Hacía más de dos años que me había comprado un pack de dvds de los Monty Python entre los que se incluía, claro está, esta película. Sin embargo, ha sido hasta el pasado viernes que no me había puesto a verla. Con lo que me gustan a mí los Monty Python, había logrado vencer la tentación durante todo este tiempo y había tenido aparcada a la pobre película sobre mi estantería desde el momento en que la compré.
Antes de comenzar con la película se emite un corto, también de Terry Gilliam: Seguros permanentes Crimson, una metáfora cinematográfica que convierte a los trabajadores de una compañía de seguros en esclavos en una galera con azotes de látigo y todo. Aunque en un principio pueda parecer un corto totalmente independiente de la película, luego se podrá ver que sí guardaban una mínima relación.
Y por fin da comienzo El Sentido de la Vida. Esta película, al igual que otros títulos anteriores como la mal traducida al español Se armó la gorda, es una sucesión de sketches relacionados entre sí por el tema común: cada parte de la película habla, al fin y al cabo, de cada una de las partes en las que podría dividirse una vida, desde el nacimiento, a la educación de los hijos pasando también por los intereses adultos como la filosofía, la ciencia y la medicina hasta llegar al otoño de nuestros días.
Aunque no he visto todos los capítulos de Flying Circus, sí puedo decir que esta es la película más absurda (en el sentido menos peyorativo del término) de este grupo de cómicos ingleses. Realmente me alegro de haber dejado pasar ese par de años desde que la compré hasta que por fin la he visto, porque quizás hace dos años no la hubiera disfrutado tanto como ahora, por ser tan "distinta" a lo que a mí me gusta de los Monty Python. Quiero decir, mi película favorita de ellos es La Vida de Brian, y, aunque tiene su punto absurdo, por supuesto, El Sentido de la Vida le da mil vueltas en ese aspecto, y quizás por aquel momento la habría abandonado llevándome una decepción. Sin embargo, esta vez me he llevado una sorpresa. He visto al grupo de cómicos totalmente fuera de sí, totalmente desinhibido ante la explicación de lo que, para ellos, es el sentido de la vida, y la verdad es que me ha gustado.
Pero claro, estamos hablando de un grupo cómico más aficionado a la crítica social, o a la sátira social, más bien dicho, que a la reflexión metafísica, y, por supuesto, aunque el sentido de la vida no queda del todo explicado, la burla está presente en cada uno de sus sketches. Mi favorito, por ejemplo, ha sido la comparación entre la familia católica y la protestante.
Por otra parte, también me ha sorprendido ver a los Monty Python más grotescos, escatológicos, y si me apuras, más gores que nunca. Uno de sus sketches me hizo recordar a un capítulo de Padre de Familia que me resultó algo desagradable en el que Stewie empieza a vomitar y luego vomita Brian, y luego Chris y empiezan todos a vomitar sin parar. Ese es uno de los capítulos de los que peor recuerdo guardo de Padre de Familia, con lo que me gusta a mí esa serie, y en esta película también podemos "disfrutar" de un momento bastante parecido e igualmente desagradable pero divertido al fin y al cabo.
Total, que más que el sentido de la vida, con el visionado de esta película uno de lo que se da cuenta es del sinsentido de nuestras vidas, lo cual las hace maravillosas. No obstante, una cosa sí le queda clara al espectador, que sea lo que sea lo que te ocurra, la mejor forma de sobrellevarlo es con sentido del humor. Por cierto, mención especial a los números musicales, que pueblan los gags de esta película y cuyas letras son realmente divertidas.
Es difícil calificar una película como esta, pero yo me voy a acoger al sabor de boca que todavía me sigue dejando días después de su visionado. No he querido esforzarme en entender o analizar concienzudamente una película que realmente está hecha para disfrutarla, y como yo la he disfrutado, he decidido darle un alto copón de película.
Recuerdo que me interesó una parte del audiocomentario de Terry Jones en el que explica como de freudiano y personal podía ser su humor, ya que la secuencia en que un prisionero decide morir perseguido por un ejército de mujeres en topless y con patines fue escrita por el malogrado Graham Chapman (Brian en La vida de Brian) que era gay. Chapman, que era médico, también escribió la acertada secuencia del nacimiento, criticando la actitud de los médicos hacia sus pacientes.
ResponderEliminarEn general, es de las que más me gusta de los Python por la mezcla de humor absurdo y surrealista con conceptos filosóficos.
Es verdad, es la peli más absurda de los Python, que a veces es delirante pero también algo irregular. El gordo que come hasta reventar es uno de los gags que más recuerdo, vaya grima que daba
ResponderEliminarLos Monty Python son dioses.
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