Nunca me cansaré de acusar a todos aquellos que tradujeron muy mal los títulos de las películas de idiomas extranjeros al castellano, porque ya no solo es que a veces ridiculizan por completo la película (¿Con faldas y a lo loco?) sino que otras veces te meten doblao un spoiler que te quedas divinamente, y ya no solo es que te quedes divinamente con ese spoiler, es que le cambia por completo el sentido a la película, como ocurre con la americana Rosemary's Baby, que va de una mujer que se queda embarazada y teme por la vida de su hijo, traducida como La Semilla del diablo en nuestro país, película que va de una mujer que se queda embarazada pero que ya vamos a saber todos quién es el padre sin necesidad de ver la película.
La semilla del diablo es una película sobre una pobre mujer, muy pobre pobre pobre, pero no de dinero, sino de penita, que tiene la mala suerte de comprarse un pisazo en una de las mejores zonas de Nueva York. La mala suerte no es el pisazo, la mala suerte es que el pisazo viene con una comunidad de vecinos un tanto peculiares, además de viejunos, que van a volver loca a la pobre Rosi que ella lo único que quería era formar una familia tranquilamente.
Rosi está just married con un actor que lo debe de estar petando y tiene dinero para lo que quiera, pero como ella lo que quiere es una gran familia, pues se pone al asunto enseguidica de instalarse en su maravilloso nuevo hogar. Lo malo es que le da por comentárselo a sus vecinas, y ya sabemos lo que pasa cuando le dices a unas vecinas que quieres quedarte preñada: que se montan una secta del mal en un momento para que el que te preñe sea el mismísimo diablo.
Por cierto, que ya que el señor traductor de título no tuvo ningún miedo en arruinarnos la película, no voy a ser yo menos. Así que os cuento que el padre del bebé es el diablo desde ya. Es que la gracia de esta película está en que dudes constantemente de si la loca es la madre o los locos son los vecinos, porque claro, yo no he estado embarazada nunca, pero puedo comprender perfectamente que una madre se obsesione un poquito (esta se obsesionó de más, la pobre) cuando está embarazada, y a veces esa obsesión puede cruzar la delgada línea de la locura, pero si el título ya te ha dicho desde el principio que sí, que es el diablo realmente el que ha dejado embarazada a la pobre Rosi, pues entonces lo que te pasas es toda la película riéndote de una pobre mujer sufridora que no es capaz de asimilar la que se le viene encima.
Afortunadamente Roman Polanski hace un maravilloso trabajo a la dirección, que, acompañado de una interpretación fabulosa por parte de Mia Farrow, que te pone unas caras de misunderstanding fabulosas y un guión que te va envolviendo en el jueguecito de los amables vecinos de locura, erotismo y cosas muy chungas, pues la película se acaba disfrutando.
Mucha gente dice que odia esta película por el final de la misma. A mí le final me entra tan ricamente y me parece bastante lógico, porque al fin y al cabo una madre es una madre, así que para mí este final no hace sino poner el broche de oro que esta inquietante historia necesita. Copón de película para el bebé de Rosemary. Nos quedaremos siempre con la duda de si al final Rosi le dio el pecho o pasó directamente al biberón.
La he visto hace un par de días y una gozada. Pero todavía tengo pendiente la crítica y vaya perezaca.
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ResponderEliminarNo hace mucho vi esta peli, y cuando la acabé me dejó dos sabores; un sabor bueno, de haber visto una buena película que te deja enganchado durante todo momento, y el sabor de cargarme al cabrón que tradujo al título, en serio, a veces han traducido fatal los títulos, en español le han puesto el que le han dado la gana, pero contarte los ÚLTIMOS 10 MINUTOS DE PELI, nunca. Así que muy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarLa adoro desde pequeño, desde que mi madre la veía porque le encanta
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