Antes de hablaros de esta película quiero deciros que la semana que viene no estaré en España, y como tampoco estaré viendo películas precisamente, voy a aprovechar este parón para dar fin a la cuarta temporada de OjeteFilms, y, como suele ser habitual siempre que una temporada se acaba, voy a hacer un concurso con su correspondiente premio. Las bases y el premio, el sábado, aquí, en vuestro blog favorito [modo Anne Igartiburu off]
Pues veréis, resulta que vi Frequency porque el otro día leí algo de ella ya ni sé donde y me acordé de que cuando se estrenó yo tenía muchas ganas de verla, pero creí que me iba a dar miedo por eso de que va de que un hijo habla con su padre muerto y al final no la vi. Han tenido que pasar muchos años para que le diera una oportunidad, y oye, aunque en su argumento me ha sorprendido mínimamente porque no va por donde yo creía que iría, la verdad es que me ha gustado regulero.
Yo tengo una máxima en esta vida, y os la voy a descubrir. Dennis Quaid siempre hace películas pasables. No malas de estas de repeluco, pero jamás ha hecho una buena. Y esa es la conclusión a la que he llegado tras varios años de consumo de cine. No he visto ni una sola película de este hombre que haya dicho ¡peliculón! Eso sí, generalmente son películas entretenidas, curiosas si me apuras, pero vaya, que este tipo de cine al que Quaid ha sabido sacar partido suele ser aquel que en el trailer promete muchísimo y luego cuando la ves, pues ná!
Frequency cuenta una historia muy original, me parece a mí, pero que se ha quedado obsoleta porque el paso del tiempo (es una película del año 2000) ha avanzado muchísimo en lo que a "viajes en el tiempo" se refiere. El protagonista de esta película es un chico cuyo padre murió cuando él era un niño que, de repente, un día, gracias a un fenómeno físico que te tienes que tragar y punto, como lo de la virginidad de María, consigue contactar por radio con su padre, pero no en el más allá (que era lo que yo pensaba) sino treinta años antes. El chico habla con su padre vivo porque las ondas de radio viajan en el tiempo o algo así. La cosa es que el hijo, que sabe cuándo y cómo murió su padre, consigue salvarlo de su propia muerte, y eso, por supuesto y tal y como sabemos todos los que tenemos mínimas nociones sobre viajes en el tiempo, altera el presente.
Una movida muy chunga, que más o menos está muy bien contada aunque justificada con el ojete. Una película entretenida, que aunque tiene su chicha, falla, me parece a mí, en que ni logra crear tensión ni nada de nada. Ahí se están viendo asesinatos, muertes, familias destrozadas, crisis amorosas pero es que todo da igual porque la película no logra profundizar en nada.
Como os he dicho antes: ¿entretenida? pues mira sí, se te pasa la hora y media larga y tan ricamente. ¿Interesante? No, una persona puede vivir perfectamente sin saber nada de esta película. Arranca bien, pero en cuanto te explican qué está pasando, como tienes que hacer acto de fe, el interés decae por completo, y aunque la película consigue mantener un ritmo la verdad es que... cacafuti. Yo le he dado un ojete de monico por no dárselo de dromedario, porque tampoco me parece tanta cacafuti, pero no me paro a recomendárosla siquiera.
¡Acordarse del concurso! ¡El sábado publico toda la información!
Hombre yo le daría algo más, la peli es simpática y ese enlace entre pasado y presente tiene su aquel. No es para tirar cohetes, pero tampoco tan mala.
ResponderEliminarSaludos!
Pues la calificacion que le has puesto es bastante acertada, es una peli que pasada la sorpresa inicial no da para mucho mas.
ResponderEliminarA mi Dennis Quaid es un tipo que siempre me ha caido bien y que como actor siempre trata de aportar intensidad a sus personajes, una peli suya que me gusta mucho es "El chip prodigioso", uno de esos clasicos ochenteros. El que me resulta un soso de narices en Jim Caviezel, siempre con esa cara de que parece que se le ha roto una uña.