Perdonad mi retraso. Si la semana pasada os decía que ahora tocaba apretar fuerte porque las oposiciones estaban a la vuelta de la esquina, esta semana os tengo que decir que me han suspendido las oposiciones y que ahora me encuentro sin absolutamente nada que hacer, y sin saber tampoco muy bien hacia dónde encaminarme. Así que estos días he estado llorando amargamente y no he visto mucho cine, pero justo el día antes de saber que ya no pisaría Sevilla este junio, fui a ver esta película de la que vengo a hablaros hoy, que ya estoy mucho más animada.
Os voy a confesar algo. A mí Mario Casas me gusta. Nunca lo he visto en una serie española, porque no soy yo mucho de ver series españolas, así que puede que ahí simplemente lo utilicen como reclamo, pero sí lo he visto en varias películas y en todas me ha parecido estupendo el chico. De hecho, si algo me animó a ver Grupo 7, fue la pareja de actores que encabezaba el cartel: Antonio de la Torre, actorazo del que soy fan fan fan fan y Mario Casas, que, como os acabo de decir, a mí me gusta.
Como sabréis si sois asiduos a mis escritos cinematográficos, me gusta mucho dejarme sorprender por las películas, ir al cine sin saber prácticamente nada sobre ellas. Por eso no me gustan los trailers, sobre todo últimamente, que si los trailers de hace cinco años te dejaban la miel en los labios, los de hoy en día te cuentan la película entera, cosa que me parece mal mal mal mal mal. Así que aguanté sin enterarme del argumento de Grupo 7 hasta que por fin llegué al cine.
Sin saber siquiera que los personajes protagonistas eran policías ni cuál era su propósito, me enganché a Grupo 7 en menos de cinco minutos, tan solo con su primera secuencia, que ya proponía mucho intríngulis. La trama de esta película transcurre en Sevilla, en la Sevilla de los años antes de la Expo 92, cuando la policía más interesada estaba en "limpiar" el centro de la ciudad de drogas, drogadictos y traficantes. Y además sale un bar muy semanasantero que mancantao. Así que todo genial.
El famoso Grupo 7 que da nombre a esta película está formado por cuatro policías, cada uno con sus movidas y sus peculiaridades, que están dispuestos a cualquier cosa por cumplir con su cometido. Sin duda alguna el gran acierto de esta película, que evidentemente no es perfecta y algunas de sus imperfecciones son fácilmente apreciables, son estos cuatro personajes. Aunque al principio los desprecias por sus rudas maneras, excepto a Mario Casas que ya nos enamora el alma desde el minuto guan, al final acabas llorando con y por ellos, porque son unos personajes estupendos, cada uno a su manera.
No obstante, además del cuarteto protagonista, algunos de los secundarios son también tela marinera, como es el caso de Julián Villagrán, que hasta hace un par de meses ni conocía, y que ahora, entre Extraterrestre y esta película, en la que interpreta a un drogadicto, me está sorprendiendo muchísimo con su manera de actuar. Al parecer ha participado ya en bastantes películas, incluso repite con el director de esta, ya que ambos habían coincidido en 7 Vírgenes (lo que le gusta a este director un siete), pero para mí había pasado siempre desapercibido.
Como bien he dicho antes, esta no es la película definitiva, pero creo que es más que recomendable. Un guión muy inteligente, que sorprende, emociona y sacude en algunos momentos al espectador, que pronto empieza a sufrir con sus protagonistas. Una dirección magnífica que pone de manifiesto que Alberto Rodríguez ha crecido desde 7 Vírgenes hasta ahora. Unos actores asombrosos, sin duda alguna lo mejor de la película. Para mí Grupo 7 es un merecidísimo Copón de película, y me atrevo a recomendárosla, porque me ha parecido de lo más interesante.
Pues mira, pensaba que la película tenía lugar en la época actual, pero el hecho de que sea hace un porrón de años me llama más la atención.
ResponderEliminarSólo por Julían Villagrán haciendo de yonki habrá que darle una oportunidad. En cuanto la vea ya pasaré por aquí a comentar mis impresiones.
Me ha matao eso de "(lo que le gusta a este director un siete)".
SOMOS EL GRUPO SIETEEeEeEeEeEeEehhHhHhHhHH!!!!
ResponderEliminarCada papelina un yonki, cada yonki un confidente.
SOMOS EL GRUPO SIETEEeEeEeEeEeEehhHhHhHhHH!!!!
Cada papelina un yonki, cada yonki un confidente.
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Es un CANI.
Siempre recordaré esta película por la "canción" que te pone Rober arriba, y eso que no la he visto.
ResponderEliminarÉl no es un cani, aunque sus hijos sí lo iban a ser.
ResponderEliminarA mí me gustó muchísimo, tanto por el ritmo como por el argumento, y obviamente, por Antonio de la Torre.
ResponderEliminarEs una de esas películas en las que te metes ¿por qué? por el tipo de villanos que nos encontramos. Por los ambientes en los que se desarrolla. Por la forma de hablar de los personajes. Si esta misma película hubiese sido americana, con polis cachitas y pandilleros negros me hubiese dejado indiferente, porque a fin de cuentas ¿qué coño se me ha perdido a mi en EEUU?
En cuanto a Mario Casas, el chico no es mal actor, pero nada del otro mundo, y si encima lo pones al lado de Antonio de la Torre, pues parece un mirdecilla total.
Lo único que eché en falta en esta película es un poco más de duración y profundidad en los personajes. Me hubiese gustado ver una historia épica y densa como esa obra maestra que es HEAT, de Michael Mann.
No es Heat, obviamente, pero bueno, yo le doy un notable alto.
Totalmente de acuerdo, es una película en la que te metes desde el principio. ¡Engancha!
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