22 ene 2014

12 años de esclavitud

Os voy a ser completamente sincera: fui a ver al cine esta película en VO y no me enteré de la mitad de los diálogos. Entre el acento del sur y el acento negro, he de reconocer que me costó bastante seguir algunas escenas y que quizás eso tenga que ver con que la sensación que yo me llevase al salir del cine después de ver "la película del año" fuera de: pues mala no es, ahora, a mí impresionante tampoco me ha parecido. Supongo que mi opinión no valdrá demasiado hasta que no vuelva a verla con subtítulos y me entere bien. 

Esta película nos cuenta la historia real de Solomon Northup, un negro libre que vivía felizmente en el estado de Nueva York con su mujer y sus hijos y se ganaba su sueldo muy dignamente como músico, pero un día es raptado y vendido como esclavo y llevado al sur de los Estados Unidos a trabajar para varios amos o patrones o como se diga la persona que compra esclavos.

Otra cosa que quizás haya influido en que saliera por la puerta del cine como si nada, sin asomo siquiera de esa sensación de "qué peliculón he visto", es que a mí ciertas cosas que a otros espectadores suelen afectar muchísimo e influir en su experiencia con esta película, como las escenas de tortura a los esclavos, me son bastante indiferentes y no me llegan a conmover por sí solas. A mí no se me compra con latigazos. Los negros sufrieron, sí. Pero no nos regodeemos en ello.


No obstante, 12 años de esclavitud tampoco es que se regodee en el sufrimiento físico de este hombre, lo cual es un punto a su favor y es lo que ha hecho que, al final, yo no odie esta película. Es un viaje emocional tremendo del protagonista, y lo que más me ha gustado es poder verlo a través de su mirada.

Chiwetel Ejiofor es un actor que siempre me ha caído en gracia, aunque realmente pienso que su actuación en esta película tampoco es de recordar históricamente. Creo que lo que hace grande al personaje de Solomon es, primero, el hecho de que existiera de verdad, eso ya le da una gran carga que no podemos no tener en cuenta, y segundo, lo bien escrito que está para esta película. Pero la interpretación de este señor de nombre tan raro que yo no sé ni cómo se pronuncia no es que le haya dado a Solomon el toque que necesitaba, ha sido más bien al revés. 

En mi modesta opinión, creo que el gran público tiene un gran (también) problema con ciertos temas que gustan mucho en el cine porque fueron sucesos históricos vergonzosos. Bien por morbo, bien por pena, bien por lo que fuera, a la gente le gusta una tortura a un judío, una paliza a un esclavo o un muerto de hambre en la India. No quiero decir que le guste de "jajajajaja mira, mira, cómo se muere de hambre", sino que le gusta de que no son capaces de separar la historia de la obra artística, y se crea una especie de regla por todos aceptada de "si me emociona contándome cuántos judíos murieron en un solo día, entonces es un peliculón". 

Pues no. Yo esa regla no. Para mí la regla es "si es una buena película, entonces es una buena película, sea de gente recogiendo algodón o de gente enamorándose en un café francés". Y no puedo decir que esta película sea una mala película: interpretaciones correctas, algunas conmovedoras (para mí, las mejores son la de Lupita Nyong’o y la de Fassbender), una dirección muy discreta aunque a veces sorprendente, una banda sonora muy bien puesta, fotografía, dirección artística, todo bien, pero en el fondo, nada del otro mundo. Para mí 12 años de esclavitud, más que la gran película, ha sido la gran campaña de marketing del 2013, por eso se queda en un ojete de monico


Película 5 del reto 2014

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