Hoy nos volvemos viejunos para volver al cine en blanco y negro, que de vez en cuando no viene mal, porque aunque tengo que reconocer que veo mucho más cine contemporáneo que clásico, todavía me queda una larga lista de ver de peliculones que se rodaron cuando ni yo ni mis padres habíamos nacido.
Por otro lado, si sois lectores asiduos a este blog, ya sabréis todo lo que me gusta a mí defender el cine español y a sus magníficos creadores, y aunque la película de la que vengo a hablaros hoy no fue rodada en España, por motivos que seguramente ya todos sabéis, su director, Luis Buñuel, era español, y además uno de los más famosos directores de cine que ha tenido este país.
Yo no es que sea la mayor fan de Buñuel, pero todo lo que he ido viendo me gusta. Algunas cosas más, algunas menos, pero he de reconocer que tiene una peculiar forma de contar historias y un surrealismo que no se me antoja aburrido, todo lo contrario. Sus películas son bastante hipnóticas.
En El ángel exterminador somos espectadores de la extraña historia de un grupo de aristócratas que se reúnen para cenar y tomar una copa en casa de los Nóbile. Aunque los anfitriones son conscientes de que sus invitados se están pasando un poco con la hora de estar en casa de uno, no dicen nada por la cosa del decoro, pero pronto se darán cuenta que, por extraño que parezca, lo que está pasando es que ninguno es capaz de abandonar la casa, lo que desencadenará una serie de problemas cada vez más graves según van pasando los días y se ven allí encerrados sin agua ni comida.
Básicamente la historia nos invita a reflexionar sobre el comportamiento humano ante situaciones límite, al igual que lo veíamos de manera mucho más clara en películas como El Señor de las moscas. Otros llegan incluso a comparar el conflicto de esta película con el programa Gran Hermano, que al fin y al cabo trata de encerrar a gente peculiar en una casa y observar qué pasa, pero yo creo que esta última comparación es bastante odiosa.
Aunque me resulta difícil intentar hablar y poder decir algo sobre esta película después de tan solo un visionado, lo que sí voy a resaltar es el gusto de Buñuel por la ironía, que aquí puede apreciarse quizás mejor que en otras de sus películas, sobre todo en algunos diálogos.
En definitiva, lo que viene a hacer Buñuel con esta película es hacer una crítica a la sociedad del postureo, como queriendo decir: sí, cuando estáis en una situación controlada es muy fácil posturear, pero en cuanto un pequeño elemento se escapa de vuestro alcance sale vuestro verdadero yo y son las risas.
Sea como fuere, El ángel exterminador es un copón de película y es lo realmente interesante como para recomendarla. Yo, sin duda alguna, la volveré a ver, dejando pasar un poco de tiempo por aquello de no aprendérmela de memoria, porque creo que es una película a la que todavía se le puede sacar mucho jugo.
ENORME el amigo Buñuel.
ResponderEliminarÉsta fue la primera película suya que vi, y me tuve que quitar el sombrero, aunque su mejor película es para mi gusto El discreto encanto de la burguesía.
Entonces comenzaré con ésta de Buñuel.
ResponderEliminarPero copón, copón de película. Y aunque no sé si me entendiste te la comparé con Alien por algunas de las cosas que cuentas. :-P
ResponderEliminarPeliculón.
ResponderEliminarInteresante también la crítica a la clase alta, anclada en costumbres rancias. Muy presente en esta película, y en otros títulos de Buñuel, como "El Discreto Encanto de la Burguesía".
Por cierto, ¿No crees que, en parte, "Los últimos Días" bebe de esta peli?