31 ago 2011

Pesadilla Antes de Navidad

Perdón por el parón involuntario de estos días atrás. No he tenido excusa, ha sido pura pereza la que me ha impedido seguir con las actualizaciones de forma normal. Pero para compensarlo he decidido hablaros de una de las películas de mi vida: Pesadilla Antes de Navidad.

Mi historia con esta película se remonta hasta muy atrás en el tiempo. Siendo yo muy muy pequeña ya había desarrollado un interés por todo lo extraño y esotérico, tal vez influenciada por mi madre y sus gustos macabros. Recuerdo perfectamente ir paseando por la calle y ver el cartel de esta película y pedir ir a verla al cine solo porque el protagonista era un esqueleto, era lo único que me llamaba la atención. No sé si me gustó o no la película en su momento, de eso ya no me acuerdo, pero supongo que sí porque le pedí el video a los reyes y me lo trajeron, y desde que la cinta se instaló en mi casa, Pesadilla Antes de Navidad se convirtió en una de mis películas de cabecera, junto con Bitelchús, La Familia Addams, Terminator 2 y Parchís contra el hombre invisbile (sí, era muy fan de Parchís).

También recuerdo que cuando era pequeña no entendía lo que la película quería decir, no era capaz de captar su mensaje, pero aún así me entretenía muchísimo, sobre todo por su banda sonora. Y es que la banda sonora merece una mención especial. Danny Elfman ya ha demostrado muchas veces que es un gran compositor, pero creo que en esta ocasión le salió especialmente bien el trabajo.


Pesadilla Antes de Navidad es un cuento sobre los seres que habitan Halloween: seres macabros, oscuros, irónicos, maléficos, pálidos, tenebrosos, asquerosos y entrañables también. El rey de todos ellos es Jack Skellington, el rey del mal o el rey de las calabazas (símbolo por excelencia de la fiesta de Halloween), quien, cansado de celebrar todos los años la misma fiesta y de la rutina que conlleva ser él mismo, decide probar suerte con otra fiesta después de haber dado con ella de manera casual en una de sus divagaciones nocturnas. La fiesta que elige es la Navidad, pues queda encantado con la nieve, las luces, los dulces y la felicidad que destilan sus habitantes. Jack consigue convencer a todos sus vecinos de la ciudad de Halloween de que ese año serán ellos quienes prepararán la Navidad, y aunque le cuesta mucho hacerles entender qué tipo de fiesta es esa, consigue sobrevolar la ciudad a bordo de un trineo guiado por esqueléticos renos. ¿Pero podrá un hombre perteneciente al mundo de las sombras triunfar sobre un mundo del color?

Como toda obra que salga de la cabeza de Tim Burton, aunque esta película no fue dirigida por él, al contrario de lo que mucha gente piensa, se nos presenta la pregunta de si estas historias son para niños, si realmente es esta una película infantil o un cuento para adultos. Yo, después de haber visto hasta la saciedad esta película siendo niña y después de haber visto varias veces también esta película siendo adulta me veo capacitada responder: un niño es capaz de disfrutar de esta película al igual que Jack puede disfrutar de la Navidad: no la entiende, pero le maravilla tanto espectáculo. Un adulto, sin embargo, debe disfrutar una película como esta y saber rebuscar en todas sus capas para sacar todo lo que en ella se esconde.

Por eso esta es una de mis recomendaciones. Al ser una película tan conocida supongo que la mayoría la habrá visto, pero siempre hay alguien que no. Por supuesto mi calificación es de recopetín de película. Creo que, sin ser una obra maestra, aunque es una película con muchos méritos, consigue grabarse en nuestra memoria porque ataca directamente a nuestras emociones.

26 ago 2011

Compañeros (1º y 2º temporada)

Sí, estáis leyendo bien. ¿Os acordáis de esa serie adolescente que tanto lo petó a finales de los 90? Una idea novedosísima de contar el día a día de un grupo de alumnos que van al mismo colegio, colegio en el que trabajan también un grupo de profesores muy dispares, que tendrán que lidiar a diario con sus alumnos y los problemas que trae la adolescencia.

No creo que haya que hacer muchas presentaciones, porque esta serie, para bien o para mal, causó un gran furor en su momento y, aunque alguien no la viera, sabía perfectamente de qué iba. Sus protagonistas, que forman ya parte de la historia de la televisión en España, eran Quimi y Valle. Quimi era el rebelde sin causa, el durito sin fundamento que luego en el fondo tenía corazón, pero también tenía que adoptar una pose, y Valle, la chica con principios que quiere hacerse valer pero que acaba enamorada del malote de la clase y eso le traerá una serie de problemas, empezando por su rendimiento académico.

Decidí volver a ver esta serie... vaya usté a saber. En su momento recuerdo que me gustaba muchísimo, y a veces es malo volver a algo que te encantó de pequeña con ojos de adulto, pero algo dentro de mí me decía que volver a ver Compañeros podía ser una experiencia divertida, y la verdad es que he tenido suerte, porque al menos estas dos primeras temporadas manencantao.


Hombre, a ver si me entendéis. Manencantao en la medida en que ya sabía qué tipo de serie es Compañeros. No puedo meterla en el mismo saco que otras series que estoy viendo como Weeds o The Office. Me gusta como serie de verano y como forma de rememorar mis años mozos, aunque he de decir también en favor de la serie que ha habido algunos capítulos que me han sorprendido para bien. Recordaba la serie como mucho más ida de la olla, aunque supongo que las fantasmadas llegarán en las próximas temporadas. Estas dos primeras me han parecido bastante dignas y mucho mejor que la mayoría de series españolas de ahora.

Así que voy a seguir con ella. Ahora estoy dándole un poco de tiempo, que siempre que termino una temporada me gusta dejar una semana o dos como mínimo para no cansarme, y pronto volveré a coger la tercera con ganas. ¡Ya os contaré! Por ahora Compañeros se lleva un copón de serie.

Anexo sobre tíos buenos: Aunque de pequeña todas se volvían locas por Quimi, la verdad es que este segundo visionado me ha hecho ver que el que estaba buenorro en la primera temporada era Jose, un personaje secundario que pasó muy desapercibido. En la segunda temporada, por supuesto, Eloy.

23 ago 2011

The Walking Dead

El estreno de la serie de televisión The Walking Dead fue todo un revuelo mundial. Yo por aquella época no sé en qué serie andaría metida, pero la cosa es que no tenía tiempo para nada más, así que la serie ha tenido que esperar hasta ahora para que yo pudiera verla. Aunque el boom le duró poco, pues pronto otras series como Juego de Tronos, por ejemplo, la sustituyeron entre “las mejores del momento”, la verdad es que las críticas eran tan buenas (y la temática tan atrayente) que decidí darle una oportunidad.

Las comparaciones son odiosas pero si hablamos de serie y de zombies una tiende a pensar enseguida en Dead Set. La verdad es que es una serie que sin ser una obra maestra de la televisión se defendía bastante bien. Me pareció un producto muy decente. Por eso de The Walking Dead me esperaba mucho más… y al final no obtuve nada.

Ni siquiera el piloto consiguió engancharme del todo, pues no me parecía que me estuviera ofreciendo algo nuevo, ya no digo argumentalmente, sino ya solo dentro del género zombie. No obstante, como la esperanza es lo último que se pierde (para desdén de los madrileños) yo dije: “total, si son cinco capítulos más, no creo que vaya a morir de aburrimiento”. Pues casi, casi, porque el resto de capítulos tampoco fue a mejor. De hecho, si me tengo que quedar con uno, casi me quedo con el último, que aunque me parece bastante malo como final, al menos sí consigue crear tensión y presentar algo de espectáculo.

Ni siquiera logré cogerle cariño a los personajes, que me parece algo realmente difícil, más cuando esos personajes están en una situación límite como esta. Ningún personaje logró importarme realmente, con lo cual, no podía compartir su drama. Corríjanme si me equivoco pero creo que esta serie falla desde la creación del personaje hasta las tramas horizontales.

En definitiva, que en ningún momento me pareció interesante, que lo que se contaba no conseguía engancharme, que tenía la sensación de que los zombies eran una simple excusa y que no conseguí sacar nada positivo de una serie que prometía muchísimo. Tal vez mi fallo haya sido no leer los cómics, pero yo estoy valorando la serie como tal, no como una adaptación. Y como tal tengo que valorarla como un ojete de monico porque aunque pienso que no es una serie de mierda tampoco me ha parecido una serie decente. Es bastante probable que no siga con la segunda temporada, realmente me importa poco lo que les pase a los que siguen adelante, aunque la verdad es que siento curiosidad del ¿qué pasará al final? para ver si les ha dado por recurrir al final fácil o por fin se ofrece una manera de sobrevivir a un apocalipsis zombie.

22 ago 2011

Chicas Malas

Me sonaba que Chicas Malas era una película megamítica de principios del nuevo milenio, y aunque a mí en mi momento me pasó totalmente desapercibida sé que fue una película que causó especial furor entre las jóvenes de mi generación. Muchos años han tenido que pasar para que yo me decidiera a echarle un vistazo, pero, por fin, su momento ha llegado.

La película arranca de una manera totalmente original, de un modo que jamás ninguna otra película de adolescentes lo había hecho: una buena chica llega nueva a un instituto. En este caso no es porque se traslade o algo así, sino porque ha estado estudiando en casa hasta los 16 años, cosa que, si sois un poco culturetas, sabréis que en EEUU es perfectamente legal. Eso sí, los que estudian en casa suelen ser los ultracatólicos que se empeñan en aprender que los dinosaurios no existieron y, por supuesto, nosotros no venimos del mono sino de Dios. Pero esta no es raruna (del todo), es que ha estado viviendo en África porque sus padres son biólogos.

La prota llega al insti asustadica perdida y tiene que ver cómo sus nuevos compañeros se ríen de ella en toda su cara pecosa (es que la interpreta Lindsay Lohan). El espectador enseguida empatiza con la protagonista porque cualquiera sería capaz de comprender lo duro que tiene ser para ella. Y encima, como la chica viene de África, pues que no se adapta a eso de las normas de un colegio. Que si tiene pis, mea, y si tiene hambre, come, y todo el mundo sabe que eso no puede ser así.

El giro inesperado de la película llega cuando la chica conoce a “Las Divinas”, que son “la realeza del campus”, o sea, las chicas más guays del insti: la rubia tonta pechugona, la niña pija de papá, y la superputa. Y ya cuando dices: “qué de acontecimientos, ¿qué más puede pasar?”, Cady, que es la prota, va, ¡y se enamora de un chico guapo! ¡Increíble! Pero espera, que hay más, que resulta que el chico es… ¡el exnovio de la superputa! Vamos, un más difícil todavía en el enredo de la comedia juvenil. ¿Conseguirá salir airosa Cady de todo esto?

Por supuesto, este producto de Hollywood es 100% previsible, así que imaginaos el final. Aunque por el camino hay alguna peripecia más curiosa, la verdad es que la línea argumental de la película es de lo más patético, eso si no nos paramos a hablar sobre lo absolutamente machista que resulta ya desde su título.

¿Divertida? Pues bueno, sí, se te pasa la hora y media. ¿Calidad? Ninguna. Así que claro, más de un ojete de dromedario sería ir regalando puntuaciones. ¿Moraleja? Por supuesto: sé una buena chica y ya verás qué bien.

21 ago 2011

La Sirenita

Llevaba un tiempo con ganas de volver a ver esta película, uno de los nuevos clásicos Disney más recordados, ya que hacía muchísimos años que no la veía. La Sirenita es una película especial para mí ya que fue la primera película que fui a ver al cine. No obstante, quizás por ser más inocente, más romanticona, pronto la sustituí por otros títulos Disney que me atraían mucho más como Hércules o Aladdín. Quizás haga quince años desde la última vez que vi La Sirenita, pero la recordaba perfectamente: las canciones, los diálogos, los personajes...

La Sirenita supuso para Disney el renacimiento de la compañía y la apertura de la nueva época dorada de la marca. La película tuvo un enorme éxito y a este título le siguieron otros tan importantes como La Bella y La Bestia o El Rey León.

Como todos sabéis, Disney no se inventó nada al hacer esta película, puesto que la historia de La Sirenita es una adaptación de un cuento de Andersen. No obstante Disney hizo un gran trabajo de adaptación dulcificando una historia puramente romántica para convertirla en la historia de una joven rebelde que es capaz de llegar hasta el final por aquello que desea.


La pelirroja sirenita de la versión Disney se llama Ariel y es la hija del rey de las profundidades marinas. Ella está totalmente obsesionada por el mundo de los humanos y dedica su vida y su tiempo a aprender sobre ellos y a hacer pequeñas escapadas a la superficie para observarlos de cerca. Su padre le tiene totalmente prohibido acercarse a los humanos porque sabe que ellos serían capaces de "pescarla" y de ponerla en peligro, pero Ariel no puede resistirse. Podía decirse que el rey Tritón es algo racista y no quiere a las criaturas de dos piernas para su hija predilecta. Pero Ariel ya tiene dieciséis años y ya le pica la escama, y como bajo del mar lo único que le rodea son hermanas, cangrejos y peces infantiloides, ella quiere irse fuera en busca del hombretón que le dé lo que ella ahora necesita. El hombretón al que le echa el ojo Ariel es Eric, un príncipe amante del mar y la navegación que todavía no se preocupa por las chicas, él es más de tocar su flauta en soledad.

Vamos, que es la típica historia de amor imposible por pertenecer cada miembro de la pareja a dos mundos irreconciliables a la que se le suma, para más Inri, la desaprobación paterna. Aunque en este caso, por supuesto, hay final feliz.

Lo mejor de la película es el elenco de personajes. Mucho mejores que los protagonistas, Ariel y Eric, que son bastante modositos y aburridos, son los secundarios: Sebastián, el cangrejo amigo íntimo de Tritón que es obligado a cuidar de Ariel para impedir que vuelva al mundo de los humanos; Scuttle, la alocada gaviota que ayuda a Ariel a aprender sobre el mundo de los humanos y, por supuesto, Úrsula, el mejor personaje de la película, la bruja del mar. Que aunque es un malo regulero como personaje, demasiado maniqueo, sin motivaciones, es tan carismático que consigue hacerse con la película. Su número musical es, en mi opinión, el mejor de la banda sonora.

Eso sí, un gran consejo por mi parte. Nunca he visto esta película en versión original ni me llama la atención el hacerlo, pero tampoco os deseo su visionado en español. La película se estrenó en latino, o en español neutro, un doblaje válido para todos los países de habla hispana, pero años más tarde se dobló al castellano y la película se fue a la mierda, y no solo la película, también su fantástica banda sonora. Así que si todavía no la habéis visto y queréis echarle un vistazo, os recomiendo el audio latino.

Una película entrañable que jamás podré olvidar por todos los recuerdos que me trae. No obstante reconozco que a nivel argumental Disney ha ofrecido, tanto antes como después, productos mejores, pero La Sirenita tiene una magia que la hace ser muy especial. Copón de película para Ariel y sus amigos marinos.

17 ago 2011

Cluedo

De verdad que no sé qué fue lo que se me pasó por la cabeza al ver que esta película existía para querer verla. Hombre, la verdad es que me fié bastante de su nota media en Filmaffinity, y también ayudó el que estuviera protagonizada por Tim Curry, pero el resto de elementos no es que fueran precisamente lo que yo busco en una película. Además, debo de ser de las pocas personas a las que, de pequeña, el juego de Cluedo no le gustaba. Ahora mismo no recuerdo cómo se jugaba, pero no tengo la sensación de que fuera lo más divertido.

La película es un guiño al famoso juego: un grupo de personas que no se conocen pero que están conectadas entre sí son reunidas en una lujosa mansión para una cena. Al poco de comenzar la cena un invitado aparece muerto y el resto de los invitados, guiados por el mayordomo comienzan a investigar quién ha podido ser el asesino, y, por supuesto, que arma ha usado.

Venden a Cluedo como una comedia, y la verdad es que, o yo no he sabido apreciar su sutil humor o es una basura. Me gustaría decantarme por esta segunda opción. De hecho, creo que en toda la película solo esbocé una sonrisa en una ocasión, y mira que eso es difícil pues yo soy de reírme hasta con un reloj parado.

Lo único que me ha llamado la atención de la película, por ser un poco más “original” o al menos salirse del tono es que tiene tres finales alternativos, los tres bien argumentados. Evidentemente esto va de saber quién es el asesino, y durante la película el espectador se va haciendo sus propias conjeturas para averiguar cuál de los invitados podría haber sido, así que lo de los tres posibles finales lo veo como un acierto y como un bonito homenaje al juego de mesa.

Después de haber visto Un cadáver a los postres, película que comenté por aquí no hace mucho, la comedia de intriga con asesinato en casa de ricos y sorpresa final ya ha dado todo lo que podía dar de sí, así que raro será que me vuelvan a mí a pillar con una película de estas características.

No me ha gustado nada en concreto aunque tampoco me ha disgustado por nada en concreto, vamos, que como si no la hubiera visto. Espero que mi memoria selectiva haga el resto y que en unos meses haya olvidado la película. Le doy un ojete de dromedario porque tampoco me parece la mierda absoluta, pero vamos, que en mi opinión, es bastante regulera.

14 ago 2011

127 horas

Jamás habría visto 127 horas si no fuera porque soy megafan de Iker Jiménez. No, no estoy loca (¿o sí, quién sabe?) Tiene una explicación: resulta que Iker Jiménez tiene un programa de radio, Milenio 3. En Milenio 3 a veces colabora Javier Pérez Campos, uno de los más jóvenes del equipo y al cual yo sigo en twitter. El otro día repusieron un programa en el que Javier hablaba de la terrible experiencia que tuvo que vivir Aron Ralston, la persona en la que está inspirada esta película. Así que twitteando con Javi llegamos al acuerdo de que yo vería la película si luego él se pasaba por aquí a darme también su opinión sobre la misma.

Una de las cosas que más me asustan a mí, más que los fantasmas, que los cementerios por la noche, que la duquesa de Alba desnuda y que las posesiones infernales, es la naturaleza. Como todo ser humano le tengo miedo a lo desconocido, y pienso que aún, hoy en día, las fuerzas de la naturaleza son unas grandes desconocidas, además de unas grandes destructoras. No me gusta nadar en el mar ni perderme en una montaña, así que estaba claro que yo lo pasaría mucho peor con esta película que con El Exorcista. No obstante, me armé de valor y pulsé el play, y la verdad es que me alegro de haberlo hecho porque he disfrutado muchísimo (dentro de lo que cabe) viéndola.

Como he dicho más arriba, la película cuenta la fatídica experiencia que tuvo que vivir Aron Ralston cuando quedó atrapado en los cañones de Utah, donde tuvo que pasar 127 horas con muy poco agua y muy poca comida y un brazo aplastado por una roca.

Siendo una película de Danny Boyle ya tenía bastante claro que la composición de los planos, el colorido… iban a estar muy logrados, pero de nuevo este director me ha vuelto a sorprender con su magnífica forma de dirigir. La fotografía está cuidadísima y es realmente alucinante. Mención especial también a la banda sonora, que creo que está usada de la mejor forma posible.

Parece mentira, pero el año pasado dos cineastas nos demostraron que con un solo personaje se puede hacer una gran película de suspense. Hablo de Rodrigo Cortés y su Buried, con la que es imposible no relacionar esta película. Con Buried creí que me daba un infarto y con 127 horas también lo he pasado realmente mal. De hecho, te tenido que ver la película de dos veces porque me estaba agobiando demasiado. ¡Menos mal que no la vi en el cine!

Por otro lado, no podía pasar sin hablar de James Franco, actor en el que nunca me había fijado hasta este momento. No solo está riquísimo y tiene una sonrisaza, sino que además el tío borda su papel. No es que sea James Franco interpretando un papel, es que realmente es Aron Ralston. El espectador es capaz de sentir su sufrimiento en cada plano, Franco logra transmitir con cada gesto.

127 horas es significativa ya desde sus títulos de crédito. Si tengo que buscarle un fallo quizás sea su epílogo final, que se sale un poco del tono que ha marcado la película a lo largo de su metraje, pero que funciona como homenaje al protagonista. Copón de película que sé que no volveré a ver pero con el que realmente he disfrutado y me he emocionado.

13 ago 2011

Little miss sunshine

Nunca es mal momento para recibir el soplo de optimismo que nos infunde Little Miss Sunshine. Es la segunda vez que veo esta película. La primera fue ya hace unos años, por recomendación de mi ex y esta segunda ha sido en plenas vacaciones de relajación y misticismo. Creo que escogí un buen título para una de estas tardes, pues Little Miss Sunshine consigue, con todas sus desgracias, dibujarnos una sonrisa.

Como ya habré dicho miles de veces, me encantan los segundos visionados de las películas porque es en ellos en los que aprecias los detalles. Como ya sabes de qué va y el argumento no te puede sorprender, te paras a mirar otras cosas que también hacen grandes las películas. En el caso de ésta, lo más potente es el guión. Una buena historia y unos buenos personajes. Y lo mejor de todo es que esos personajes están interpretados por unos actorazos dignos de mi mayor admiración.

Para empezar, la pequeña Olive, interpretada magistralmente por una jovencísima Abigail Breslin, pone el puntito inocente y alocado a la película para compensar, por ejemplo, a su pobre hermano, que esconde una sobrecogedora historia; a su padre, buscador incansable del éxito, interpretado por el genial Greg Kinnear del que ya me había enamorado en Mejor… Imposible; a su madre, La Madre, la gran sufridora y luchadora, como siempre, interpretada por Toni Collete quien, ¡joder!, sabe elegir sus papeles. Pero los que realmente se llevan mi aplauso son el abuelo, quien consiguió un Oscar por su puesta en escena del Carpe Diem y, por supuesto, Steve Carell. No tengo palabras para expresar lo que me alucina este gran actor. Da gusto verle interpretando personajes que están a su altura, pues Hollywood nos tiene acostumbrados a adjudicarle comedias chorras en las que no brilla como él sabe.

Una zancadilla al sueño americano en la que todos los tópicos que tantas veces nos ha vendido su cine quedan por los suelos: los que venden la fórmula del éxito resultan ser unos fracasados, los que se intentan suicidar se vuelven hérores, los jóvenes rebeldes acaban teniendo razones de peso y las niñas rechonchas y divertidas son las que lo petan. Lo mejor de esta película es que es tan amarga como divertida, con un equilibrio perfecto para no hundirte en tu propia miseria y empezar a ver la vida con otros ojos.

Little Miss Sunshine es un viaje. El viaje de una niña que está convencida de que puede, por primera vez, lograr algo que para ella es muy importante y que acaba contagiando de felicidad y entusiasmo al grupo de amargados que tiene por familia. Un enorme copón de película para la niña más marchosa y más bella del cine americano.

11 ago 2011

27 vestidos

Estando de vacaciones tampoco puede una ponerse peliculones, también hay que darle vacaciones a la mente. Así que aprovechando que habíamos comprado una enorme tarrina de helado decidimos ponernos “una película de comer helado” y vimos 27 vestidos.

La protagonista de esta película tiene 27 vestidos de dama de honor, concretamente, porque se ha dedicado a organizar a la perfección las bodas de sus amigas (que hay que ver cuántas amigas tiene esta chica) y ha estado soñando toda su vida con su boda perfecta junto al hombre de sus sueños, su jefe. Con estos cuatro datos supongo que hasta el menos avispado habrá intuido, más o menos, de qué puede ir realmente la película, y aunque tiene alguna sorpresa y algún giro un poquito inesperado, la verdad es que 27 vestidos es una preciosa comedia romántica, tan preciosa como previsible, que nos invita a soñar a todas esas solteronas (como servidora) con el hombre ideal y el marco más apropiado para nuestro día más esperado (vomitad ahora).

Pero bueno, estas películas están para lo que están, para hacer pasar un rato entretenido a las chicas que llevan a regañadientes a sus novios al cine y para hacer soñar a esas otras chicas (sin novio, cómo me gusta usar el concepto “chicas sin novio”) que han estado toda la vida viviendo en un quiero y no puedo y que creen que a ellas también les pasarán cosas maravillosas un día por casualidad.

Estoy hoy un poco Carrie Bradshow, pero la buena, la que se cagaba en el romanticismo. Perdonadme. Continúo:

Una horterada de película que no se salva por ningún lado. Las interpretaciones no son creíbles, los tíos no están tan buenos, los personajes no tienen nada de especial, el guión no deja escenas para el recuerdo, la banda sonora no tiene temazos y… vaya, que hace mucho honor a su nombre: al igual que los vestidos de dama de honor, solo sirven para pasar el día una vez y son perfectamente desechables. Ojete de dromedario, por supuesto.

8 ago 2011

La cena de los idiotas

Tenía ganas de ver el remake estadounidense de La cena de los idiotas por ver a mi amadísimo Steve Carell, pero me daba a mí en la nariz que sería la mierda, así que llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de verme la original francesa. Lo que pasa es que no me acababa de apetecer, porque aunque me he llevado alguna grata sorpresa, la verdad es que la comedia francesa no me tira mucho.

Pero mira tú qué casualidad tan bella, que me vengo de vacaciones a Galicia y mi compañera de viaje se la trae para que la veamos, así que una tarde después de una mañana de turismo muy intensa nos la vimos.

Lo que más me ha llamado la atención de esta película es la fuerza del guión, que permite mantener el tono en una película que prácticamente está rodada toda en un mismo escenario, con muy pocos personajes y a tiempo real (es decir, el tiempo que transcurre en la pantalla es el mismo que transcurre en nuestras vidas). Los personajes son estupendos y los actores saben cómo sacarle provecho, y eso se nota. En especial el “idiota” protagonista, Jacques Villeret, que debe de ser una eminencia en el cine francés pero a mí es que me sacáis de Gerard Depardeiu y no conozco mucho más.

Lo mejor de la película es que es francesa, quiero decir, que solo los franceses serían capaz de llamar directamente idiota a un personaje con tanto estilo y tanta clase consiguiendo que lo percibamos como idiota, sí, pero también como persona, y comprendamos sus sentimientos. También es un punto a su favor su corta duración. Está claro que la fórmula se agota y haberla alargado habría acabado cansando al espectador.

Así que ahora tengo más curiosidad aún por ver cómo lo habrán hecho los estadounidenses, los reyes de los personajes estereotipados planos. La versión francesa se lleva un copón de película por mi parte, ya veremos a dónde llega la americana.

1 ago 2011

La Máscara

Cuando era pequeña mi actor favorito era Jim Carrey. Hoy en día sigo reconociendo que fue y es un actor increíble, aunque mis gustos han cambiado un poquito. Por aquel entonces, película que protagonizaba Jim Carrey, película que me veía, y así, algunas de mis películas favoritas de la infancia fueron Ace Ventura 2, Mentiroso Compulsivo o La Máscara. Hace unos días me dio el puntito nostálgico y, con un poco de miedo, decidí volver a verla, después de unos ocho o diez años. Digo con un poco de miedo porque ya me ha pasado más veces que al haber vuelto a ver películas que de pequeña me parecían lo más me he dado cuenta de que realmente eran un truñaco y sin quererlo había destrozado un bonito recuerdo infantil, pero, afortunadamente, este no es el caso de La Máscara. La Máscara fue una de mis películas favoritas y he de reconocer que el paso de los años le ha sentado bien, porque me sigue pareciendo un peliculón.

La historia es bastante sencilla: Ipkiss, el protagonista, es un hombre un poco introvertido, que nunca ha sido capaz de mostrarse tal y como es ni de echarle cojones a la vida. Un día descubre una antigua máscara antigua que representa al dios Loki. Cuando una persona (o animal) se pone esa máscara es capaz de hacer todo aquello que siempre había deseado.

La película está hecha a medida para Jim Carrey. Solo un tipo tan alocado y exagerado como él podría hacer una interpretación tan brillante y divertida. El guión no es su punto fuerte, puesto que es bastante sencillo e incluso predecible, pero el personaje es tan potente que consigue hacernos pasar un buen rato.

La banda sonora además le pone un puntito de clase y un toque sexy y distinguido a esta comedia y los bailecitos que se montan los protagonistas son lo más. Y la que también es lo más es Cameron Diaz, que hace de mujer totalmente irresistible en un papel que también le viene al dedo.

Un sinfín de escenas divertidas, de guiños a los clásicos dibujos animados, de gags llenos de picardía, algún que otro número musical, alguna que otra pelea y una historia de amor. ¿Qué más se le puede pedir? Una película realmente entretenida. Copón de película para una de las comedias más míticas de los noventa.



Queridos lectores, con esto y un bizcocho me despido hasta más ver. Me voy de vacaciones a Galicia. Me voy a dar el gustazo de unas vacaciones de relajación máxima y eso quiere decir que no me voy a preocupar ni por el blog siquiera, así que hasta dentro de unos días. ¡Ved mucho cine en mi ausencia!