Tengo por norma no perderme ni una sola película de Steve Carell, porque, como ya sabréis, y si no no sabéis os vais a enterar ahora, Steve se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en mi actor cómico favorito. Me parece un genio del humor y siempre consigue sacarme grandes carcajadas. Aunque mi papel favorito de Carell sigue siendo el de Michael Scott, y considero que sus apariciones en el cine son inferiores al increíble trabajo que hizo en The Office, me gusta ver sus películas para disfrutarlo en otros papeles. Y la verdad es que en esta película tiene un papel pequeño, pero muy efectivo, porque cada vez que abre la boca te mueres de la risa (al menos eso es lo que me pasaba a mí).
No tenía ni idea de la existencia de esta película hasta que un día alguien (me da rabia no recordar quién) me la recomendó por twitter, en una de esas noches desesperadas en las que no me apetece ver nada de lo que tengo y pido ayuda a mis followers con las recomendaciones cinéfilas. He de decir también que las recomendaciones que me suelen dar no suelen ser del todo de mi agrado, pero mira, con esta película acertaron.
La leyenda de Ron Burgundy es la historia de un presentador de informativos estadounidense que es el número uno en su ciudad, y vive envuelto en un halo de fama y extravagancias que puede permitirse porque todo el mundo lo adora. Con el resto de su equipo se dedica a correrse buenas juergas y a estar con muchas mujeres, pero un día se cruza en su camino una jovencita que le toca el corazón, y cual es su sorpresa cuando se entera de que esa preciosa joven viene dispuesta a hacerse un hueco en el mundo del periodismo, y más concretamente en su programa.
Esta película parece más bien una reunión de amigos que decidieron pasárselo bien haciendo una comedia. Y es que en el reparto podemos encontrar a lo más de lo más de la comedia americana. Empezando por Will Ferrell, el protagonista, actor, que por cierto, al principio de conocerle no me caía muy en gracia pero ahora poco a poco (muy poco a poco) ya lo voy tragando; pasando por Paul Rudd, al que todos recordaréis como novio y marido de Phoebe en Friends, hasta llegar a Ben Stiller, que no se pierde ni una, lo mejor de esta película es ver a todos estos grandes de la comedia del siglo XXI juntos y revueltos.
El reportero: la leyenda de Ron Burgundy no es más que otra estúpida comedia americana, que no destaca ni por sus grandes efectos especiales, ni por su gran guión ni por la profundidad de su historia, pero es una película muy divertida, sobre todo si eres amante de la típica comedia chorra, como es mi caso. De mi parte se lleva un copón de película porque me ha hecho pasar un buen rato, que era lo único que yo le pedía a esta película.
Yo la vi por primera vez hace cosa de un mes y me pareció la hostia.
ResponderEliminarEse humor a medio camino entre las situaciones incómodas y lo puramente absurdo me encanta.
Por cierto, no sé si sabrás que pronto se estrenará la secuela. En youtube ya hay un trailer rulando.
¡Sí, sí lo sé!
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