlos Areces, uno de mis actores favoritos. Y prometía porque había ido recibiendo premios importantes que me hacían pensar que esto iba a ser el recopetín.
Las luces de la sala se apagan. Comienza el espectáculo. Sin casi poder creérmelo estaba asistiendo a uno de los mejores prólogos de la historia del cine. La primera escena ya me parece algo fuera de serie y estoy tan emocionada que no sé si reir o llorar. Y los títulos de crédito... ¡¡¡los títulos de crédito!!! Eso sí que es lo mejor que he visto yo en el cine en mi vida. De verdad os lo tengo que decir. Nunca, jamás, de los jamases, never, in my life, había visto unos títulos de crédito tan JODIDAMENTE MARAVILLOSOS como los que tiene esta película. Si en ese momento se acaba la película yo me levanto de mi asiento y salgo por la puerta del cine siendo la persona más feliz del mundo pensando que ya no me queda nada mejor que ver en esta vida.
Pero la película seguía, y había dejado el listón tan alto, tan alto, que no sé si fue ella o fui yo, pero a una de las dos nos dio un bajón tremendo. Aparecía Carlos Areces, por fin, y yo no lo estaba disfrutando. El bajón nos duró poco, pero tengo que reconocer que existió. La película volvía a coger fuerza y los nuevos personajes se iban quitando las capas de maquillaje para dejar entrever la verdadera historia de esta película: una historia de amor.
Desde mi punto de vista la película vuelve a coger fuerza según la va cogiendo Antonio de la Torre, o el personaje que interpreta, mejor dicho. Aunque fui al cine con todas mis esperanzas puestas en Areces, que tampoco decepciona, salí completamente alucinada por la interpretación de Antonio, que me recordó hasta a Michael Corleone poniendo ojos de loco cuando besaba a su hermano. También me sorprendió muy gratamente la interpretación (y las tetas) de Carolina Bang, que además de demostrar que está en forma físicamente demuestra que también lo está en su profesión, pues queda totalmente a la altura de otras consagradísimas como Terele Pávez (la Chus Lampreave de Alex de la Iglesia, y como Chus, siempre maravillosa) o Gracia Olayo.
Una vez vista, lo que puedo decir de Balada Triste... es que me ha impresionado muchísimo. Todavía no sé si para bien, o para mal, porque es una bizarrada tan grande que aún estoy decidiendo si es una locura maravillosa o una cosa grotesquísima. Aunque mi intuición femenina se inclina más hacia la locura maravillosa. Pero en el fondo de mi corazón yo sé que me ha gustado, porque... ¡si es que lo tiene todo! Historia de amor, que eso siempre, a las chicas, nos gusta; violencia, que eso siempre, a los que estamos taraos, nos gusta; humor, tristeza, nostalgia, ¡Franco!, ¡Raphael! (pronunciado rapael), una banda sonora cojonuda, una realización asombrosa, una fotografía correctísima, unos efectos especiales curradísimos, una dirección artística envidiable... y sobre todo, una buena historia, muy potente, que a nadie dejará indiferente.
Por cierto, ya que hablamos de todos sus valores cinematográficos y que los Goya están a la vuelta de la esquina, os hablaré de mis premoniciones. El año pasado quedé encantadísima con Celda 211 y le auguré ocho goyas, y ¡ocho goyas se llevó! Este año me la voy a jugar con Balada Triste de Trompeta, a la cual le auguro seis cabecillas del famoso pintor... ¡a ver si acierto!
Y poco más os cuento. Os recomiendo que os acerquéis al cine a disfrutarla porque yo creo que merece la pena verla. Yo le doy un altísimo copón de película y lanzo esta pregunta antes de terminar: ¿de qué famosa construcción madrileña se colgarán los protagonistas de la próxima película de Alex de la Iglesia? ¡Hagan sus apuestas!
Yo creo que después del Valle de los Caídos no hay nada!!! xD
ResponderEliminarEn fin, secundo cada palabra y a parte de lo que digo en mi blog, tú y yo tuvimos ya nuestro coloquio personal en el que pusimos todas las cartas sobre la mesa, bueno, no todas! que a mi se me olvidó decir que me encantó el cameo de Raúl Arévalo porque lo amo con la fuerza de los mares!!!
Ahora ya en frío también te digo que creo que el público español de a pie no está preparado para esta película, si nosotros, que ya somos espectadores experimentados tampoco lo hemos estado del todo, imagínate el resto!!!
¡Adivina quién tiene un DVD de El día de la bestia firmado por el director! :D
ResponderEliminarAunque después de Perdita Durango, me parece que De La Iglesia se ha ido volviendo más normal. O soy yo que soy mu friki. Pero Los Crímenes de Oxford no me gustó nada, nada. Demasiado predecible, el final se veía venir a la legua. Pero la peli que hizo para Películas para no dormir sí que me gustó.
Menudo peliculón. La vi en dia de estreno y salí encantado de la vida.
ResponderEliminarAntonio de la Torre, lo mejorcito.
Pero es que la película es tan... española, tan grotesca, tan violenta, que puede gustar o no gustar, pero no dejará indiferente a nadie.
Y lo créditos iniciales. Me gustaron y me resultaron siniestros a partes iguales.
Una pelicula de 10, a mi parecer.
Lo cierto es que ultimamente sólo veo cine español... y me encanta.
Por cierto Bea, pasate por mi blog si te apetece que, casualmente, la ultima entrada que he escrito es sobre esta pelicula :)
ResponderEliminarhttp://motivosparalevantarse.blogspot.com/2010/12/balada-triste-de-trompeta.html
Hola Bea,soy Atticus,me he pasado por aqui tu
ResponderEliminarrincon y me he hecho seguidor y me veras por
aqui a menudo.
Si te apetece pasar por el mio seras vien recibida.
http://adivinaquiencocinaestanoche.blogspot.com/
Saludos
Joder, qué ganas le tengo. Debo verla ya.
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