31 dic 2011

Repaso del 2011

Se acaba el año y una de las cosas que más me gusta hacer  a  mí (y a media humanidad globalizada) es repasar las experiencias que hemos vivido. Como este es un blog sobre cine, tranquilos que no os voy a contar mi vida, solo quiero hacer un repasito por lo que he visto y descubierto en este año que ya llega a su fin.

El 2011 ha sido un año raro en mi vida y eso se ha notado en mi forma de ver cine. Sin duda alguna, este ha sido, para mí, el año de la comedia. En mi vida, quiero decir, no que la comedia haya sido el mejor género desde un punto de vista cinematográfico. He pasado momentos difíciles y afortunadamente he encontrado refugio en varias series y varias películas para volver a sacar la sonrisa.

Por otro lado, con esto de la crisis, mi asistencia a las salas de cine ha bajado considerablemente, sobre todo a finales de año, desde que volví a Zamora. Aún así, he acudido al cine veintitrés veces este año, que eso son casi dos películas al mes, así que me tendré que conformar.

Antes de empezar a hablar de las películas que he visto este año me gustaría recordar este 2011 como año de consolidación de este blog. No pensé que, después de finalizar mis estudios de guionista, siguiera viendo películas con tanta frecuencia. No sé qué será de este blog en el 2012, puesto que tengo que empezar a estudiar como si Rajoy no fuera a sacar oposiciones nunca más y eso hará que tenga que sacrificar mis ratitos de serie o película, pero el 2011 me ha permitido, todavía, seguir siendo toda una cinéfila.

Para que os hagáis una idea, en este 2011 he visto un total de ciento siete películas... y alguna que otra serie. A las series no les llevo tan bien la cuenta, porque algunas me las he visto enteras este 2011, otras las he empezado, otras las he terminado, de otras solo he visto una temporada porque las llevo al día... Pasando rápidamente por el rincón de las series me gustaría dejar constancia de que, para mí, la serie del año ha sido American Horror History, pero mi favorita sigue siendo The Office.

En cuanto a las películas, nuevamente en este 2011 hemos tenido nuestra dosis de peliculones. Aunque yo no he podido ver tantas como hubiera querido, mis favoritas de este año han sido:

  • Primos (Daniel Sánchez Arévalo)
  • La piel que habito (Pedro Almodóvar)
  • También la lluvia (Icíar Bollaín)
  • Carne de Neón (Paco Cabezas)
  • Cisne Negro (Darren Aronofsky)
No obstante, y como sabéis los que me seguís más o menos con asudiudad, no solo de estrenos vive este blog, y este año 2011 también he visto muchas otras películas por primera vez que ya nunca olvidaré. De todos esos títulos me quedo con:
  • Cabaret (Bob Fosse)
  • Gordos (Sánchez Arévalo)
  • Un tranvía llamado deseo (Elia Kazan)
  • Vinieron de dentro de... (David Cronenberg)
  • Atrápame si puedes (Steven Spielberg)
Y esto ha sido todo. Mi propósito para el año 2012 es intentar sacar tiempo de mis ratos de estudio (y dinero, que esto de estudiar hace que no trabaje y que por lo tanto no tenga muchos ingresos) para ir al cine de vez en cuando, y seguir comentando con todos vosotros todo aquello que veo, ya sean series, películas o documentales.

Un beso para todos los que me leéis y que tengáis un feliz 2012.

29 dic 2011

Un, dos, tres... al escondite inglés

No creo que seáis muchos los que conozcáis esta película, pero para eso estoy yo aquí, para recomendárosla. Supongo que, al menos, sí conoceréis a su director, si estáis un poco al tanto del cine español. Fijáos lo que son las cosas que esta película de nombre tan... así de esa manera es el primer largometraje de Iván Zulueta, al que seguro que recordaréis por Arrebato, una de las más famosas películas españolas de culto.

Cuando vi Arrebato reconozco que me costó un poquito asimilar el estilo tan personal de este director, pero con esta película me lo he pasado pipa. Para empezar, es un testimonio prácticamente inigualable del mundo de la música española a finales de los años sesenta. A mí, que toda la música viejuna española me gusta mucho, ese detalle me ha encantado. Prácticamente todos los grupos que lo petaron en su momento pasan por esta película, lo que la convierte ya en un documento histórico.

Y para continuar, el propio argumento, tan surrealista pero divertido: un grupo de defensores de la buena música pop se dedica a destruir a todos los grupos propuestos para ir a un famoso festival de música europeo (vamos, a Eurovisión) porque sus canciones no son lo suficientemente buenas. Rodada al poco de que Massiel ganase el famoso festival, esta película se convierte en una parodia de la parafernalia que se solía formar alrededor de eventos como aquel.


Totalmente diferente a lo que podríamos esperar de una película de esa época, Un, dos, tres... al escondite inglés nos sumerge en el mundo de los modernillos de aquel momento para contarnos una historia totalmente surrealista y divertida cargada de escenas absolutamente excéntricas que parecen asentar las bases de lo que luego sería el estilo y el humor de otro cineasta español más famoso aún, Pedro Almodóvar.

Al parecer la película fue rodada sin guión, y poco importa, porque aunque la película avanza alrededor de la idea de cargarse a todos los grupos que sean seleccionados para ir a Eurovisión, no hay mucha trama más  que contar. No obstante, la película no es un completo sinsentido, es bastante fácil seguirla.

No apta para amantes del cine más convencional pero sí para todos aquellos, primero, interesados en la historia de la música española, y segundo, para los buscadores de joyas cinematográficas que se salen de lo que podríamos denominar "normal". Una película realmente divertida, con diálogos frescos y surrealistas, con momentos inolvidables y con José María Íñigo haciendo un papelito. ¿Qué más queréis?

A mí esta película logró sorprenderme y hacer pasar un buen rato, así que le doy un copón un de película. Además ha entrado a formar parte de mi lista de películas imprescindibles del cine español, ya que, como decía al principio, además de dar testimonio histórico es una película... que podríamos calificar de rara y original dentro de la historia de nuestro cine.

27 dic 2011

Crazy, Stupid, Love

Ya se pasaron las Navidades, y esas fechas de tanto comer. Seguro que muchos de vosotros habéis aprovechado para ver un montón de películas, pues en estas fiestas la verdad es que las televisiones siempre programan un montón de películas que apetece ver, pero ese no ha sido mi caso. En estos tres días de descanso yo no he sido capaz de sentar el culo delante del sofá para verme nada, solo un especial de Martes y 13 que hubo el día de Navidad por la noche, y no me lo acabé.

Pero bueno, un par de días antes había visto, por fin, Crazy, Stupid, Love. Tenía muchas ganas de verla porque está protagonizada por Steve Carell, mi actor favorito de comedia, y también porque había leído alguna crítica que decía que no era "la típica comedia americana". La verdad es que este nuevo calificativo se está convirtiendo en la nueva típica comedia americana, porque últimamente se lo ponen a un montón de películas que van un poco del mismo palo, y además, esas nuevas películas que ya no son la comedia de antes me siguen pareciendo, salvo excepciones, reguleras.

Como es el caso de esta película, la verdad. Yo me la puse con toda mi buena intención y, aunque como toda comedia de nivel mínimo, me ha entretenido... pues no he disfrutado. Pobre Steve Carll... se merece un papelón en una película que haga historia, no un montón de papeles de mierda en películas efímeras. Pero claro, como le untarán bien el morro, pues él tan contentico. Cómo son las estrellas.


Enn esta película Carell da vida a un cuarentón un poco dejadete ya al que su mujer le acaba de pedir el divorcio. Él se lleva una bajona de aúpa porque está muy enamorado de ella, y recurre a la solución tan inteligente de acudir todas las noches a emborracharse en un bar. Allí conocerá a un tío que parte la pana, interpretado por Ryan Gosling, señor que de un tiempo a esta parte todo el mundo ve guapo pero que a mí me da bastante repeluco, quien se propone enseñarle a ligar para superar el bache por el que está pasando.

Luego la historia se enreda un poquito más y aparecen de historias de amor secundarias, como la del hijo del protagonista, que, en mi opinión, es lo único que se salva de esta película, porque la trama principal es bastante mediocre y previsible. Y aunque te pudiera estar gustando luego no sé qué coño pasa al final que le pegan un rematao de lo más cutre y sensiblero que yo no sé para qué sirve eso. Pero vamos, que en líneas generales esta película no me parece nada del otro mundo. No me parece ni más gamberra, ni más sensible, ni más bonita, ni más nada. Es una comedia de sacar dineros y punto.

¿Al que le gusten ese tipo de películas? Pues le va a encantar, claro que sí. Pero yo... no sé qué me está pasando últimamente que antes me tragaba cualquier cosa que llevase el género comedia por algún lado y ahora ya me estoy volviendo más exquisita. Así que no me ha hecho mucha gracia y se queda con un ojete de monico.

24 dic 2011

¡Feliz navidad, ojetefilmeros!

En estas fechas tan señaladas una felicitación más no tiene nada de especial, pero de verdad que yo sí quería desear a todos los que me leéis, a todos los que me comentáis y a todos los que simplemente entráis y decís: "vaya mierda de blog" y jamás volvéis a pisar por aquí, una feliz navidad.

Estoy muy orgullosa de que este blog siga en pie un año más y quería compartir esa alegría con vosotros, además de daros las gracias por seguir leyéndome, pese al estilo "tan personal" que una tiene comentando películas.

Como por otro año más todavía no me he visto La Gran Familia, película española sobre la navidad por excelencia, os voy a dejar otra recomendación navideña. Mi película favorita sobre la navidad, que es muy conocida, pero bueno, siempre hay alguno al que se le ha escapado.

¡Un beso navideño, y poneos hasta el ojete de asado y turrón, que luego ya habrá tiempo a partir del día 1 de proponerse hacer dieta!








22 dic 2011

El Golpe

Lo malo de que alguien te diga que una película es tremendamente buena es que tú siempre te la vas a esperar más buena de lo que es. Esto es lo que me ha pasado a mí, más o menos, con El Golpe. Desde que estudié el máster de guión no he parado de oír maravillas sobre esta película y eso ha hecho que cuando, ya por fin, me he puesto a verla, me esperase algo fuera de serie. Y hombre, la verdad es que la película tiene su mérito, y me ha gustado, pero yo creí que esto iba a ser gloria bendita.

El Golpe es una película sobre un golpe, como su propio nombre indica. Pero no un golpe de zas! en toda la boca, sino un golpe de pilluelos que quieren dineros. El protagonista es un hombrecillo que se dedica a la estafa y un día le roba unos cuantos dólares a quien no debe, y aunque él consigue escapar, a su jefe lo dejan moñeco y él tiene que huir a Chicago para salvar su pellejo. Allí conoce a otro timador que no se le queda a la zaga y juntos deciden urdir un plan para vengarse de los que le hicieron eso a su amigo y quedarse con una buena millonada.

Creo que el fallo de esta película he sido yo. Sí, porque la película me parece correctísima. El fallo es que yo he visto esta película treinta años después, cuando ya se ha dicho de todo sobre ella. Si la hubiera visto sin saber nada sobre ella me habría sorprendido muchísimo y me habría encantado, pero después de tanto estudiarla, de tanto hablar de ella y de tanto leer sobre ella, la sorpresa, sí, bueno, te la llevas, pero ya no es para tanto. Por eso cuando me gusta mucho una película prefiero saber de ella lo menos posible. Vamos, para que os hagáis una idea, es como si ahora una persona que lleva diez años escuchando chistes sobre El Sexto Sentido se decide a ver la película. Pues seguro que la disfrutará, pero ya no es lo mismo.

Viendo esta película, y viendo muchas otras grandes películas de la época, una pregunta se me viene a la cabeza: ¿Por qué me cuesta tanto apreciar el cine estadounidense de la década de los setenta? Me ha pasado con un montón de películas, que las veo y digo, pues sí, pues están bien, pero no me vuelven loca. Hay películas que me vuelven loca de prácticamente todas las décadas, pero todavía no soy capaz de apreciar las de los setenta y me da rabia.


Porque algo dentro de mí me dice que El Golpe es una película magnífica, y sus ingredientes para serlo los tiene, porque tiene un gran reparto, un guión genial, una buena dirección, una buena fotografía, dirección artística, la mítica banda sonora... todo, pero a mí, aunque me ha gustado, no me ha despertado ninguna locura cinematográfica, y eso me da rabia.

Creo que esta película ganaría con un segundo visionado. Dejaría de estar tan pendiente de esa enorme sorpresa final y me fijaría en otras cosas que seguro hacen de esta una enorme película, así que dejaré pasar unos meses y volveré a verla para ver si mi opinión mejora, y si no, pues nada, que tampoco pasa nada porque a una persona le guste más una película que otra.

Eso sí, me alegro de haberla visto por fin, porque realmente me ha parecido una película entretenida. Sin ser para nada el tipo de cine que yo suelo ver, la película no se me ha hecho larga y ha sabido engancharme y tenerme en tensión. Además de que es una película por la que no pasan los años. Su argumento, aunque asentado hace ya casi un siglo, sigue siendo aceptado y comprendido hoy en día por tratar sobre uno de los pilares básicos del ser humano: el deseo de la dulce venganza, el gusto por el dinero y el gusanillo de la tensión del juego. La película sabe mantener tanto su ritmo como la tensión del espectador, que no sabe, y nunca mejor dicho, por dónde le van a venir los tiros.

Personalmente, ha habido un momento en la película en el que incluso yo me he sentido perdida. Y creo que eso es mérito de un gran guión que está constantemente jugando con todos sus elementos, no solo con los personajes, sino también con el espectador.

Aunque de primeras me ha gustado bastante, espero que con el paso del tiempo pueda apreciarla mejor porque creo que tras esa primera capa de entretenimiento de El Golpe se esconden grandes lecciones sobre cine y me gustaría poder llegar a ellas. Por ahora le doy un copón de película, pero prometo volver a verla y quizás mi opinión cambie.

21 dic 2011

Los Estados Unidos contra John Lennon

El día 8 de diciembre se celebró el aniversario de la muerte de John Lennon, al que supongo que no hará falta presentar, y yo, en particular homenaje, decidí volver a ver este documental que había visto por primera vez hace un par de años pero del que no me acordaba prácticamente de nada.

Su título no deja mucho lugar a la imaginación. Este documental, además de hablarnos sobre la vida de John Lennon después de Los Beatles y sus intereses, inquietudes y relaciones con la cultura y política del momento que le tocó vivir, nos intenta demostrar cómo Estados Unidos estaba totalmente en contra de él e intentó hacerle callar por varios medios.

Al parecer a los señores gobernadores de Estados Unidos no les sentó muy bien que John Lennon fuera capaz de llegar a tanta gente. Ellos tenían entre manos su negocio de la guerra de Vietnam y Lennon no hacía más que predicar la paz, cosa que, como podréis deducir vosotros solitos, iba en contra de los ideales estadounidenses. John Lennon decidió usar su fama, ya que ya era conocido de antes por ser miembro de los Beatles, y también su dinero, para llevar a la opinión pública en contra del gobierno.

El documental nos explica el contexto histórico a la vez que repasa esa parte de la vida del famoso músico mientras va intercalando entrevistas actuales con personas que trabajaron para el gobierno en aquel momento o estuvieron vinculados al entorno del cantante. Por supuesto, Yoko Ono también sale, a ver qué os ibais a creer.


John Lennon estaba enamorado de Estados Unidos. Para él Nueva York era la ciudad, el centro del mundo, donde todo tenía lugar, donde los movimientos artísticos y de pensamiento se fraguaban y donde había que despertar conciencias para poder hacer algo. Pero lo tuvo difícil pues el gobierno de este país le puso toda clase de impedimentos, empezando por destruir su imagen ante los medios de comunicación y terminando por el intento de deportación hacia él y su mujer que al final pudo ser solucionado años después.

Cada uno puede sacar sus propias conclusiones. Realmente este documental no trata de convencerte de nada, simplemente expone los hechos y las opiniones de las personas que vivieron ese momento concreto de la historia junto a él, que terminó con su inesperada muerte a manos de un supuesto fan del músico que le disparó por la espalda.

Para amantes de los Beatles en general y de John Lennon en particular, este documental me parece imprescindible. Pero claro, como todo documental, si no estás muy interesado en el tema, por muy bueno que el documental pueda ser no hará otra cosa que aburrirte. No obstante, yo lo recomiendo solo por el hecho de poder ejemplificar cómo está entramado un gobierno de un país tan poderoso y cómo se las gastan. Aunque solo sea para abrirnos un poco los ojos, este documental merece la pena, además de que es un bonito cántico a la paz. Yo le doy un copón de documental.

18 dic 2011

Ace Ventura 2: Operación África

Sin duda alguna esta es una de las películas de mi infancia. Cuando era pequeña me encantaba Jim Carrey, no me cansaba de ver sus películas. Hasta que crecí y me cansé, pero el otro día me entró una nostalgia por los tiempos felices de la infancia y decidí ver Ace Ventura 2, película que, sin exageraros, habré visto unas cincuenta veces.

La comedia es uno de mis géneros favoritos. Aunque es un género que abarca multitud de películas, a mí prácticamente me gustan todos sus tipos, y, para ciertos momentos, la comedia chorra, como es el caso de esta película, me parece LO MEJOR. Esta es una de las pocas películas que me hacen, tantos años después, seguir riendo a carcajadas, aunque me la sepa de memoria.

Ace Ventura 2, como su propio número que acompaña al título indica, es la segunda parte de una película que años antes lo debió petar mucho, pero que a mí no me hace tanta gracia como esta. Yo conocí primero esta, y como aunque es una continuación tampoco es que... sea necesario haber visto la primera, pues ya me encantó para siempre.

Aunque la película comienza en un tono muy muy muy dramático con la muerte de un hermoso animalillo, parte que yo cuando era pequeña me la saltaba porque sufría muchísimo con la idea de que un animal pudiera morir, luego se vuelve hilarious (Pino y su flequillo) enseguida. Y digo hilarious no por ser guay, sino porque pienso que esta peli es más que muy graciosa, y decir hilarante sí que sería ser guay. Todas sus escenas son surrealistas a tope y le hacen a una partirse lo que son las posaderas.


Hay que ver lo tontuno que era Jim Carrey. Luego se volvió serio de repente y se acabó lo que se daba, pero tuvo una etapa estupenda, entre la que se incluye esta película. Está claro que sin él Ace Ventura no sería lo que es, y que sin sus bobadas (inaguantables para algunos pero maravillosas para otros) esta película no habría sido igual, ni de lejos.

Me gustaría hacer mención especial a LA ESCENA. El colmo de la tontería y la mamarrachez y la guarrería y todas las formas de hacer comedia posibles tienen su culmen en el momento en el que Ace Ventura, desnudo y sudoroso, sale del culo de un rinoceronte que resulta ser un robot espía pero que eso da igual porque no influye en la gracia del momento. La cosa es ver a Ace intentando romper el agujerillo que le atrapa dentro de un rinoceronte para poder respirar. MARAVILLOSO.

Creo que el acierto de esta segunda parte es un guión escrito por locos al que se le suma la interpretación de Carrey que, para mi gusto, está genial, y su mayor logro, el recurrir a un humor tan "tontuno", por llamarlo de alguna manera, que sigue haciendo efecto años y años después, lo que hace que esta película esté envejeciendo muy dignamente. Yo el doy un copón de película y os confieso que me encanta.

15 dic 2011

Charlie y la fábrica de chocolate

No hay cuento de Roald Dahl que no sea bonito y precioso y emocionante y encantador. Por lo tanto, esta película ya parte con una base superbuena. Pero es que si encima es Tim Burton quien adapta un cuento del famoso escritor británico, pues apaga y vámonos, porque Tim tendrá sus cosas malas, pero también tiene sus cosas buenas y una de esas cosas buenas es saber crear impresionantes mundos fantásticos.

Eso sí, la adaptación que ha hecho Tim Burton no es que sea fiel al libro original al cien por cien, pero creo que ese es el acierto de esta película. El señor guionista ha sabido captar la esencia de la historia de Dahl, que hace una crítica a todos esos niños que ya no quieren ser niños o mejor dicho, que no se comportan como niños, pero la condimenta con una dosis de cinismo, ironía y dulce maldad que convierte al espectador, sin que este casi pueda darse cuenta, en un morboso voyeur que disfrutará, durante más de hora y media de película, viendo desgracias ajenas.

Evidentemente la gracia de esta película, y de la novela, no está en la ternura que nos transmite Charlie y su familia, sino en el carisma de Willy Wonka, el dueño de la fábrica de chocolate, a quien da vida, y creo que de forma magistral el actor preferido de Burton, Johnny Depp, a quien los papeles de locos y excéntricos se le dan de maravilla. Willy Wonka es sin duda uno de los villanos más peculiares de la literatura infantil, y en esta adaptación, su particular locura está a la altura de la novela.


Pero además de un buen argumento esta película goza de una puesta en escena alucinante. Todo en esta película es precioso y a veces apetecible. Desde la destartalada casa de Charlie hasta las magníficas salas interiores de la fábrica de chocolate, la estética de esta película es simplemente brillante. La fábrica de chocolate es un mundo lleno de color, modernidad (modernidad como muy setentera, por otra parte) y fantasía, que contrasta brutalmente con la monótona y grisácea vida en el exterior.

Mención especial merecen los Oompa Loompas, interpretados todos por el mismo tío, que menudo trabajito le llevaría, que son la guinda de este pastel tan macabro, que salen a celebrar cada castigo de cada niño con unas canciones y unas coreografías de lo más divertidas.

Tim Burton convierte este cuento infantil en una película con la que espectadores de cualquier edad podrán disfrutar. Los niños quedarán fascinados con el mundo de fantasía y las canciones y los mayores volveremos a nuestra infancia mientras disfrutamos de una buena dosis de humor. Una película realmente entretenida que aunque no creo que sea de lo mejor de Burton, creo que sí que se merece el copón de película.

13 dic 2011

Código Fuente

¿Por qué quise ver esta película? No tengo la menor idea. Se me metió entre ceja y ceja que me iba a gustar y estuve con el runrún durante un tiempo hasta que por fin la he visto. Me ha pasado ya con otras películas que, aunque en un principio no son la típica película que a mí me apetecería ver (no me gustan mucho las películas de acción y de ciencia ficción, en general) algo dentro de mí me llama y acabo poniéndomela, y, generalmente acabo dándome cuenta de que tenía una impresión equivocada, porque al final no me gustan.

No obstante, Código Fuente partía con buenas críticas, más o menos. Es decir, a veces me pongo pelis que sé que van a ser un truño pero esta tenía una puntuación aceptable tanto en Filmaffinity como en IMDB, así que igual la que ha fallado soy yo, porque os digo desde ya que a mí no me ha gustado.

La gracia de esta película, además de el hecho de estar protagonizada por el buenorro de Jake Gyllennhaal, que es que a mí me parece un chico guapísimo y maravilloso, está en jugar con el tiempo. Resulta que mi querido Jake aquí da vida a un soldado americano (empezamos mal, odio las películas de soldados americanos) que tiene que cumplir una difícil misión. Viajará y viajará en el tiempo hasta los últimos ocho minutos antes de que una bomba estalle en un tren para averiguar quién es el terrorista que la ha puesto.


O sea, que la película es todo el rato lo mismo. Vas al tren, vuelves, dices lo que has averiguado, vas al tren, vuelves, dices lo que has averiguado, vas al tren, vuelves, dices lo que has averiguado, y así hasta el final. Final raruno-bonito, por cierto, que a mí no me ha acabado de encajar del todo. Hombre, reconozco el mérito de sostener una historia como esta sin aburrir, en la que se repite todo el rato, más o menos, lo mismo y aún así consigue tenerte entretenido e incluso generar tensión en algún momento (a mí, poca). Pero todo lo demás... regulero. Al menos desde mi punto de vista.

Y aunque me joda, he de reconocerlo, y es que Jake Gyllennhaal no me ha gustado NADA. No me pegaba en el papel en ningún momento, no era capaz de entenderlo ni de empatizar con él ni nada... una pena. Además, querido Jake. Sabes que te quiero pero me gustaría decirte algo: NO TE ESFUERCES, NO ERES BRUCE WILLIS. A mí si me pones una peli de apagar bombas y no me pones a Bruce Willis... ya nada. Y Jake ni se le parece ni se le parecerá. Y el final... el final. No hablaré de él por si alguno quiere ver esta película (aunque imaginaros su previsibilidad si hablamos de una película en la que un soldado americano tiene que cazar a un terrorista) pero el final... ¡ay el final! Esa historia de amor metida ahí a presión se sale totalmente del zapato. Y hace rozadura y todo.

Así que con las ganas de que me gustase me he quedado. Yo le doy un ojete de dromedario porque me ha dado totalmente igual. No me parece mala mala mala, creo que tiene cosas apreciables, como el juego de guión, como ya he dicho, pero es que me ha entrado por un ojo y me ha salido por el otro, el del culo, concretamente.

11 dic 2011

Vestida de Azul

Hoy vamos a hablar de una de esas pelis raras, raras, raras, que a no ser que alguien te haya hablado de ella, difícil va a ser que te la encuentres tú solo. Afortunadamente a mí me llevó a ella mi amigo Bertoff, que es también cinéfilo como moi, y que a veces sabe lo que me gusta (pero otras veces no, las cosas como son, en el mundo del cine tenemos un punto en común pero otros cuantos distantes) y me habla de joyitas como la que nos ocupa ahora mismo.

Vestida de Azul no sabe una si es una película o un documental o qué. Porque... bueno, ella va de película por la vida, pero luego sus "actores" son personas reales que se interpretan a sí mismas, y las situaciones que viven también son reales. Y no es que vivan un sinfín de emociones tampoco, porque la mitad de la película es diálogos ante la cámara en plan: hola me llamo Fulanito y verás qué drama te voy a contar.

Pero esta no es una película para ser etiquetada, y mucho menos sus protagonistas, ya que, que todavía no os lo había dicho, Vestida de Azul cuenta la historia de un grupo de mujeres que nacieron hombres, y que nacieron hombres por los años 50, aprox., aunque hay uno más jovencito, y que notaban en su interior que ellos eran unas señoras de tomo y lomo y decidieron mostrárselo al mundo. La película es una mera excusa para reunir en torno a una bonita mesa a todos los travestis y ver cómo discuten y cómo se arañan, mientras se intercala ese catfigth con las historias de todos los miembros de la mesa.


Hay de todo, como en botica: la marica que sufrió de niño, sufrió de adolescente y sufre de señora, la marica que se dedica a la prostitución pero ella está orgullosísima porque así se paga ella su piso y sus pieles, la marica misteriosa que ya despuntaba maneras desde muy pequeña, la marica gitana, que eso es una maravilla de persona, y de artista, porque ella no es travesti, ella es artista, la marica cabaretera que te canta Gracias por venir de Lina Morgan, la que se operó las tetas, la que no se las operó, la que es llamada para ir a la mili y se presenta "con esas pintas", la que se casó con una señora y quería a su mujer y su mujer la quería a ella pero algo salió mal y ahora son las dos mujeres... vamos, lo que es el pan nuestro de cada día.

Eso sí, como delicia, es una exquisitez. Ya no solo por las increíbles historias que hay detrás de cada una de estas mujeres o por las grescas que protagonizan, sino por la frescura y la naturalidad de cada una de ellas, sobre todo. Está claro que, al no tener una trama muy definida esta película, hay que aprovechar a los personajes que presenta y de verdad, estos no tienen desperdicio.

A mí, me ha encantado, aunque reconozco que es una película muy poco convencional y no voy a ir por ahí recomendándola. Pero de verdad que creo que merece la pena verla, porque es super auténtica. Yo le doy un copón de película porque he disfrutado muchísimo con ella y además me ha sorprendido mucho, porque yo pensé que esto iba a ser el dramón del año, en plan "aaaay, cuánto sufrimos en el franquismo" y para nada, señora.

Uy qué maravilla!!! Me dicen que está toda la película en youtube. ¡Pues hala, ya no tenéis excusa! Pinchad aquí y vais a la primera parte y luego ya le vais dando vosotros a la segunda, a la tercera y así sucesivamente.

9 dic 2011

An American Crime

Buscando películas en las que se mostrasen personajes muy perturbados que cometen atrocidades me llegó la recomendación de An american crime. Me informé un poco sobre ella y me pareció una historia realmente interesante, así que no me lo pensé y la vi.

La película está basada en hechos reales, en el caso de una mujer que secuestró y torturó a una niña, llegando a convencer a sus hijos y a algunos de sus vecinos de que lo que estaba haciendo tenía un sentido e invitándolos a participar. Sin duda alguna es una historia sobrecogedora que refleja muy bien hasta qué punto la mente humana puede llegar a... digamos desviarse.

No obstante, esta película es un buen ejemplo de que una potentísima historia real puede convertirse en una película bastante mediocre, principalmente, por un guión "que se la juega". Y digo se la juega por no decir la caga cuando llega al final y lo onírico comienza a mezclarse con el punto realista que iba marcando toda la película y que la hacía tan interesante.

La pobre niña Sylvia es interpretada por una delgadísima Ellen Page, que está tan delgada ya desde el primer momento que luego cuando es secuestrada tampoco es que te dé mucha pena porque parecía que ya pasaba hambre de antes, y la loca torturadora por Catherine Keener, que realmente hace un gran trabajo interpretativo.


En mi humilde opinión creo que esta película es un fracaso estrepitoso, pues me parece mucho más escalofriante la historia real que lo que se ve en pantalla. Es decir, la película sí te pone los pelos de punta porque la base real de la que parte es horrible, pero creo que esa historia real podría haber sido mejor aprovechada para llevar a la gran pantalla, habiendo concedido más protagonismo o bien a la psicología de la mujer torturadora o bien al sufrimiento de la pobre niña. Parece que la película simplemente se limita a pasar por una serie de sucesos sin llegar a profundizar en ellos, o al menos eso es lo que me ha parecido a mí.

Por eso creo que la película se parece más a un telefilm de Antena 3 que a una verdadera buena película, que habría profundizado en las razones y habría aprovechado para la crítica social que sin querer se desprende de esta historia.

Pero bueno, esto es lo que hay y esto es lo que vi. La película al fin y al cabo me gustó, puesto que la historia es tan atrayente que te acaba enganchando, pero no creo que se merezca más de un ojete de monico. Mi razón es, sobre todo, que siendo tan horroroso lo que cuenta en ningún momento llegó a causarme horror, simplemente... desasosiego, quizás incomodidad, pero nada que no me impida seguir viviendo.

8 dic 2011

Lemonade Mouth

Espero y me alegro de que nadie haya oído hablar jamás de esta película, al igual que yo hasta hace una semana. Os contaré un secreto, queridos lectores. A mí me pones un peliculón de estos de cagarse la pata abajo, una película que acumula miles de Oscars y buenas críticas, una película que todo el mundo ha visto y admira, una película que se estudia en las universidades e incluso en los institutos, y yo os digo "ay, qué pereza", pero me ponéis una mierda pinchada en un palo y oye, que me llama la curiosidad. Vamos, que me gusta a mí un ojete film.

Por eso un día estaba yo corrigiendo críticas en Filmaffinity y vi una de esta película, escrita por una persona con muy pocos conocimientos y muy poco sentido común y con un poster de Justin Bieber, seguramente, colgado en la pared de su cuarto, que hablaba de esta película como una de las últimas mejores películas de Disney para Disney Channel. Eso me sorprendió, no sabría bien deciros por qué, pero me llamó la atención y me hizo informarme sobre esta película. Mi sorpresa fue a más cuando vi que la película estaba incluida en el género musical (que me gustan a mí unas canciones que te interrumpen la trama de la película) y dije: "venga, con dos cojones, me la veo".

Y me la vi. Enterita. Y eso que a los diez minutos ya me di cuenta de que era una basura bastante hermosa y olorosa. La película va sobre un grupo de chicos que coinciden una tarde en la sala de castigo del instituto y deciden montar un grupo de música. Hacen unos cuantos conciertos en el insti y luego lo petan y se van de gira por EEUU teniendo millones de fans y siendo los más adorados. Os acabo de hacer un spoiler como un piano, pero como estoy segura de que nadie va a ver esta película, o, si la ve, me dará la razón en que la película es tan sumamente predecible que no importa el spoiler, pues me da exactamente igual haberos arruinado la gracia de esta película.


Me da no sé qué decir que es una mala película porque está como sobreentendido. Lo normal es que si te pones a ver una película de Disney Channel te lleves estos disgustos, pero es que no me ha valido la película ni para echarme unas risas (cosa que sí me sirvió la de Hannah Montana). Solo he sacado de esta película un bonito peinado que me gustaría hacerme algún día. ¡¡Qué horror de película, señor!!

Me surge una gran duda al ponerme a pensar en todas las películas que Disney ha hecho para televisión: ¿Por qué las películas de Disney que fueron al cine tienen unos guiones cojonudos y las que se hacen para la tele están escritas por un mono con sombrero? ¡No me cabe en la cabeza! Comprendo que una película para la tele tenga menos presupuesto, ¿pero por qué reducir a cero el presupuesto para guionistas? Es que, de verdad de la buena, esta es la película más simplona y tontaca que he visto en mucho tiempo. Repito: peor que la película de Hannah Montana, aunque claro, esa película sí fue al cine, así que tendría un guionista, al menos, medio bueno.

Total, que una basurilla. Mi recomendación es que no la veáis porque no merece la pena por ningún lado. No vale ni para reírse de ella, aunque, las cosas como son, a mí no se me hizo larga, la verdad. La horita y media que dura se me pasó entretenidamente y aunque me daban ganas de quitarla en ningún momento lo hice, así que oye, algo me picaría, aunque no sé muy bien el qué. Le doy, por supuesto, un ojete de dromedario.

3 dic 2011

The Host

Estos días atrás ha tenido lugar en Gijón, ciudad a la que suelo ir con mucha frecuencia, el festival de cine internacional de Gijón. Este año no he podido ir y, para celebrarlo, de alguna manera, sola y en mi mundo, decidí volver a ver la película que más me gustó la primera vez que fui. Esa primera vez fui acompañada de dos amigas y una de ellas tuvo la brillante idea de comprar entradas para esta película, y menos mal, porque la verdad es que las elecciones que corrieron por mi cuenta fueron horribles.

The Host es una película coreana no demasiado conocida, aunque en ciertos círculos cinéfilos sí, sobre todo por su director, de nombre raruno, por supuesto, que ha dirigido también otras películas mucho más famosas ya para el cinéfilo de a pié como Memories of Murder.

Su argumento cuenta la historia de un hombre no muy listico, las cosas como son, por no llamarlo tonto del culo, que sufre el ataque de un monstruo never seen before que se lleva a su hija. Él luchará contra viento y marea por recuperar a su querida niñita pero, recordemos, es mu tonto. No obstante, cuenta con la ayuda de su familia, porque si no, él solo... mal. La cosa se complica con el monstruito este en cuestión, que resulta que es medio radiactivo o vete tú a saber, vamos, que eso es peor para la humanidad que Falete a dieta.


Realmente la película podía entrar dentro del subgénero de películas de monstruos y ataques a sociedades, tipo Godzilla, King Kong y Cloverfield, subgénero que a mí la verdad es que no me gusta nada, pero tiene un toque de humor, y de drama, al fin y al cabo, que no hay que olvidar que sobre todo es la búsqueda desesperada de un padre por encontrar a su hija en un río (me tengo que morder la lengua para no hacer el chiste), que hacen de esta película una pequeña delicia.

Guardaba muy buen recuerdo de ella aunque luego pude ver que no estaba teniendo muy buena crítica, e incluso llegué a pensar que a lo mejor esta película no era tan buena como yo recordaba, pero este segundo visionado me ha servido para reafirmarme en la idea de que es una perfecta película de entretenimiento, al menos del entretenimiento que a mí me gusta: un poco de sangre, un poco de sustos, un poco de humor, un poco de drama, un poco de acción, y, sobre todo, una historia que se sostenga y que enganche, y esta película tiene todo eso.

Eso sí, no es una película que os recomendaría a cualquiera, porque es un tanto... especial. Para empezar, el humor no es del todo blanco, y para continuar, no a todo el mundo le agradan los bichos y la sangre. Yo siempre llevaré en mi corazón la escena del tanatorio que me parece absolutamente demencial, y ya casi solo por eso le doy el copón de película.

1 dic 2011

Un tranvía llamado deseo

Menudo peliculón del que vamos a hablar. Se tiene que agarrar uno los machos para saber por dónde empezar a comentar una película como esta, tan conocida y tan valorada en la historia del cine mundial.

Eso sí, yo he de reconocer que la acabo de ver por primera vez, porque aunque conocía de su existencia desde muy pequeña porque mis padres la tenían por casa y alguna vez compartí con ellos alguna escena mientras la veían, la verdad es que siempre había tenido el recuerdo de que era una película que no entendía y que, por supuesto, no me hacía gracia (de pequeña solo veía películas que me entretenían, y si algo tenemos todos claro, creo yo, es que Un tranvía llamado deseo no es la típica película que entretiene a un niño).

Gracias a Todo sobre mi madre el recuerdo de esta película se avivó en mí, y gracias también a esta película empecé a cogerle un especial cariño al personaje de Blanche DuBois. Sin duda alguna este personaje, protagonista de la película, era el que más me llamaba la atención antes de ver la película y el que más me ha gustado mientras la veía.

Un tranvía llamado deseo cuenta la historia de una mujer madura que está pasando una crisis personal y acude a visitar a su hermana a Nueva Orleans. Su hermana está casada con un hombre un poco brutote cuya personalidad chocará desde el primer momento con la sensibilidad de la atormentada Blanche, lo que acabará provocando bastantes conflictos entre la joven pareja.


La película está directamente inspirada en la obra de teatro del mismo nombre escrita por el famoso escritor Tennessee Williams.Con ella, este escritor pretendía ahondar en las relaciones de pareja y en los misterios de una mente que ha vivido demasiados fracasos que ha decidido transformar en bonitos recuerdos.

Sin duda alguna el plato fuerte de esta película son las interpretaciones de los actores protagonistas: Vivien Leigh, que da vida a Blanche y Marlon Brando, al que nunca había visto de tan joven, que está to buenorro en esta película, no sé si por exigencias del guión, pues su personaje, Stanley, tiene que estar to' bueno para representar así al macho dominante que tiene más músculos que luces, o porque realmente él era así, pero vamos, que menudo sex symbol de los años cincuenta.

Al parecer la obra de teatro es mucho más dura en la exposición del drama que esconde la pobre Blanche, pero aunque en la película esto se suavizó un poco, esta no deja de ser sobrecogedora en algunos momentos. Es imposible no sentirse identificada, de una manera u otra, con la soñadora Blanche, lo que hacen más duros sus enfrentamientos con los diferentes hombres que la rodean y, sobre todo, hace más trágico el final de la película.

La verdad es que me ha gustado un montón esta película, y me quedo con ganas de leer la obra de teatro, pues Blanche DuBois me ha parecido un personajazo, muy complejo y muy entrañable. Le doy a esta película un copón de película y os la recomiendo, porque realmente es un gran clásico de la historia del cine que se merece su título.