7 may 2012

Tenemos que hablar de Kevin

Primera vez en mi vida que sigo una recomendación de la Cuore (sí, sí, la revista esta de los ARGS y el no photoshop) a la hora de interesarme por una película. Sigo comprando la Cuore como revista de cagar y hace un par de semanas en dicha revista entrevistaban a Tilda Swinton, protagonista de esta película, con motivo del estreno de la misma. Evidentemente, en la entrevista se hablaba un poco del argumento de la película y enseguida me interesé por Tenemos que hablar de Kevin, que trataba sobre una madre cuyo hijo había cometido un horrible crimen en un instituto estadounidense.

Otra cosa no, pero a mí un adolescente trastornado me encanta, con lo cual el hecho de que en una película/serie/novela se toque el caso de un niño que mata ya me interesa desde el principio. Pero lo original de esta película es que estaba vista desde el punto de vista de la madre. Nunca me había parado a pensar en esas madres cuyos hijos cometen actos atroces. ¿Están locas esas madres y les trasmiten esa locura a sus hijos? ¿Crean ambientes tan agobiantes que hacen al hijo estallar de cualquier manera? ¿O son madres perfectamente normales que simplemente han tenido muy mala suerte?

En el caso de Tenemos que hablar de Kevin, Eva, la madre protagonista, es una mujer normal que ha esperado a tener ya unos añitos para ser madre, y aunque quiere mucho a su hijo, ella llega a sentir que su bebé ha sido un castigo del cielo, pues aunque se encarga de su cuidado y educación prácticamente al completo, no es capaz de llegar a entender del todo a su hijo, y eso la hace sentir mal.


Según va creciendo Kevin también nos vamos dando cuenta de que es que el niño es un poco cabroncete, y, por qué no decirlo, raro de cojones. Y claro, la madre, pues cada vez está más preocupada y cada vez se la ve más sufridora. Hasta que ¡pum! llega el día de la tragedia y bueno... ¡una pena! Qué os voy a contar yo que no os imaginéis.

No obstante, la película no está contada así tan lineal como os la cuento yo. La película es una retrospectiva, es decir, desde el presente, cuando el crimen ya ha sido cometido, la madre va retrocediendo hacia el pasado, mezclándose en su cabeza los recuerdos felices con los más duros, mientras vemos cómo es la vida de una madre meses después de que su hijo montase la fiesta que montó.

De hecho, uno de los puntos más atractivos que tiene esta película es que no está contada cronológicamente. Así, el guión es capaz de ir in crescendo y la intriga se apodera de ti, que estás deseando saber cómo se ha llegado a una situación tan terrible. Eso sí, aunque la historia es muy potente y sobrecogedora, el guión no es lo mejor. He de decir que lo mejor que tiene esta película es la magnífica interpretación de Tilda, que carga sobre sus hombros todo el peso de la película, que está presente en prácticamente todas las escenas y que te hace conectar con ella desde el primer minuto.

Sin duda alguna os recomiendo esta película. Creo que es una cinta muy interesante y que no dejará a nadie indiferente. Aunque su ritmo es muy lento no llega a aburrir en ningún momento por la fuerza de las imágenes y de la historia que se está contando. Yo le doy un copón de película y la coloco, por ahora, entre las mejores películas del 2012.

4 comentarios:

  1. Me encantan estas pelis y más si está contada en retrospecter. ¿Sabes de algún sitio para descargarla?

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  2. Yo me la bajé del Ares, así que no puede estar muy difícil de encontrar.

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  3. Si te gustó la película (a mí también) tienes que leer el libro. Es una maravilla que te pone los pelos de punta.

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  4. Siguiendo tu recomendación me decidí a verla y, aunque para mi gusto es un poco lenta, debo reconocer que está bastante bien. No había visto a un crío tan cabrón desde el Damian de La Profecía

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