Aunque creí que jamás vería esta película porque el cartel y lo poco que había escuchado sobre ella me echaba (y mucho) para atrás, en cuanto vi los cortos del director, Vicente Villanueva, me di cuenta de que su estilo de humor se parecía mucho al que a mí más gracia me hace, y acabé yendo al cine a ver Lo contrario al amor, con un poco de miedo, eso sí, porque todavía no se ha dado el caso de que una película de Hugo Silva sea buena.
Y la verdad es que Lo contrario al amor mala no me ha parecido, aunque tampoco será una película para recordar. Lo cierto es que aunque el cartel y la campaña promocional da a entender que te van a soltar una comedia bastante cutre de chica conoce chicos y jajá qué risas, la película tiene un puntito bastante especial que a mí me hizo conectar enseguida con ella.
El guión me sorprendió para bien, aunque he visto diálogos de Villanueva mucho más vivos, originales y tronchantes, pero la verdad es que se nota el estilo de este autor en las palabras que salen por la boca de los personajes. Y los personajes son, por cierto, Merce, una chica que no quiere enamorarse ni quiere comer carne, Raúl, un bombero que le tiene miedo al fuego (sí, esta parte no es de lo más original) y Toño y Salva, compañeros de trabajo de Raúl que también tendrán algún roce con Merce.
El guión me sorprendió para bien, aunque he visto diálogos de Villanueva mucho más vivos, originales y tronchantes, pero la verdad es que se nota el estilo de este autor en las palabras que salen por la boca de los personajes. Y los personajes son, por cierto, Merce, una chica que no quiere enamorarse ni quiere comer carne, Raúl, un bombero que le tiene miedo al fuego (sí, esta parte no es de lo más original) y Toño y Salva, compañeros de trabajo de Raúl que también tendrán algún roce con Merce.
Aunque previsible, como la mayoría de historias de amor que se nos cuentan en el cine, la película tiene buen ritmo y entretiene con su manera de contar el amor, tan real y tan reconocible, no demasiado idealizada. Eso sí, en mi opinión, al final se cae por su propio peso con un "ya verás ahora qué sorpresa os tengo preparada" que chirría un poquito.
La pareja de actores protagonistas no están ni bienn ni mal. Adriana me parece una buena actriz, y la verdad es que la chica está correcta, aunque si consiguiera enamorar al espectador igual que enamora a Hugo Silva ya hubiera sido la leche. Pero claro, el pobre Hugo, nada. El chico es guapo, y creo que es una persona que tiene ese chispazo que le hace brillar sobre el resto de la gente, pero el pobre es que actúa regulero. A mí en esta película ha sido el que menos me ha gustado y el que menos me he creído.
Y poco más os puedo contar, porque poco más nos puede ofrecer esta película. Creo que es una película correcta, que da lo que promete y que te hace pasar un rato divertido y sobre todo, te hace sentirte identificado constantemente. Pero nada más. Quizás esperase un poquito más de ella por la chispa que tiene su director en sus anteriores trabajos, pero tampoco me ha decepcionado. De hecho, le doy un copón de película porque realmente disfruté viéndola.
Yo esta la quiero ver, pero en la ciudad en la que vivo no la ponen, tendré que esperar al DVD. Hugo Silva no me cae mal en sí mismo, pero es lo que tu dices, de actuar el pobre no va muy allá. Adriana Ugarte es más competente y tiene un punto tímido que me encanta.
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