Las chicas Gilmore (1º temporada)

Llevaba tiempo deseando encontrar una serie que simplemente me entretuviera y que fuera un poco culebrón. Rollo ahora te quiero a ti, ahora vivo un drama familiar, ahora me desenamoro, y todas esas cosas. Por otro lado, también quería que esa serie fuera sobre adolescentes, porque me gustan los adolescentes (en un amplio sentido) y después de probar sin éxito con Buffy Cazavampiros, serie que terminé abandonando a la mitad de la segunda temporada, creo que he dado con lo que estaba buscando.

Vi el episodio piloto de esta serie casi por casualidad. Un día fui a Ávila a encontrarme con unas amigas, que ya eran fans de antes de Las Chicas Gilmore, y mientras cenamos decidimos ver el primer capítulo. Ni me gustó ni me disgustó. Aunque la primera impresión no fue del todo buena. Si hay algo que creo que es esta serie, aunque tenemos que tener en cuenta que es una serie del año 2000, es que se pasa de ñoña. Ahora la vida es distinta y las jovencitas también lo son, pero a veces esa candidez viene bien, aunque solo sea en la ficción.

También casi por casualidad seguí viendo los siguientes capítulos con una de esas amigas de aquella cena durante las vacaciones, y así, poco a poco, se fue fijando en mí la costumbre de ir viendo un capítulo de esta serie de vez en cuando, hasta que llegó un punto en el que pude decir que me había enganchado.

La serie cuenta las peripecias de una Gilmore que tiene una hija y una madre Gilmore también. La Gilmore central es una mujer soltera con hija de dieciséis años que se quedó preñada muy joven pero que está muy orgullosa de todo lo que ha hecho y de la vida que tiene ahora y sobre todo de la miniGilmore, que, por cierto, le ha salido listica. Eso sí, tiene una relación un poco regulera con su madre por aquello de que se quedó embarazada siendo una adolescente y se fue de casa. Los capítulos van narrando el día a día de estas chicas, saliéndose poco de lo normal y limitándose a narrar las aventuras de una familia prácticamente normal. No es que sea la serie más divertida de la historia pero se va dejando ver.

Después de haber hecho el spring final con la primera temporada puedo decir que es justo lo que necesitaba. Una serie con una trama divertida pero a la vez cotidiana, que no me llenase mucho la cabeza, que no me enganchase y me atrapase y me hiciera olvidar mi vida real y que tuviera sus altibajos para que una pudiera echar una lágrima de vez en cuando.

Tengo que decir que, por supuesto, esta no es la mejor serie que he visto en la vida. De hecho se aleja bastante de la que yo considero la mejor serie que he visto en la vida, pero su aire de principios del nuevo milenio, su dulzura y su costumbrismo americano (que ahora ya me va tirando) me han cautivado. Y los personajes al fin y al cabo son bastante entrañables, y una termina cogiéndoles cariño.

Así que probablemente esta se convierta en esa serie que me acompañará en mis primeros días en América y me aliviará los dolores de cabeza fruto de tanto escuchar inglés hasta que me vaya acostumbrando y ya no quiera volver a escuchar español nunca más. Por ahora le doy un ojete de monico, con esperanzas de que la serie se convierta en algo más que un simple entretenimiento.