Definitivamente Daniel Sánchez Arévalo es un director y guionista a tener en cuenta. Si hasta hace tan solo un par de semanas solo había visto su ópera prima,
AzulOscuroCasiNegro, que me dejó buen sabor de boca pero tampoco me cambió la vida, desde que he conocido su lado más cómico, con
Gordos, comentada por aquí hace poquito, y ahora con
Primos, me rindo por completo a sus encantos.
Me acuerdo cuando David Muñoz nos decía que qué típico era escribir una historia sobre el fracasado que vuelve al pueblo. Que en todas las ediciones del máster de guion siempre salía una historia de esas. Y ese es básicamente el argumento de
Primos: la boda de Diego se ha cancelado y él, de la mano de sus primos, decide volver a Comillas, su pueblo de la infancia, para buscar a su primer amor.
Primos es una película sencilla, y ese es su mayor mérito: poder emocionar y divertir con una historia sin pretensiones, y sorprender al espectador con una trama que muchos llamarían previsible.
El mérito de esta película está en haber creado a unos personajes inolvidables: los primos. Diego, el inmaduro, Julián, el chulo y José Miguel, el adorable, digo... el torturadísimo psicológicamente al que todo en esta vida le asusta. Típicos en su descripción, pero únicos al fin y al cabo. El espectador empatiza automáticamente con el protagonista, Diego, nada más comenzar la película: cualquiera puede entender lo que puede estar sufriendo una persona cuya novia no se ha presentado en el altar, y cualquiera puede reirse de eso también. Pero poco a poco los otros primos se van descubriendo ante nuestros ojos y empezamos a conocer a las personas que se esconden detrás de los tópicos.

Y todavía hay más. Para que la historia no cojee apoyada tan solo en esas tres patas, Sánchez Arévalo rodea a los tres primos de maravillosos secundarios: Martina, su hijo... Pero yo me quedo con Antonio de la Torre, que cuantas más películas suyas veo más lo admiro. Su personaje, El Bachi, no solo es un gran homenaje al cine, sino el encargado de ponerle ese toque dramático tan característico ya de Sánchez Arévalo a la película.
Y ya que hablamos de Antonio de la Torre vamos a comentar el resto del reparto, que es de lujo. No recordaba ya lo buen actor que era Quim Gutiérrez, y menos mal que
Primos me lo ha recordado. Además, qué narices, está tan bueno... yo no lo abandonaba en el altar. Pero claro, vosotros, asiduos lectores, ya sabéis que yo bebo los vientos por Raúl Arévalo, y si su interpretación en
Gordos me pareció magnífica, su trabajo en
Primos no se queda atrás. Sin duda Julián es mi personaje favorito de este trío. Al que no tenía yo tan calado, pero empezaré a tener en cuenta es a Adrián Lastra, que me sigue sonando de algo pero no sé de qué.
En definitiva, una película correctísima. Correcto el guión, correcta la dirección, correcto el reparto, correcta la banda sonora, correctísimo el momento musical... Una película para reir y para llorar (a mí se me escapó alguna lagrimilla). Yo le doy un
copón de película y os la recomiendo a todos.