3 nov 2013

Ahora me ves...

La magia es el arte de hacer de un gran engaño un entretenimiento genial. Un gran mago es aquel que consigue engañar a su público y dejarlo maravillado. Pues bien, podría decirse que Ahora me ves... , aun siendo una película sobre magos, es todo lo contrario a la magia, ya que consigue engañar al espectador, sí, haciéndole creer, primero, que es una gran película, segundo, que va sobre algo... y al final el truco se le desmonta al mago que está detrás de esta película enfrente de todo su público, dejando bien claro que tener una gran puesta en escena no lo es todo.

Esta es una de esas películas que engancha por su trailer, que genera preguntas, que presenta una trama que como mínimo fascina, grandes efectos especiales y actores famosos. ¿Qué más se le puede pedir a una película hecha, ni más ni menos, que para ofrecer el mejor entretenimiento? Lo malo es que cuando por fin te sientas a verla te das cuenta que todo lo mejor de esta película se podía resumir en los noventa segundos que duraba el trailer y ahora estás atrapado en un truco más malo que los que te hace tu cuñado en la comida de Navidad. 

Ahora me ves... es una película genial en tiempos de crisis ya que sus protagonistas son algo así como unos rebeldes, si no unos Robin Hoods. Un supermago supersecreto los ha reunido a todos para realizar el mayor espectáculo de la historia: robar en directo bancos e individuos que viven de robar a la sociedad. A ellos se enfrentará un grupo del FBI empeñado en encontrarle el truco a su magia para hacerlos cómplices de los robos que, en realidad, sí se han llevado a cabo.


Mientras que la primera parte de la película está a la altura del thriller que supuestamente que iba a ser, la segunda parte supone un desmorono completo que se cierra con un final más difícil de creer que el truco del conejo que sale de la chistera. Los guionistas de esta película nos han querido colar un truco y lo han hecho muy mal, así que lo normal es salir bastante decepcionado de este espectáculo.

Lo mejor de la película es su reparto, que no sus personajes, pero lo peor es que se toma demasiado en serio, creyéndose mucho más de lo que es: más entretenida, más efectista, más original, siendo, realmente, más de lo mismo. Si nada es lo que parece, esta película parece algo distinto, un thriller con crítica social en un universo donde la magia es más poderosa de lo que podríamos imaginar, pero termina siendo lo que parece: un truquito para sacar dinero, en este caso a los espectadores que nos tragamos o no el engaño de que esta película es buena. 

Un ojete de monico para una película que no sirve para más que para acompañar a unas palomitas y a una coca cola y olvidar posteriormente. De todas formas, parece que el truco les salió bien y fue un éxito de taquilla, y hasta se empieza a hablar de segunda parte. 

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