Menudo peliculón os tengo preparado para hoy, ¿eh? No os podéis quejar. O sí, quién sabe, porque si algo es cierto es que esta película tiene tantos defensores como detractores, eso sí, tanto unos como otros, se han visto sus tres horitas de metraje. Yo he estado en los dos bandos. Cuando la película se estrenó yo era una adolescente, así que me tragué todo el boom y además me enamoré de Leonardo DiCaprio. Durante un par de años estuve completamente obsesionada con esta película, y, por supuesto, la vi como unas seis o siete veces, tres de ellas en el cine. Pero unos años después no sé qué me pasó que empecé a odiarla. Hablaba de ella como si fuese una mala película y esa idea se me había quedado en mi cabeza hasta la semana pasada, que seguía pensando que Titanic era el coñazo más grande creado por el hombre.
Pero llegó el reestreno y me empezó a picar la curiosidad. A mí me pica mucho la curiosidad, soy una persona bastante curiosa y claro, yo veía que la película había vuelto al cine, con su 3D, la gente volvía a ir a verla, salía encantada, y al final acabé picando y dije: "pues venga, ya está, sin pensarlo, vuelvo a verla", y de paso aprovecho para tener, por fin, una opinión madura sobre una película que podrá gustar o no, pero hay que reconocer que tiene y tendrá ya para siempre un importante peso en la historia del cine.
Lo mejor de haber vuelto a ver Titanic, tantos años después, fue, sin duda alguna, los recuerdos que me trajo. Mi obsesión años atrás por esta cinta había hecho que varias frases y varios momentos se grabasen a fuego en mi memoria, y aunque yo creía que estaban ya olvidados, estos volvieron en cuanto empezó la película. Titanic me trasladó, no a 1912, sino al momento de su estreno en España, e hizo que me volviera a sentir como una adolescente enamoradiza capaz de creerse todo lo que salía por la boca de Jack.
Al principio me impuse a mí misma ver la película desde una perspectiva más adulta para poder valorarla, pero en cuanto empezó el idilio prohibido entre Rose y Jack me volví una romántica sensiblera y comencé a disfrutar de la película de la peor forma posible, no sin percatarme de que Titanic sí es una película correcta, con una gran dirección, una excelente puesta en escena y un guión muy sólido y muy bien encajado que hace que las horas se te pasen volando. Muy ñoña, también, una historia de amor muy de otro siglo que ahora solo nos puede hacer soñar, y conmigo lo consiguió.
No fui capaz de encontrarle un solo fallo a la película, así que ahora mismo, si soy honesta conmigo misma, no puedo hablar mal de Titanic como película. La única pega que le puedo poner es su exceso de melosismo, que puede llegar a desagradar, por supuesto. El volver a verla me ha hecho pensar en otros grandes clásicos del cine como Lo que el viento se llevó, películas larguísimas que, aprovechando un marco histórico, cuentan una historia de amor, y que ahora son clásicos inolvidables del cine, como ya lo es Titanic.
Total, que mis intenciones de volver a ver la película y criticarla en todo lo que pudiera para justificar la idea que yo tenía de ella en mi cabeza han resultado fallidas. Hasta le escribí una carta al buque de los sueños recordándole lo importante que era todavía para nosotros. Ahora mismo lo único que puedo decir es que esta es una buena película, aunque su exceso de romanticismo y nostalgia no la haga del todo de mi gusto, por eso solo se queda en el copón de película y no llega al recopetín, pero oye, creo que no está nada mal.
Pues si, igual peca de melosa a ratos, pero para mí es un peliculón al que no le sobra ni le falta un minuto. Recuerdo que la primera vez que la vi, en Eroski, tuve que sentarme en primera fila, y aquella era como una especie de 3D prehistórico que nunca olvidaré.
ResponderEliminarDe la escena del tablón, al final, mejor ni hablamos. Haciendo un poco de piña hubieran cabido los dos, e igual incluso podían haber disfrutado de algo de buen sexo naufrago -por eso de entrar en calor, más que nada-.
Hace poco me enteré de que cuando Leo dibuja a Kate, la mano que sale es la de James Cameron. No dibuja mal el cabrón, no. A ver si cuando saquen el documental de las fosas marianas le haces un artículo bien abisal.
A mí no me gusta particularmente pero tampoco la odio como mucha gente. Como bien dices, técnicamente es una buena película, especialmente en las escenas del hundimiento donde la experiencia de James Cameron en las escenas de acción brilla. Sin embargo, tiene los mismos defectos que todas las películas de Cameron: unos personajes bidimensionales sin desarrollo alguno. Creo que se puede hacer una película romántica sin caer en la cursilería más babosa, que es lo que abunda en Titanic. Es tan predecible las relaciones entre los personajes que casi puedes adelantarte en las frases que dirán. El personaje de Billy Zane es tan malo que resulta ridículo y caricaturesco. Habría sido más interesante hacer a Billy Zane (el personaje quiero decir) más interesante y atractivo, de modo que presentase un auténtico dilema al personaje de Kate Winslet, por ejemplo. Sin embargo lo que tenemos aquí es una novela de Corín Tellado con adornada con unos impresionantes efectos especiales. Tal vez si Cameron se hubiera preocupado menos por tonterías como que la posición de las estrellas en el cielo fuera la misma que hace cien años y más en construir unos personajes que no estuvieran sacados de un culebrón adolescente y un guion más sólido y moderno (es decir, que pareciera escrito en el siglo XX) la película hubiera sido mejor.
ResponderEliminarAdemás, Titanic tuvo la suerte de estrenarse en el momento justo: a finales de año cuando no tenía que competir con los grandes estrenos veraniegos y antes de la temporada navideña, en un momento en que las películas se aguantaban más en cartel.
En fin, para mí, es un film mediocre. Técnicamente soberbio pero sin nada interesante que decir.
Quizá algún día la vea, no digo que no, pero no me llama en absoluto.
ResponderEliminar¿En qué mundo vives? ¿no has tenido adolescencia? xD
EliminarA mucha gente le pasa como a ti, es ese odio irracional que se ha creado socialmente por ser lo que es, pero es un odio erroneo, el film es fabuloso.
ResponderEliminarYo la verdad es que para mi fué toda una experiencia.
ResponderEliminarAhora mismo,al igual que las de la saga de "El Señor de los anillos",cuando veo que la echan por la tele me da cierta aspereza o tiricia (en gran parte porque no se ven con la misma frescura y calidad que en la pantalla de cine).
Nunca,nunca,he dejado de escuchar su banda sonora todos estos años (la tengo original) y también estoy de acuerdo contigo en que nos remite más a 1997 que a 1912..xD
Yo la vi dos veces (con mi padre y con mi madre) en sendos cines que hace tiempo que son historia..(en el segundo,incluso,hacían una pausa a mitad de película,cerrando las cortinas y todo :_)
Finalmente,termino diciendo que yo lloré tras ver la película..pero no por DiCaprio ni Winslet (en parte fuí convencido a verla porque mi hermana decía que se le veían las lolas) sino más bien porque me dió pena que un barco tan chulo esté a tantos metros bajo el mar,hecho un higo.
A mí también me "transporta" a mi época de instituto, al primer amor, a los sabados de cine y burguer con la pandilla de amigos...
ResponderEliminarAhora me resisto a verla, prefiero conservar aquellos recuerdos que enfrentarme a la realidad.
Nunca he renegado de Titanic.
ResponderEliminarYo también la vi varias veces en el cine. Siempre he pensado que era una gran película. Que no inventaba nada, cierto, pero recogía los elementos de las historias clásicas (amor prohibido, diferencia de clases, entorno histórico, lucha bien contra mal...), los hacía bailar mediante unos personajes muy bien definidos y jugaba con el suspense (el espectador sabe que el barco se va a hundir y habrá muy pocos supervivientes, Jack y Rose no lo saben) y la intriga (nadie sabe si Jack y Rose serán unos de los pocos que sobrevivan). Y lo hacía con una técnica narrativa impecable. En su momento, le hubiese dado un 'copón de película'.
El pasado 12 de abril, para conmemorar el centenario del hundimiento, me permití la frikada de volver a ver la película a la misma hora que se debía estar hundiendo el barco cien años atrás. Comprobé que la película había aguantado perfectamente el paso del tiempo desde su estreno y que me volvía a provocar las mismas sensaciones que entonces. Por ello, con la perspectiva del tiempo, ahora mismo cambiaría mi calificación y le pondría un 'recopetín de película'.
Salud, Bea!