No tengo ni idea de cómo llegó esta película a mí. Creí que me la había recomendado un amigo, pero no, él ni siquiera sabía que existía. Habrá sido cosa del destino, pero el caso es que en Zamora tenía guardada una película que se llamaba Dieciséis velas y que Filmaffinity decía que era una comedia romántica de adolescentes. "Una peli chorra de las de toda la vida" pensé yo, pero no. En cuanto le di al play pude comprobar que esta película me iba a dar mucho más que la típica película chorra de las de toda la vida.
Para empezar, es una película ochentera de manual, cosa que siempre está guay. Para continuar, tiene un argumento la mar de simple: la prota se despierta el día de su cumpleaños y en su casa están tan preocupados por la boda de su hermana, que se casará al día siguiente, que pasan de ella. La chica se pilla un rebote tremendo y se va al insti, y allí se deprime más todavía porque está enamorada del chico guapo del instituto, quien, por supuesto, sale con la reina del baile. Y poco más. En cuanto a argumento la película no tiene mucho de especial. Lo que la hace diferente y divertida es el humor tan sanote que tiene y las peripecias tan divertidas a la par que cotidianas que le van ocurriendo a la chica en tan solo los dos días que dura la acción en esta película.
Que no se me malinterprete tampoco. No quiero decir que Dieciséis velas sea el peliculón que todos estábamos esperando. Lo que quiero decir es que es una comedia chorra adolescente, pero dentro de su género, es muy divertida y muy apetecible. Pero también muy típica, muy tópica, con pocas sorpresas y con final feliz. Para el que sea tontaco como yo y se ría con cualquier bobada, esta película es perfecta. Pero aquellos que le piden diariamente al cine su porción de calidad necesaria para la vida, mejor que pasen.
Yo se la recomiendo a todo el mundo, porque una película divertida, aunque te cuente lo mismo de siempre, es genial para ciertos momentos de relax, o para una resaca dominguera, como ha sido mi caso. Le he puesto un copón de película por lo bien que me lo he pasado con ella, porque si algo tiene de bueno, y muy bueno, esta película es el humor que reina en cada una de sus escenas.
John Hughes era el p*t* amo de las pelis de adolescentes ochenteras. Aunque creo que para mí es mejor El Club de los Cinco (nada que ver con los libros infantiles). También con la musa pelirroja Molly Ringwald. Pero para ultracool peli adolescente ochentera: Escuela de Jóvenes Asesinos.
ResponderEliminarNo la conocía, pero creo que voy a apuntarla. Con que me haga pasar un rato agradable, ya lo agradeceré.
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