21 jun 2012

El emperador y sus locuras

Hoy estoy muy contenta, cinematográficamente hablando, porque vengo a hablaros sobre una de mis películas favoritas de una de mis productoras favoritas. Soy muy fan de Disney y de la gran mayoría de sus películas, y procuro no perderme ninguna desde que tengo uso de razón. Todavía recuerdo el día que fui al cine a ver esta película por primera vez. Salí pensando algo así como que era como Aladdín, ¡¡pero mejor!! Y aunque ahora, muchos años después, he vuelto a pensar que no, que Aladdín es mucho más peliculón, la verdad es que El emperador y sus locuras se encuentra entre mi pequeño grupo de películas favoritas de la factoría Disney.

El Emperador y sus locuras es una película perfecta porque todo lo que la compone es tan bueno como absurdo. La historia es bastante rarita ya de primeras: un gran emperador es envenenado por su... cómo decirlo... ¿persona que ha cuidado de él desde que era pequeño?, pero al final no termina envenenado y lo que pasa es que se convierte en llama. No en llama del averno, sino en animal peludo que es así como mezcla de caballo y oveja que se estila mucho en sudamérica. Y ahí arranca la aventura: el emperador tiene que convertirse otra vez en humano, y ya de paso, se convertirá en mejor persona.

Y esta historia que nos cuenta esta película sería puta mierda si no fuera porque los personajes que le dan vida son tan surrealistas como la propia trama. Empezando por Cuzco, el protagonista y emperador, que siempre va a tope y siguiendo por Pacha, el hombre que se verá abocado a tener que ayudar y soportar al Cuzco-llama, y pasando por los dos grandes de esta película, la malvada Izma (la que envenena al emperador) y su guardaespaldas Kronk que es EL MEJOR porque sabe hablar el idioma de las ardillas, sin estos personajes tan divertidos la película no sería lo graciosa que es.


Es esta una película hecha nada más y nada menos que para la diversión, raro en Disney, pues las películas que llevan este sello suelen tener su momento de echar la lagrimita bien sea por las bonitas historias de amor, por los nostálgicos recuerdos o por el triunfo del príncipe azul. Las locuras del emperador solo son diversión a tope, y diversión de calidad, por cierto. Quizás por eso pueda parecer mucho más simplona que otras películas de Disney, pero yo creo que está a la altura de las más grandes, con su banda sonora megachuli y todo.

Para mí, lo mejor de esta cinta es que pasen los años y me siga pareciendo igual de divertida. Es una película que se ve en un momento, por su corta duración, y además se pasa enseguida, ya que constantemente Cuzco está metido en algún lío. Pensé que su humor tan básico pasaría de moda en cuanto yo creciera pero afortunadamente a mí me sigue haciendo una gracia tremenda.

Sin duda alguna os la recomiendo si sois amantes de las buenas comedias que no tienen más pretensiones que hacer pasar un buen rato. Esta película tiene segunda parte, y aunque no es tan buena como esta primera (suele pasar) también está bien, así que os podéis rellenar una tarde aburrida en un momento con un pequeño homenaje a Cuzco y sus amigos. Pero como hoy veníamos a hablar solo de la primera parte, es la primera parte quien se lleva el super copón de película tan merecido, por ser tan absurdamente divertida y por ser simple y llanamente humor puro y duro.

3 comentarios:

  1. Tienes que enviar tus críticas a alguna revista. Quiero verlas publicadas. :D

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  2. La escena del bar con sus entradas/salidas de la cocina y su trasvestismo es heredera de lo mejor de los hermanos Marx. Fan de la película y de la ardilla con sus globos.

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  3. Ardi ardi ardi, jajajaja, es buenísima. Lástima que no esté tan reconocida en el mundo Disney como otros clásicos, pero yo me parto cada vez que la veo con mis veintipico tacos que tengo XD

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