Si me seguís desde hace tiempo sabréis que me encantan los musicales, y que no suelo resistirme a ver ninguno que llegue a mi conocimiento. No obstante, aunque Rent me la recomendaron el verano pasado, no ha sido hasta este que por fin me he sentado a verlo.
Rent no es un musical demasiado conocido en España, pero le ocurre todo lo contrario en los Estados Unidos. La película es una adaptación del musical homónimo de Broadway, hasta el punto de que algunos de los actores del reparto teatral repiten ante la cámara en la versión cinematográfica. El musical en Broadway ganó varios premios y se convirtió en uno de los más famosos de la ciudad de Nueva York, por eso su llegada a las grandes pantallas se hizo prácticamente inevitable.
Y además de ser bastante desconocido en España, Rent también es un musical poco convencional. Se dice que es una adaptación de la ópera La Boheme, y puede que lleven razón porque si algo son los protagonistas de esta película, es bohemios, incluso hay un número musical en el que se autodenominan como tal.
La acción transcurre en el Nueva York de finales de los años ochenta, principios de los noventa, en un bloque industrial en el que viven una serie de artistas bastante pobres, que prácticamente tienen okupado el lugar. La película arranca cuando, en la noche de Nochebuena, se presenta ante los habitantes de ese lugar un representante del dueño pidiéndoles a los inquilinos que paguen la renta que deben o serán expulsados. Poco tiene que ver luego, aunque siempre estará presente, esa renta que no han pagado, pues la película enseguida se centra en la vida de todos los que rodean el edificio neoyorkino.
La historia que nos cuenta Rent dura exactamente un año, de navidad a navidad, año en el que este grupo de conocidos van volviéndose amigos y personas indispensables en la vida de cada uno, deteniéndose a hacer un balance de lo vivido al finalizar la película.
Por otro lado, esta película tiene un trasfondo social muy importante, que es el mundo del sida y de los que padecen esta enfermedad, que tan desgraciadamente estuvo de moda a principios de los años noventa en Nueva York. Esta enfermedad marcará el destino de los protagonistas de este musical casi sin que se den cuenta.
Solo os recomendaré esta película si sois verdaderamente amantes del género musical, porque la película se parece demasiado a una ópera y tiene muy pocas partes habladas, predominando siempre la música y las voces de sus protagonistas, que expresan sus sentimientos y sus ideas a través de las canciones que van haciendo avanzar la historia.
Aunque es una historia triste, la película logra transmitir su Carpe Diem, su pasión por el amor, y consigue dejarte un buen rollo y un buen sabor de boca al final de la misma. Por lo tanto se lleva el copón de película. Me gustaría recomendaros, eso sí, que aunque no veáis la película, conozcáis el tema principal que me parece maravilloso. Pinchad aquí para verlo.
Uno de mis musicales favoritos, y aunque hay que reconocer que aunque la versión fílmica no es una maravilla adapta muy bien la obra original y es imposible no emocionarse con ella. De lo más recomendable!
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